Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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88 años de la muerte de Miguel de Unamuno: intelectual tan plural como escritor único…

Por José Manuel Alonso.

Parece que fue antes de ayer cuando el genial escritor vizcaíno don Miguel de Unamuno fallecía en Salamanca, y, sin embargo, hace de ello 88 años: el 31 de diciembre de 1936, en plena guerra civil y tras un grave incidente público—social… En caso de tener que definir a don Miguel políticamente, la mayoría de los críticos lo hacen como un genio de “sesgo liberal” (…) Su oratoria fue calificada como fluida, familiar, incisiva, insinuante, irónica unas veces y desdeñosa otras, audaz en ocasiones, bien distinta de la que suele darse en los Parlamentos y en la propaganda política…

            En mi caso particular, desde hace años, procuro coincidir críticamente con el recuerdo de su muerte de final de año, escribiendo un artículo dedicado al genial escritor…, con el que he vivido varias experiencias. Voy a recordar tres de ellas… La primera de todas fue cuando en 1958, con 16 años, estudiaba sexto de Bachillerato en un colegio de Jesuitas, y el inspector del curso nos cazó a un amigo compañero y a este periodista con la novela “Niebla”, obra clave del escritor vizcaíno que el caracterizó con el nombre de “nivola” (…) Eso nos costó la expulsión del colegio por un par de días… Y unos pocos años más tarde, al hacer prácticas de periodismo en el extraordinario diario bilbaíno “La Gaceta del Norte”, se me informó que había varios autores que estaban prohibidos, y entre ellos me encontré de nuevo con don Miguel… Hubo otro hecho merecedor de recuerdo, en 1964, al celebrarse en Salamanca el centenario del nacimiento del escritor vasco, que coincidía con mi experiencia de profesor en la recién creada Facultad de Periodismo del País Vasco, en Leioa, y acerté al trasladarme con casi todo mi alumnado, más de cien alumnos, a la Semana Cultural que se celebró en la capital castellana como recuerdo y homenaje a don Miguel…

            Coincidiendo con el 31 de diciembre de otros años, este periodista ha ido publicando artículos sobre el mismo don Miguel de Unamuno, y lo ha hecho con referencias desde el mismo nacimiento, en la calle Ronda del Casco Viejo de Bilbao, hasta los último años, así como sus éxitos y sus enfrentamientos de carácter político en distintas fechas y poco antes de morir…

         Dos grandes ciudades en su vida: Bilbao y Salamanca

          Ya no me acuerdo de haber nacido en Bilbao el 29 de septiembre de 1864. Eso de que yo naciera –y el nacer es mi suceso cardinal en el pasado, como el morir será mi suceso cardinal en el futuro–, esto de que yo naciera es cosa que sé de autoridad y, además, por deducción. Y he aquí cómo del más importante acto de mi vida no tengo noticia intuitiva y directa, teniendo que apoyarme, para creerlo, en el testimonio ajeno. Lo cual me consuela, haciéndome esperar no haber de tener tampoco en el porvenir noticia intuitiva directa de mi muerte” (Recuerdos de niñez y mocedad)

            Miguel de Unamuno y Jugo, nació en Bilbao en 1864… En 1891 obtuvo, por concurso, la cátedra de griego de la Universidad de Salamanca, institución a la que estuvo ligado durante toda su vida. De esta época son sus conferencias y actitudes revolucionarias, que hicieron de él uno de los espíritus liberales de mayor influencia en toda España, e incluso en América… En 1901 fue designado rector de la Universidad de Salamanca, cargo que desempeñó hasta 1914, en el que fue destituido por sus ideas políticas muy liberales… Enemigo implacable de Alfonso XIII y Primo de Rivera, su permanente actitud disconforme y sus constantes ataques a la monarquía, determinaron, en 1924, su destierro a Fuerteventura, de donde logró escapar, estableciéndose en Hendaya… Triunfante en la República, se le restituyó al cargo de rector en Salamanca, y se le designó, en ocasión solemne (1933), ciudadano de honor de esa República… Murió en Salamanca el último día de 1936… Entre sus obras destacan, En torno al casticismo, La tía Tula, Niebla, Fedra, el Cristo de Velázquez… y se le contabilizan 87 cuentos y relatos cortos, de los que en 1913 seleccionó solo 26 para su libro “El espejo de la muerte” (…)

