Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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Museo Guggenheim Bilbao (3): en 1991 comenzaron las negociaciones con los norteamericanos…

Por José Manuel Alonso.

Inicio el artículo de hoy, tercero dedicado al cumplirse los 27 años de la apertura del Museo Guggenheim Bilbao (18 de octubre de 1997), y lo hago con viva referencia a la actualidad de hace unos pocos días, cuando miles de vecinos de Busturialdea se concentraron y manifestaron para pedir la paralización total del proyecto del Guggenheim de Urdaibai, “proyecto que –según los organizadores de la manifestación– no responde a las necesidades de la comarca, hermosa y limpia zona de la marisma protegida, sino a las apetencias de una fundación privada”, y lo hicieron con un lema: “Urdaibai ez dago salgai” (“Urdaibai no está en venta”)… Y entre las razones, una muy clara: “Es algo que nos lo han impuesto y que no responde para nada a las necesidades que tiene la comarca, sino que es una amenaza para la zona” (…

            Desde luego, nada tiene que ver el intento de construcción de ese nuevo Guggenheim con el de Bilbao porque la época, la situación y sobre todo las necesidades vitales de una enorme crisis son muy distintas a las de ahora… Y así lo expresa el que hasta unas semanas y a partir de 1992, por iniciativa de Juan Luís Laskurain, entonces Diputado de Hacienda de Bizkaia, fue el director del Museo Guggenheim de Bilbao, Juan Ignacio Vidarte: “El futuro era negro y el Guggenheim nos dio confianza y autoestima” (…)

Primeros pasos para un gran museo en Bilbao

            En 25 de junio de 1991, los diarios vascos publicaban el “comienzo de la negociación de la Diputación de Bizkaia y el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco con la fundación neoyorkina Guggenheim, una de las sociedades culturales de mayor prestigio internacional, con museos en Nueva York, Salzburgo y Venecia para la creación de un museo de arte moderno en la comunidad autónoma…La Diputación de Bizkaia se ha comprometido ya a realizar un estudio sobren la viabilidad del proyecto” (…) Y enseguida los medios de información vascos informaron sobre la Fundación Guggenheim; “un mito en la vanguardia artística”, subrayando el hecho de que contaban con unos fondos artísticos valorados en dos billones de dólares…

Primera piedra del Guggenheim con Ardanza, Pradera, Ortuondo y Gehry

            Dos días más tarde de la noticia, el gran periodista y escritor santoñés Luciano Rincón (1933-1993), escribía sobre la Fundación Guggenheim y subrayaba el hecho de que el posible acuerdo de los norteamericanos con los vizcaínos “debería contar también con el interés de empresas privadas que vean la importancia de la oferta y oportunidad para el futuro de Bilbao”, y añadía: “el número de visitantes calculable puede favorecer muchas otras obras necesarias para Bilbao, además de la imagen” (…)

            Este periodista, con el fin de informar, asistió a partir del 24 de julio en Santander a un seminario sobre el museo Guggenheim de Nueva York, que permanecía cerrado por obras de restauración y expansión, lo que permitió la presentación de algunas piezas de su extraordinaria colección…… Y unos días más tarde, Thomas Krens, director del Museo de Nueva York nos declaraba que solo Bilbao se había interesado por los fondos de Guggenheim, con la idea de crear un museo, “cuyo proyecto permanece en estudio” (…)

            El 1 de septiembre de 1991, Juan Luís Laskurain, entonces diputado foral de Hacienda, tras unas negociaciones con la Fundación de Nueva York, afirmaba: “Se sigue avanzando en el estudio de viabilidad del museo y espero que salga adelante… En este mes de septiembre debemos madurar perfectamente la idea del nuevo museo” (…) Nueve días más tarde, el 10 del mismo mes, Thomas Krens, director de la fundación Guggenheim, se entrevistaba con el lehendakari Ardanza, para negociar la construcción del nuevo museo, lo que se comentaba ya como algo muy significativo…

