Por José Manuel Alonso
Agustín Ibarrola Goikoetxea, nacido en Bilbao el 18 de agosto de 1930 y fallecido el pasado 17 de noviembre en Galdácano, fue siempre considerado como una figura del arte de vanguardia, el conocido como land art, por el que se crean obras en plena naturaleza y de paisajes urbanos, y lo fue destacado también en el arte de compromiso político… Eso le supuso constantes daños en sus obras y en sus lugares de trabajo, provocado incluso por algún compañero artista, pero sobre todo por violentos de distintas características políticas, según la época, que intentaron permanentemente acabar con las obras de Agustín e incluso con su vida…
Iñaki Arteta escribió, con acierto, que “conocer a Agustín Ibarrola era admirable, y quererle a la vez” (…) Y José Marín-Medina subrayaba que “toda la obra del artista vasco tiene el carácter fuerte del arte nacido de la experiencia, así como de su fidelidad entusiasta al universo natural, y, pese a sus constantes persecuciones, de ser hombre y artista de fidelidades” (…) Y nadie le quiso tanto como su mujer Mari Luz Ibarrola, compañera permanente, fallecida hace ahora dos años (11 de diciembre de 2021) y de la que, entre otras cosas de admiración, el artista dijo: “ha participado intensamente de mi vida, mi obra y mis preocupaciones, ha sido muy leal y muy real”… Mari Luz, de la que Jesús Fernández Urbina escribió en “El Correo”: “La que se plantaba a la salida de las cárceles franquistas para ver a Agustín, y años después ante las amenazas de los salvadores aberzales de la patria” … Opinión que completaba Carmen Torres Ripa, dirigiéndose al artista y subrayando: “tu mirada de hombre humilde llenaba de luz pálida tu entorno, porque tú, de grandes obras y de pocas palabras, sólo eras voz en los labios de Mari Luz”…
Ibarrola estuvo involucrado en la resistencia antifranquista como miembro del Partido Comunista, por lo que fue juzgado por un tribunal militar y encarcelado.En 1975 su caserío y estudio del precioso pueblo de Ibarranguelua fue incendiado por la extrema derecha. Ibarrola también formo parte de movimientos sociales contra el terrorismo de ETA, siendo miembro fundador a la plataforma ¡Basta ya! y el Foro de Ermua, cuyo logo fue diseñado por él, en 1998. También manifestó en sus inicios su apoyo al partido Unión, Progreso y Democracia, al que donó dos obras para recaudar fondos… Y en el 2006, el Ayuntamiento de Logroño le pidió levantar un Monumento Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, que fue inaugurado en el 2008…
Para este periodista, amigo del artista y admirador de Mari Luz, a los que entrevisté en varias ocasiones, Agustín Ibarrola fue pintor primero, escultor después, artista siempre, pero también hombre comprometido con la libertad y la democracia, tanto como amante de formas, colores, sentimientos de interrelación de todos y cada uno con su entorno… Ya fuera en el entorno natural (con material de la propia naturaleza) o el entorno laboral y social, con su permanente compromiso con la sociedad más débil… Sufrió cárcel durante el franquismo y censura y persecución, sobre todo, al plasmar aquella cadena humana del trabajo y de la revolución social frente a la dictadura y la globalización, frente a la represión y la ausencia de libertad y pluralidad… Agustín ha sido uno de esos vascos únicos, perseguidos por unos y/o por otros, por los que algunos políticos trataron de tener a este país esclavizado… Y en el aspecto artístico y cultural, el mismo artista declaraba: “En este país, como en todos los occidentales en general, se han valorado más los hechos comerciales que los culturales” (…)
Su primera exposición, con 16 años
Tras comenzar su relación con la pintura de forma autodidacta (a los 16 años realizó su primera exposición), en 1948 la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao le concedieron una beca con la que se trasladó a Madrid para continuar hasta 1955 sus estudios en el taller de Daniel Vázquez Diaz, junto con el que dio sus primeros pasos en el cubismo… En 1950 conoció a otro personaje del que tuvo gran influencia sobre su producción y su mentalidad artística, el escultor Jorge Oteiza; junto a él se introdujo en la división y análisis del espacio propio del constructivismo. También aprendió de Oteiza la mentalidad de creación artística conjunta, donde participaran numerosos artistas y diferentes artes…