            Hace ahora 88 años, moría al calor del brasero salmantino este grandísimo intelectual y escritor vasco: honesto, claro, plural, directo y universal (“la inteligencia de mi raza es activa, práctica y enérgica”), y cuando me creáis más muerto, retemblaré en vuestras manos… Cuando vibréis todo entero al leer alguno de mis libros, soy yo, lector, que en ti vibro (…) Viene uno y me canta al oído aquel verso de Machado: Que las olas me traigan y las olas me lleven, / y que jamás me obliguen el camino a elegir. ¿No ves que mi misión es decir la verdad de lo que muchos creen y no se atreven a decir?”. Unamuno se definía como “escéptico, pesimista, anarquista, contradictorio, poeta cursi, filósofo triste, político lamentable. Un hombre que ha venido al mundo a poner dificultades más que a resolverlas. Los políticos son los que deben dedicarse a resolver problemas, y ha de haber quienes se dediquen a probar que esos problemas no están resueltos y que acaso son irresolubles. Yo disuelvo los problemas, no los resuelvo, para eso están los políticos…

Creyente en la justicia, en la crítica y en la libertad

         Según atestiguan quienes lo han estudiado en el mundo entero, moría un hombre “creyente en la Justicia y en la Libertad” (…) En la Justicia, con valentía para estar dispuesto a aceptar el castigo o rectificar, y reconocer las razones del otro, generalmente el de enfrente”… Y en la libertad, “pues la gozó proclamando la verdad frente a los embelecos programáticos” (…)

            No acabaríamos nunca de definir y de interpretar a Unamuno o lo podríamos definir en dos palabras. Así era de contradictorio. Pero en un caso o en otro habría quien no estaría de acuerdo… Esa es una de sus grandezas y de su actualidad permanente… Siempre vivo, siempre polémico, siempre crítico, siempre intelectual, con ese espíritu de con-vivencia en la duda y en la realidad… “¿No ves que mi misión es decir la verdad de lo que muchos creen y no se atreven a decir ni a sí mismos?” (…)

            Esta fue su lucha agónica, apasionada, con fondo de amor y una preocupación constante: su afán de no morir del todo… Y lo consiguió a través de sus muchos amigos lectores: “aquellos –decía– de quienes soy” (…) Y pervive en nosotros, está revivido porque está releído y re-polemizado, lo que es mucho más que leer y polemizar…    

De cuanto recuerdo de la lectura de don Miguel y de su vida en distintos lugares- voy a quedarme con las frases de un recordado político, del que fue lehendakari: José Antonio Ardanza, y lo hacemos por lo que tienen de recupera­ción y de pervivencia del escritor: “Lo que necesitamos es crítica, contraste y diferencias de opinión: Se echa de menos al intelectual en nuestro País Vasco, al que don Miguel criticó, es decir, amó tanto. Reclamamos, así, muchos más Unamunos para esta tierra” (…) Al recoger el reclamo del que fue primera autoridad política de este país, lo que Unamuno diría, al sentirse tan justamente halagado, eso de que “las ideas no vayan por un lado y la acción por otro” (…) “Donde todos dicen la misma palabra acaban todos por no oírla, y la conciencia se hunde, porque la conciencia del individuo es social, igual que la de un pueblo”… Por tanto, Unamunos, sed bienvenidos…

Los niños, las noticias y el periodismo en Unamuno

Unamuno decía: “nada más sagrado que un niño, guardián de la eternidad” (…) Y comentaba: “Lo más molesto de una fiesta es tratar de quitarle protagonismo a los niños y empeñarse en escuchar a los mayores…  Aunque bien mirado, desde el lugar que ocupan los niños, a éstos ni les va ni les viene el sesudo pensamiento de los mayores”. El niño, decía Unamuno, por recordarle en uno de sus mejores artículos, “mientras se está haciendo su mundo, soñándolo, entre otros niños, no vive ni sueña atado a lugar y a tiempo. Vive en infinitud y en eternidad. Su vida no es tópica ni crónica. Ni topo-métrica ni crono-métrica… Ignora la medida del espacio y la del tiempo. Ni el reloj ni el calendario rigen para él. Un solo día, ¡un solo día sin día siguiente, sin un mañana!” (…) Como escribía el poeta inglés Wordsworth, “el niño es el padre del hombre”, aunque el niño no lo sepa ni el hombre lo admita…