            Joseba Arregi (1946-2021) señalaba días más tarde que “la Fundación norteamericana consideraba indispensable para instalarse en Bilbao dos requisitos: uno, que el nivel de las colecciones permanentes, sean de primera categoría mundial y que la localización y arquitectura del hipotético edificio a construir en Bilbao, en su conjunto, hagan del mismo un edificio de transcendencia internacional, que sea un atractivo en sí mismo” (…) 

            Las negociaciones vasco-norteamericanas duraron cerca de ocho meses, en los que hubo toda serie de comentarios y críticas en los medios informativos, y eso pese a que las previsiones de entonces, señalaban ya que una media de unas 500.000 personas, podrían desplazarse anualmente a Euskadi para asistir al Museo Guggenheim Bilbao… Y ha habido años, sobre todo los más próximos a la apertura, en que ese dato se ha duplicado, incluso en el año 2023 fueron: 1.324,221 visitantes…

            El 9 de septiembre de ese 1991 en el que se va definiendo el futuro Museo Guggenheim en Bilbao, J. A. González Carrera (1951-2008), admirado periodista de “El Correo”, conocido por “Toño”, publica una gran entrevista a Carmen Jiménez, representante del Guggenheim en España, subrayando “la gran importancia de intentar determinar el impacto que tendría un museo de las características del Guggenheim de Nueva York, de buscar la máxima rentabilidad del nuevo museo”, que formaría junto con el Museo de Bellas Artes, a unos pocos metros, en el Parque de doña Casilda, y la gran sala de exposiciones Rekalde, un interesante triángulo de atracción para el público en pleno centro de Bilbao…

            Por su parte, Luciano Rincón, unos días más tarde, el 22 de setiembre, publicaba en “El Correo” otro artículo dedicado al museo, titulado: “Guggenheim y su moraleja”, y en el que, subrayando el hecho de que la Fundación Guggenheim iba a instalar un museo en Bilbao, añadía: “Por fin tenemos una noticia cultural real, verificable y excelente, después de unos años de inmensos proyectos que no salían nunca del segundo refugio de la imaginación de sus promotores (…) El proyecto nos interesa a todos, y todos vamos a enriquecernos culturalmente con él y va a mejorar la imagen del País Vasco”… Y terminaba adelantando que “cuando se conozca cómo va a ser el museo se abrirá una polémica” (…) Y así fue…

            Al día siguiente, el 23 de septiembre, se publicaba en “El Mundo” un artículo del conocido galerista y escritor José Luís Merino titulado “Guggenheim y carencia”, en el que reflexiona favorablemente sobre el Museo Guggenheim en Bilbao: ”un hito histórico que sitúa a Bilbao como privilegiado escaparate mundial del arte” (…) Y subrayaba también que “urge una renovación del Museo de Bellas Artes de Bilbao, porque “un museo se ve acreditado por la vitalidad que insuflan las grandes obras de arte allí mostradas” (…), y criticaba la infrautilización que por entonces la Diputación de Bizkaia hacía sobre la Sala Rekalde…

            Y es el 24 de septiembre cuando se da a conocer que el Ayuntamiento de Bilbao recalificaría los terrenos donde iría ubicado el Guggenheim, exactamente en el solar que ocupaba la antigua fábrica de maderas, en la Campa de los ingleses, donde, a finales del siglo XIX, germinó la afición al fútbol practicado por los propios ingleses y que dio origen al Athletic, y comenzó a ser habitual el hecho de que marinos ingleses se enfrentaran a equipos bilbaínos recién creados…

            La parcela donde iría el Museo Guggenheim Bilbao sería de 46.000 metros cuadrados, tal como se aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Bilbao, acuerdo respaldado por todos los partidos representados en el consistorio. Y se dio a conocer que sería el Consejero de Cultura, Joseba Arregi, y no el lehendakari Ardanza, quien iba a presidir la delegación vasca en la firma del preacuerdo con la Fundación Guggenheim en Nueva York…