En 1956, y tras realizar diversas exposiciones en España, se trasladó a París. En esta ciudad conoció a otros artistas españoles residentes allí, con los cuales, en el café Rond Point, fundaron el Equipo 57, arte e investigación colectivos y sin firmasque se inauguró el 14 de septiembre en el centro de arte Reina Sofía de Madrid. Fue una experiencia única en el mundo, aunque resultó muy dura y concluyó en el año 61… El “Equipo 57” se trataba de un lenguaje artístico desarrollado en torno a la investigación del espacio físico, que se ha conocido como abstracción geométrica… Integrantes de dicho grupo fueron José y Ángel Duarte y Juan Serrano. Oteiza realizó entonces diversos estudios sobre los espacios curvos y sobre las relaciones positivo-negativas y cóncavo-convexas que posteriormente influyeron notablemente en su planteamiento estético…
Agustín también en esa época, a través de José Ortega (1921-.1990), gran pintor y grabador, representante del realismo socialista de la posguerra española, descubrió la técnica del grabado y se integró en el movimiento de «Estampa Popular» del País Vasco. Esa fue su época del constructivismo…
Durante los años 60 inició su actividad política, siendo detenido en junio 1962 en Bilbao. Durante los 21 días que estuvo en comisaría fue torturado… Como ha señalado el historiador César Lorenzo, «la ideología comunista del detenido, a quien acusaban de ser informante de Radio España Independiente, su relativa juventud (31 años) y el momento y el lugar de la detención, en una de las provincias de mayor conflictividad obrera, jugaron en su contra». Fue condenado en un consejo de guerra a nueve años de prisión… Estuvo encarcelado en la prisión de Burgos, y posteriormente participó en diversas huelgas obreras, motivo por el cual fue encarcelado de nuevo en 1967 y estuvo en prisión hasta 1973. Durante ambas estancias en prisión continuó pintando…
Este periodista vivió muy cerca, en 1963, cuando se celebró una exposición de su obra en Londres, donde sus trabajos merecieron que la crítica le comparase con el papel que desarrolló Goya en su obra: “Los desastres de la guerra” … Y más cerca aún estuvimos cuando el 15 de mayo de 1975 un comando quemó el caserío que tenía alquilado en la localidad vizcaína de Ibarrangelua, dejándolo totalmente inutilizable…
Tal y como se ha escrito, su obra pictórica es un desarrollo plástico de su ideología política, pudiendo ser inscrita dentro de la pintura social denunciando la realidad del proletariado y el mundo rural. Su obra conjuga el espíritu vasco con el compromiso social con los trabajadores, las gentes más humildes, y tiende hacia el expresionismo… Ejemplo singular de esta faceta es su monumental Guernica de 1977, versión-homenaje cuando artistas e instituciones vascas abogaban por el traslado del original picassiano, entonces en el MoMa de Nueva York, a la villa foral que lo inspiró. En 2021 el Museo de Bellas Artes de Bilbao adquirió la obra de Ibarrola, una composición de 2 x 10 metros articulada en diez lienzos.
En la década de los 80, se retiró a su caserío e inició su actividad escultórica y su singular visión de la obra pictórica, reflejada posteriormente en algunas de sus obras, como sus «Bosques»… Un ejemplo de estos, y uno de sus trabajos más conocido, es el bosque pintado de Oma, cerca de Guernica, un conjunto artístico compuesto por unos quinientos árboles sobre lo que Ibarrola trazó en los años 80 composiciones alegóricas sobre el hombre primitivo y la naturaleza, y que durante muchos años se convirtió en uno de los blancos preferido de los violentos… Y siguiendo el «formato» elegido en ese terreno arbóreo, Ibarrola realizó en Salamanca el conocido como «Bosque Encantado»… Se trata de un lugar, a orillas del rio Tormes, donde se habían ubicado una serie de olmos secos, debido a la enfermedad de la grafiosis, propia de estos árboles. Con ellos, Ibarrola, junto con algunos alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad, aprovechó un bosque, decorando los olmos con motivos de pintura de vivos colores… En 1993, algunas de sus obras sufrieron sucesivos atentados por motivos políticos, todas ellas ubicadas en el País Vasco. En el año 2000 fueron destruidas las cortezas de unos cien árboles del Bosque de Oma y dos fueron talados tras una primera agresión de los propietarios del bosque. Otras obras del artista también sufrieron agresiones…
Entre esas sus obras más conocidas son: El bosque de los tótems (1996) en la Estación Príncipe Pío de Madrid; Ola a ritmo de txalaparta (1986/1987), en la estación de Chamartín; Viaje al infinito (1985) en la estación de Abando, en Bilbao; y, una de sus últimas y más espectaculares, los Cubos de la Memoria, en el puerto asturiano de Llanes, unos enormes cubos de hormigón pintados de vivos colores en la escollera del dique del puerto.