            En un artículo, publicado hace unos cien años, escribía Unamuno: «Cada día aborrezco más las noticias y, sobre todo, eso que llaman actualidad. No me convence eso de mirar un gran cuadro a un decímetro de distancia, ni eso de saber fragmentariamente y como por granos un desarrollo histórico… No es difícil imaginar qué diría hoy el gran «excitador Hispaniae» al comprobar que las noticias mediante las cuales se nos ofrece esa realidad fragmentada y omnipresente emanan con abrumadora frecuencia de órganos y personajes políticos. Ni siquiera son muchas veces, en rigor, noticias «políticas», sino declaraciones, ocurrencias, obviedades, chismorreas, bravuconadas o promesas de un quídam convertido incomprensiblemente en concejal de un Ayuntamiento, en consejero de unGobierno Autonómico, en jefe de algo… La masificación de la política ha producido el mismo efecto demoledor que la masificación de la Universidad o del cuerpo judicial: ha permitido que se colaran de rondón muchas cabezas mediocres, que, al oscilar, esparcen más sombras que ideas. Cualquiera de estos personajillos convoca lo que él y otros congéneres llaman burdamente una «rueda de prensa» y arroja sobre los resignados periodistas un manojo de trivialidades con la pretensión de que todas ellas aparezcan reproducidas en los medios de difusión, tal vez con fotografía incluida.  Algunas de esas declaraciones se filtran, en efecto, y proporcionan a la cabeza parlante momentánea notoriedad, que es, al fin y al cabo, lo que se pretendía al organizar el tingladillo informativo. Son gentes que se acogen a un conocido y jocoso desiderátum: «Que hablen de uno, aunque sea mal». Pero, como les va en el asunto su propia supervivencia como políticos, ya procuran ellos que se hable bien, canalizando, si es preciso, la información” (…)

            Y en otro artículo, afirma: Atraviesa la sociedad española honda crisis. Nos gobiernan, ya la voluntariedad del arranque, ya el abandono fatalista. Perpetuase el férreo peso de la ley social de bien parecer y de las mentiras a que se doblegan, por mucho que se encabriten, los individuos que sin aquélla sienten falta de tierra en la que sentar el pie. A la sombra de individualismo egoísta y excluyente acompaña la falta de personalidad. En esta sociedad compuesta de camarillas que se aborrecen sin conocerse, es desconsolador el atomismo salvaje de que no se sabe salir si no es para organizarse con comités, comisiones, subcomisiones y otras zarandajas. Se extiende y se dilata por toda nuestra sociedad una enorme monotonía que se resuelve en atonía, uniformidad mate, ingente ramplonería. Todo por empeñarse en disociar lo asociado y formular lo informulable.

            Es cada día mayor la ignorancia. Sobre esta miseria espiritual se extiende el pólipo político. En una politiquilla al menudeo suplanta la ingeniosidad al saber sólido. La pequeñez de la política extiende su virus por todas las demás expansiones del alma nacional. Los viejos partidos, amojamados en su ordenancismo de corteza, se arrastran desecados. Sudan los más populares por organizar almas hueras de ideas, hacer formas donde no hay substancia, cohesionar átomos incoherentes. Y nos recetan dieta.  