            Es entonces cuando algunos de los artistas vascos hacen sus primeras declaraciones sobre la iniciativa del Museo Guggenheim, al que acogen con agrado y también con reservas… Hablan Eduardo Chillida, Rafael Ruiz Balerdi, Néstor Basterretxea, Vicente Amestoy, Xabier Laka, Gaspar Montes Iturrioz y José Antonio Sistiaga (1932-2023) … Fue este último, pintor y realizador cinematográfico, conocido en el mundo sobre todo por su largometraje pintado a mano, quien señaló que “el Guggenheim supone un desprecio de la Administración a los artistas vascos, un desprecio que se ha hecho patente en quienes compusimos el grupo Gaur y por eso entiendo perfectamente las declaraciones negativas de Jorge Oteiza” (…) Y no fue el único artista vasco que se manifestó a favor de aquellas durísimas críticas de Oteiza…

            Para el gran Oteiza, el Guggenheim Bilbao era un “culebrón”

            El famoso escultor Jorge Oteiza (1908-2003), con el que este periodista tuvo muy buena amistad, fue, como veremos, el personaje más crítico con el Museo Guggenheim Bilbao, aunque llegó con el tiempo a firmar un acuerdo de paz con las instituciones vascas el 10 de marzo de 1998… Esa firma de colaboración entre el Museo Guggenheim de Bilbao y la fundación que llevaba el nombre del escultor, puso fin a la acumulación de críticas, descalificaciones e insultos lanzados por Oteiza contra los responsables de la política cultural del País Vasco. Las protestas de Oteiza habían arreciado al conocerse el acuerdo para la creación del Museo Guggenheim de Bilbao, íntegramente financiado por las arcas públicas vascas. Declaraba en 1992: «Es un auténtico culebrón, algo propio de Disney, un hecho antivasco totalmente, y que acarreará gravísimos daños y la paralización de todas las actividades culturales” (…)

            Sin embargo, ya fallecido, el artista triunfó en una de las exposiciones más grandes expuestas en el Guggenheim de Bilbao, de octubre de 2004 hasta el 9 de enero del 2005…. Fueron 140 esculturas de museos y colecciones particulares, y más de 40 dibujos y collages procedentes de la Fundación Museo Jorge Oteiza y que nunca antes se habían presentado al público…

            Volviendo a las críticas que hemos señalado, Jorge Oteiza, a finales de 1991, solicitó del lehendakari José Antonio Ardanza que “expulse de su gobierno” al consejero de Cultura, Joseba Arregi, a quien calificó de “desgraciado”, por el acuerdo que firmó con el Guggenheim, mediante el cual las diferentes Administraciones Vascas desembolsarán veinte mil millones de pesetas en el Museo de la Fundación norteamericana… Oteiza se expresaba de esta manera: “Puede comunicar a este Arregi que, como fui yo el primero en denunciar este negocio repugnante con los Guggenheim, voy a ser el primero en hacer un escarmiento (cuando tengamos, es un decir, un Parlamento libre, ya sería tarde) con ese desgraciado que tiene usted que eliminar de su Gobierno” (…)

            En su carta de protesta, Oteiza pretendía que “se abandonen las discusiones bizantinas inútiles sobre la revisión de las condiciones de este incalificable asunto”, y lo hacía en referencia a los pormenores del acuerdo alcanzado con el Guggenheim… El escultor y también poeta definió a la Guggenheim como una “Disneylandia que parece un escaparate de quesos y cuya única intención es albergar exposiciones de arte minimalista. Es una tomadura de pelo” (…) Así mismo explicó que consideraba idóneo para Bilbao –antes que el Guggenheim— un proyecto que él elaboró junto al conocido arquitecto Sáenz de Oiza (1918-2000) destinado a crear unos talleres de arte para formación estética en el antiguo mercado de La Alhóndiga…

            Por cierto, las duras críticas de Oteiza coincidieron con la presentación al Parlamento Vasco de Eusko Alkartasuna y Euskadiko Ezkerra-Auñamendo de una proposición en la que se instalaba al Gobierno Vasco, a la Diputación de Vizcaya y al Ayuntamiento de Bilbao que suspendieran los compromisos con la fundación Guggenheim norteamericana… Subrayaban dos aspectos negativos: “la fuerte inversión y el hecho de que no está clara cuál va a ser la colección que conformará el fondo básico del Museo” (…)