Más obras: Garoza es una obra realizada en plena naturaleza de la dehesa abulense, en el municipio de Muñogalindo, y a la que Ibarrola dedicó una frase: “El juego a veces es negar la realidad para convertirla en otra realidad”, y es el resultado de un íntimo y profundo diálogo entre el artista y los granitos que afloran por doquier en la dehesa, con las encinas que conforman el bosque e incluso con la memoria de pobladores pasados que también dejaron su huella en piedra. La obra aborda un tratamiento integral del paisaje interviniendo sobre 115 piedras.
Lo que se desprende de cuanto hemos expresado, la extensa obra de Agustín Ibarrola ha estado comprometida con la naturaleza, incluido el hombre… Así fue siempre y en los últimos años, desde su caserío o taller del valle vizcaíno de Oma en Kortezubi, donde realizó la mayoría de sus piezas, fundamentalmente escultóricas, y allí ha aportado al patrimonio cultural un bosque único, bello, atractivo, pese a que ese bosque ha sido repetidamente agredido, saboteado, pasado por el hacha de los grupos vandálicos de siempre… Y eso motivó, por ejemplo, que hubiera en distintos lugares una restauración de su obra dañada, y no solo en el País Vasco… Por ejemplo, el Ayuntamiento de Llanes, en Asturias, se ha comprometido para el próximo año, dentro del plan de sostenibilidad turística, en restaurar “Los cubos de la memoria”, la gran obra de Agustín, “afectada por la actividad del mar y la intemperie” (…)
¡Detenido por aquella gran revuelta obrera en Sestao!
Volviendo a años atrás, en junio de 1962, tiempo de especial descontento del mundo del trabajo y de plena actividad de Comisiones Obreras, cobre todo entre los trabajadores de la minería y de la siderurgia, la policía detuvo a Ibarrola, al que acusó de instigar la revuelta obrera en Sestao… El propio artista narró posteriormente las torturas que sufrió en aquella época, y describió la piel despellejada que le dejaron sus interrogadores… Y cuando fue a juicio, le condenaron a nueve años de cárcel de los que cumplió cinco…
Precisamente, en ese presidio Ibarrola pintó paisajes que le sirvieron como ejercicio técnico y, a escondidas, pintó también numerosa obra clandestina… Según varios compañeros de la cárcel, documentó la vida carcelaria y recreó el mundo de la represión, las detenciones, las torturas en comisaría y los juicios… En todos los momentos duros o blandos de la vida del artista, como y hemos señalado, fue humanamente e incluso intelectualmente acompañado de su mujer, Mari Luz Bellido…
Ibarrola analizado por distintos escritores y periodistas
Agustín siempre fue reconocido por su única y sorprendente aportación al mundo terráqueo y obrero, sobre todo, del arte, la naturaleza y el trabajo… Y siempre fue atacado por sus ideas políticas, como escribía José María Portillo recogiendo declaración del artista: “atacado, insultado y despreciado en tanto no hiciera púbica manifestación de renuncia de sus ideas políticas”, lo que nunca hizo… Una vez fallecido hemos seleccionado unas referencias de distinto artículos cuyos autores admiraron a Ibarrola…
Personalmente conservo una hermosa entrevista del recordado José Antonio González Cabrera, realizada cuando Ibarrola presentaba en Bilbao su “Bosque de tótems”, y antes de ir especialmente invitado a Arco y de exponer en el Museo Parpalló de Valencia… Se refirió en la larga entrevista a “El bosque pintado”, que responde –afirmó– a la recuperación de la dimensión del hombre en su entorno, como hacían los antiguos, yo lo he hecho desde conceptos estéticos y culturales, y también ecológicos” (…) Se refirió también a su trabajo con traviesas para la Renfe, convirtiendo parte de su material en obra de arte, como puede admirarse en la estación de Bilbao… Y no olvidó el éxito de participación colectiva, de treinta artistas, en el bosque de olmos de Salamanca… Y lamentó el hecho de que la mitad del citado Bosque de Oma fuera talado. Y preguntado si su trabajo artístico no estaba demasiado a la sombra de las polémicas en las que a menudo se veía envuelto, respondió: “Yo me mojé durante el franquismo, por la democracia y por la libertad. En aquella época desperté muchas iras y muchos odios. Había venido de París como un triunfador, por una cuestión de conciencia, y pasé a ser un hombre perseguido. Ya no tuve tiempo de promocionarme. Las galerías tenían miedo de exponer mi obra. Cuando hubo libertades, con la democracia, yo no tuve la fortuna de que me rescataran desde un primer momento como uno de los valores artísticos y culturales de este país. Y ahora resulta que tampoco tengo tiempo de promocionarme y hacer eso que hace mucha gente, convertirme en cortesano de las galerías y del poder político” (…)