He aquí la palabra terrible: no hay juventud. Habrá jóvenes, pero juventud falta. Y es que la tienen comprimida. ¿Es que se sabe distinguir el brote nuevo? Se ha ejercido con implacable saña la tarea de despachurrar a los retoños tiernos, sin discernir el tierno tallo de la broza, y no se han tocado los tumores y excrecencias de las viejas encinas ungidas e intangibles. ¡Cuántos jóvenes muertos en flor en esta sociedad que sólo ve lo hecho, ciega para lo que se está haciendo! ¡Muertos todos los que no se han alistado en alguna de las masonerías, la blanca, la negra, la gris, la roja, la azul!… Los jóvenes tardan en dejar el arrimo de las faldas maternas, en separarse de la placenta familiar. Para escapar a la eliminación ponen en juego sus facultades camaleónicas hasta tomar el color del fondo ambiente. Las fuerzas más frescas y juveniles se agotan en establecerse, en la lucha por el destino. Se ahoga a la juventud sin comprenderla…

         Terminamos este apartado recordando un ensayo que Unamuno tituló Vida de Don Quijote y Sancho, en el que insiste que el personaje cervantino posee una realidad mayor y más densa que la de su autor mismo, afirmando así con su habitual estilo paradójico que no fue Cervantes quien engendró a Don Quijote, sino al contrario: Don Quijote el que engendró a Cervantes, pues de no ser por su personaje, el nombre de un tal Miguel de Cervantes apenas nos diría nada a la fecha de hoy.

            Se ha dicho que Unamuno es el escritor español que con mayor tenacidad indagó la presencia de Dios: agónico pensador en cuyos adentros libran cotidiana lucho solidaridad y soledad, duda y fe…

Distintas frases e ideas famosas de Don Miguel

            Tal y como él hizo a lo largo de su dilatada carrera de intelectual, además de la de profesor y crítico permanente, con claras repercusiones en su propia vida, pero sobre todo éxitos, Unamuno tuvo ideas y frases interminables y por eso recogemos algunas de ellas…

            La grandez poética de Unamuno se debe a su capacidad espiritual., a su espíritu inquisitivo, denso y penetrante // El estilo es camino, no un camino por el que se va, sino un camino que nos lleva… // Se ha dicho que Unamuno es el escritor español que con más tenacidad indagó la presencia de Dios; agónico pensador en cuyos adentros libran cotidiana lucha solidaridad y soledad, duda y fe…

            Siempre que escribo de Unamuno recuerdo una frase suya: “Estás equivocado…, porque partimos de distintos puntos de vista o, mejor, de muy distintos puntos de sentimientos”

            < “La liberad está en la lucha constante por hallarla

            < “Venceréis, pero no convenceréis”, afirmación de Unamuno dijo a Millán Astray, fundador de la Legión…

            < “Siente el pensamiento, piensa el sentimiento”

            < “El progreso consiste en el cambio”

            < “La 15 obra de Misericordia es la de despertar al dormido” (….)

            < “Cuando me creáis más muerto / retemblaré en vuestras manos”

            < “Podemos llamar pensamiento sintiente o sentimiento pensante. Momentos, muchos, en los que el corazón prevalecía sin olvidar el pensamiento y momentos en los que el pensamiento tenía que imponerse sin despreciar al corazón que siente”

            < Unamuno decía: «Leer, leer, leer, vivir la vida / Que otros soñaron. / Leer, leer, leer, el alma olvida / las cosas que pasaron. / Leer, leer, leer, ¿seré lectura / mañana yo también?»

            < “El intelectual, diestro y consagrador de la palabra, puede ayudar a construir (no a digitar) la opinión pública”. 

< Los presupuestos ideológicos de los que partía Unamuno eran tres: liberalismo, espiritualismo e individualismo…

            Y voy terminando al recordar que Unamuno subrayaba que “la naturaleza no miente”, y decía que “con amor podemos cambiarlo todo, hasta uno mismo” … Y decía también que “hay que escribir como se habla y el hombre no se define sólo por «pienso, luego soy», como quería Descartes, sino «siento, luego soy, existo», como predicó el escritor e intelectual vasco en 1913 sin que nadie le hiciera caso; y antes que él lo hizo el olvidado Pascal, un matemático que supo aliar razón y sentimiento, para bien de los hombres, porque, «el corazón tiene razones que la razón no tiene o no comprende»…  

            “Cuando me creáis más muerto retemblaré en vuestras manos” (…) Y si no es en las manos será en el pensar y repensar, leer y releer, sentir y resentir, acertar y confundir, escribir para tratar de extender mi admiración por don Miguel Unamuno, como pensador, sentidor, escritor, y permanente creador y polemizador …

                                               José Manuel Alonso