            Y volviendo a la extraordinaria exposición en el Guggenheim de Bilbao entre el 2004 y el 2005 titulada “Oteiza: mito y modernidad”, señalar que fue la mayor retrospectiva dedicada a este artista, exposición que estuvo comisariada por Margit Rowell y Txomin Badiola, y que reunió aproximadamente cuarenta obras, hasta el punto de que estuvo ubicada en las cuatro salas de formas singulares de la tercera planta del Museo. La muestra plasmaba la evolución formal y conceptual de Oteiza, reflejando así su proceso experimental y su extensa obra… ¡Todo un acierto!…

Más críticas que elogios en el acuerdo con los norteamericanos

            En la misma fecha, Félix Maraña, bajo el título de “Cultura y sensatez”, hace una inteligente crítica, manifestando su preocupación por la propia cultura vasca y no la americana… 

            El 26 de ese septiembre del 91, Jesús García Medrano, diseñador industrial, publicaba en “El Mundo” un artículo de página completa titulado “Guggenheim, inadecuado e inoportuno para Euskadi”, además de excesivamente caro… y no duda en atribuir las responsabilidades de lo que él cree una “majadería” que no evitará, sino que aumentará, la depresión existente en Vizcaya por falta de trabajo, lo que, aseguraba, es un índice alarmante…

   En esa misma fecha, se da a conocer el nombre del posible arquitecto para el Museo de Bilbao, Frank Ghery, “considerado como uno de los mejores a nivel mundial, muy vanguardista y valiente, que huye de la arquitectura tradicional, y está especializado en crear elementos singulares con caracteres simbólicos”, y al que dedicaremos un espacio más adelante y en otros artículos…

             Maite Redondo, periodista de Deia, publicaba aquel 26 de septiembre un amplio reportaje con entrevista al entonces presidente del Colegio de Arquitectos Vaso-Navarro, Federico Arruti, que afirmaba que “Bilbao necesita edificios emblemáticos que eleven el nivel cultural y de imagen… El arte no se acabó en el siglo XIX y los grandes edificios públicos tienen que ser exponentes del momento en que vivimos… A nivel cultural es evidente que este museo contribuirá a realzar y relanzar a Bilbao, ciudad que entrará en los circuitos internacionales” (…)

            Fue el 27 de septiembre cuando en una rueda de prensa Joseba Arregi declaraba que “la instalación en Bilbao de un Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, como el de la Fundación Guggenheim, es fundamental para dinamizar el desarrollo económico y social de Euskadi” (…) Y añadía: “Las inversiones en equipamientos culturales de este tipo son un claro atractivo para la industria y para el comercio, y las sociedades como la nuestra precisan de entornos intelectuales adecuados para su progreso, cuando no para su supervivencia” (…) Se supo entonces que el diseño de Frank Gehry para el Museo conjugará acero, piedra y agua… Y también que, en el mes de diciembre, al cumplirse los once meses de negociaciones se materializará el acuerdo con los norteamericanos del museo de Arte Moderno y Contemporáneo en Bilbao…

             Luciano Rincón (1933-1993) volvía a escribir sobre el museo con este titular: “Guggenheim y su moraleja” (…) Estas eran sus palabras: “Po fin tenemos una noticia cultural real, verificable y excelente después de unos años de inmensos proyectos que no salían nunca del seguro refugio de la imaginación de sus promotores… Y añadía: “Entre el Gobierno de Vitoria, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao han conseguido que sea posible un centro cultural de verdad, que magnifique el sector urbano de la ciudad de servicios que pretende ser Bilbao” (…)