Carmen Torres Ripa, en un finísimo artículo, escribía: “Tu mirada de hombre humilde llenaba de luz pálida tu entorno, porque tú, de pocas palabras, solo eras voz en los labios de tu mujer y siempre fuiste tan fuerte como los robles que rodeaban tu caserío… Dentro de tus obras nos has dejado el silencio doloroso de la libertad… Rompiste los barrotes de la cárcel y, para olvidar que estabas prisionero, hacías esculturas con migas de pan…
Por su parte, Enrique Santaren, en el diario “Deia”, escribía: “Como diría Blas de Otero, Agustín Ibarrola era un artista fieramente humano. Comprometido con el arte en toda su dimensión, así como con las personas, con la sociedad, con Euskadi” (…) Después de afirmar que se le recordará, además de por su intensa y extensa obra, por sus obligadas luchas, afirma que por lo que se le seguirá admirando será por sus creaciones, al sentirlas vibrar con ellas. Agur eta ohore… Un adiós con honor…
Jesús Cabrera, por su parte, califica a Ibarrola como “íntegro” y lo relaciona con los integrantes del Equipo 57, con sus aportaciones y exposiciones en Córdoba, “donde el artista vasco, en el amplio parque situado en la orilla izquierda del Guadalquivir, ideó un conjunto escultórico en el que combinaba la recreación de la huella en el subsuelo de los viejos arrabales de la ciudad con la nota colorista tan personal en su producción” (…)
Para Luis Alemany, en El mundo, Ibarrola ha sido muchos artistas y un solo ciudadano, un hombre granítico y sin fisuras… Como artista, hizo “land-art”, pintura de testimonio y de denuncia, investigación etnicista vasquista, realismo social, abstracción geométrica, escultura pública, constructivismo y brutalismo. Como ciudadano hizo el clásico periplo trágico, de represaliado del franquismo a acosado por ETA… La muerte de Ibarrola también entristece porque significa la desaparición de una generación, de un testigo en la historia reciente de España y del País Vasco” (…)
Manuel Muñoz, desde Valencia, escribe que la muerte de Ibarrola deja un inmenso vacío en el arte contemporáneo porque suponía uno de los últimos reductos de la vinculación entre la creación y el utopismo épico, sin que en el camino se interpusiese el mercado” (…)
“Todo el abanico ideológico se ha sumado al homenaje”
Termino recordando el homenaje que desde Bilbao se le tributó a Agustín Ibarrola el 26 de febrero de 1993, en el que comentó impresionado: “Es reconfortante que se hayan adherido al acto representantes de todo el abanico ideológico de este país” (…) Eso aseguró el artista horas antes de la cena homenaje que tuvo lugar en el bilbaíno Hotel Ercilla, con la presencia de más de 300 asistentes de toda España… El artista, como escribía Gerardo Elorriaga en “El Correo”, dijo que, además, se trataba de una ocasión excepcional para reunirse con aquellos que le descubrieron como un chaval de 16 años que ya estaba en la línea del arte moderno… Así mismo se refirió a la presencia de “viejos compañeros de cárcel que formaban piquetes de seguridad para proteger su labor creativa” (…) Y, además de recalcar que “el arte importante es siempre joven”, confesó estar profundamente conmovido por el homenaje, “que, para mí, es más significativo y más importante que todos los galardones… Y lo es porque tiene el calor de los amigos entrañables, y de las personalidades y otros ciudadanos de todas las profesiones, así como compromisos ideológicos del País Vasco” (…) Lo que no era de extrañar porque Agustín Ibarrola ha sido, seguramente, el artista que mas influyó directamente en la gloriosa y natural naturaleza, desde los bosques y el espacio abierto, y también el que más persecución ideológica sufrió, desde sus 16 años… Por eso y por su humanidad y sinceridad, así como su extensa, propia e insólita obra, nunca lo olvidaremos…