            En la misma fecha del 28 de setiembre, Mitxel Ezquiaga publicaba un amplio articulo manifestando sus dudas sobre la construcción del museo, así como la millonaria inversión en momentos tan delicados económicamente, y coincidía con una declaración del director del museo Guggenheim de Venecia Philip Rylands, asegurando que no puede haber otra sede de esa misma firma en Europa… Incluso familiares de Peggy Guggenheim, concretamente sus nietos, acusaban a la fundación del museo de maltratar la colección veneciana… Y en “El País” de esa misma fecha, Eva Larrauri y Fernando Samaniego subrayan el hecho de que el Museo Guggenheim transformará Bilbao en una gran ciudad internacional… Y es el diario Egin quien insistía y subrayaba las incógnitas aún existentes en la construcción del museo…

Joseba Arregi: “Importancia de la cultura para el desarrollo económico”

            Joseba Arregi (1946-2021), durante sus años de consejero del Gobierno Vasco, siempre se prestó a explicar todas sus decisiones y apuestas importantes en el Departamento de Cultura, Juventud, Turismo y Deportes… Lógicamente, de lo que dio más explicaciones fue de la política del euskera, de la que no estaba muy satisfecho, y también de la apuesta del Museo Guggenheim con casi toda la sociedad en contra a través de la política y de la información vasca….

            Una de sus intervenciones que guardo con más cuidado es aquella titulada: “Cultura y desarrollo económico” (…) Fue en una exposición directa a los alumnos del master de “El Correo” para hablar principalmente sobre “la exclusión, normal e histórica, que se produce entre el mundo de la economía y el de la cultura”, exponiendo la importancia económica de la cultura del futuro y, en concreto, del proyecto Guggenheim Bilbao (…)

Tomás Uribeetxebarria y Joseba Arregi junto a Frank Gehry. (EL CORREO)

            Después de un análisis y explicación de la situación económica de Euskadi y de la necesidad de nuevas apuestas e inversiones económicas, añade: “No sería bueno que en estos momentos centráramos las posibilidades de desarrollo económico única y exclusivamente en la dotación a Euskadi de buenas infraestructuras viales y de telecomunicaciones, abandonando los campos de la cultura… El proyecto Guggenheim para Bilbao significa apostar por su crecimiento equilibrado, atento a todos los órdenes de la vida, capaz de crear entornos que, aparte del propio valor económico, sirven para acrecentar las condiciones del desarrollo del futuro”.

     Y añadía: “El proyecto Guggenheim coloca a Bilbao y, con ello, a toda Euskadi, en una buena e importante relación internacional… Y lo hace, además, en un momento en que las autarquías económicas son inviables, en que la interdependencia es una característica insoslayable en cualquier ámbito de la vida social, en que las relaciones a nivel internacional son en sí mismas un activo necesario… Y el museo Guggenheim aporta todo esto a nuestro país… Y ello supone no sólo el poder entrar en el circuito internacional de grandes exposiciones, sino el estar integrado en un mundo de relaciones internacionales que, a través de la cultura y el arte, alcanzan a otros dominios de la economía y las finanzas (…) La construcción del museo es contar con un activo intangible e innegable…, supone una inversión infraestructural que va a arrastrar a la economía” (…)

,Frank Gehry, “el armador del Guggenheim Bilbao”

                Quiero terminar el artículo de hoy, tercero dedicado al recuerdo de la constitución de la Sociedad y la edificación del Museo Guggenheim Bilbao, recordando de nuevo al genial arquitecto Frank Gehry, canadiense, que a los 17 años se trasladó a California, donde se licenció en arquitectura, y con el que este periodista coincidió en varias ocasiones, incluida su primera visita a Bilbao… Arquitecto que, como escribía Sol Alameda, “levantó el Museo Guggenheim Bilbao como un poderoso buque de titanio, y veía su edificio de Bilbao tan fuerte y tan directo como el carácter vasco” (…) Y recientemente,  a sus 95 años, afirmaba: “soy un luchador, y creo que soy un poco vasco”, y es que ya se sabe que los de Bilbao nacen donde quieren… Y nosotros, en un próximo artículo, seguiremos recordando la historia del Museo Guggenheim Bilbao…

                                                                               José Manuel Alonso