Por Patrizia Patrizi, European Forum for Restorative Justice, Profesora en la Universidad de Sassari – Italia
Todo el mundo necesita reconocerse como un miembro de la comunidad en la que viven, participar en las decisiones que les incumben, sentirse escuchados cuando están pasando por un período difícil; en el día a día, todos los seres humanos necesitan tener confianza en sí mismos y confiar y respetar a los demás. A pesar de estas necesidades humanas básicas, las comunidades locales están experimentando un aumento de las divisiones entre sus grupos, violencia dirigida contra los más débiles, acciones represivas contra aquellos que son diferentes, marginalización y exclusión. Es necesario un cambio cultural que haga posible superar los prejuicios y los estereotipos, atender a los que lo necesiten y sanar las divisiones sociales, y que fortalezca las relaciones entre individuos. Hay una necesidad generalizada de una mayor confianza, responsabilidad y solidaridad entre las personas. Esto requiere el compromiso de todos los ciudadanos, incluidos los responsables políticos, para apoyar el sentido de comunidad y reforzar la cohesión social.
¿Cuáles son los desafíos concretos a los que se enfrentan las ciudades hoy en día?
- La diversidad de nuestras comunidades se percibe como una amenaza, en lugar de como una oportunidad
- El individualismo que caracteriza a las sociedades modernas desconecta a los individuos
- La tecnología ha creado diferentes formas de comunicación
- La polarización, que va en aumento, es un caldo de cultivo de delitos de odio y de extremismo violento
- Las acciones y las negligencias de cada miembro tienen consecuencias tanto a nivel individual como colectivo. Aun así, las personas son interdependientes y las acciones de cada uno, o la falta de ellas, tienen consecuencias para los demás
- La falta de responsabilidad ciudadana puede provocar grandes daños en el entorno natural
- Ciertas áreas de las ciudades quedan abandonadas e inspiran inseguridad entre los habitantes
- Las personas más vulnerables suelen quedarse solas, aisladas y excluidas de los recursos y las oportunidades
- La asistencia a las víctimas y otros servicios de asistencia social no se ofrecen de forma generalizada, y no suelen estar bien anunciados
- Los individuos se necesitan unos a otros para poder reparar el daño y solucionar los problemas que existen en sus comunidades
¿Qué es la Justicia Restaurativa?
La Justicia restaurativa es un método para abordar el daño o el riesgo de daño a través de la participación de todos los afectados, con el objetivo de llegar a un entendimiento común y un acuerdo sobre cómo se puede reparar el daño o la transgresión y alcanzar justicia.
La justicia restaurativa es un método cuyo objetivo es reparar la injusticia y prevenir comportamientos nocivos. Pone el foco en valores como el respeto por la dignidad humana, la responsabilidad, la solidaridad, la justicia entre individuos, en las relaciones con elementos no humanos y con el medioambiente. El objetivo es fortalecer estas relaciones para crear unas condiciones de vidas seguras, inclusivas y orientadas hacia la consecución de la paz. El objetivo más amplio es conseguir el bienestar de la gente y de las comunidades.
En la práctica, la justicia restaurativa adopta los siguientes modelos: círculos de apoyo y rendición de cuentas, conferencias de la ciudad, círculos de paz y conferencias familiares.
Una ciudad restaurativa también debería ofrecer servicios y formación específicos para los miembros de la comunidad, tales como: asesoramiento restaurativo sobre los daños sufridos o los conflictos a gestionar, servicios de escucha restaurativa en las oficinas de las fuerzas de seguridad, formación sobre prácticas restaurativas en los colegios y en los servicios sociales y de justicia locales.
Sus principios básicos son los siguientes: comunicación auténtica y directa, procesos restaurativos diseñados de acuerdo con la cultura y los recursos locales, la participación de diferentes sectores de la población, el respeto de los acuerdos restaurativos a través de la responsabilidad individual y el apoyo social, el fortalecimiento del sentimiento de responsabilidad colectiva dentro de la comunidad.
La justicia restaurativa en las ciudades
Los conflictos pueden aparecer en cualquier sociedad, pero es importante aprender a gestionarlos respetando siempre la dignidad humana y buscando unidos las mejores soluciones. La justicia restaurativa es una herramienta muy valiosa para este fin: para animar a las personas a llegar a acuerdos entre ellas, en vez de distanciarlas, para identificar juntos la mejor manera de solucionar la injusticia que ha provocado dolor y enseñar a las personas a apoyarse en los demás. En los últimos años, se han desarrollado en Europa diferentes ejemplos de comunidades locales restaurativas. Ha surgido un movimiento, denominado Restorative City (Ciudad Restaurativa): se reúnen ciudadanos, colegios, centros de trabajo, asociaciones culturales y de deportes, las fuerzas de seguridad y otros actores, lo que aumenta el sentimiento de pertenencia y la autoestima, así como la calidad de vida. Las comunidades restaurativas dependen del valor humano básico de la justicia en nuestras sociedades democráticas, al que nos referimos como una experiencia individual de equidad, solidaridad y cohesión social, no como un valor moral impuesto por la ley y la política.
A tener en cuenta
Incentivar la responsabilidad y la seguridad
La concienciación generalizada y el trabajo de apoyo son esenciales para incentivar la responsabilidad individual y de la comunidad como una unidad. Es necesario dejar claro que la inclusión beneficia a todos. El trabajo preparatorio con todos los sectores de la comunidad es de vital importancia: cada uno de ellos debe saber que puede contar con la presencia de facilitadores, para que el diálogo se desarrolle de forma equilibrada entre las partes. Cada participante debe ser animado a asumir la responsabilidad de entablar un dialogo auténtico.
Integrar la justicia restaurativa en un sistema más amplio
Teniendo en cuenta que el valor fundamental de la justicia restaurativa es el respeto por la dignidad humana, en el contexto de una ciudad restaurativa todas las acciones que se tomen deben favorecer la constatación de los derechos humanos y evitar los distintos ámbitos de posible discriminación (género, orientación sexual, edad, condiciones socioeconómicas, etc.). Se debería prestar especial atención a la relación con la justicia penal: los procesos de diálogo que incluyen a los presos, las medidas alternativas a la detención, el personal de los centros penitenciarios, las víctimas y los servicios de apoyo para las víctimas y la prestación de servicios de justicia restaurativa en los tribunales y en las comisarías para todas las partes afectadas por un delito. Para conseguirlo, será necesario planear programas de sensibilización y cursos de formación destinados a los juristas y se deberían poner en marcha grupos de trabajo para propulsar un cambio cultural en los métodos de justicia del país.
Sensibilizar a la población sobre la justicia restaurativa
La justicia restaurativa es un área poco conocida, especialmente para aquellos que no son juristas profesionales. Para sensibilizar a la población e informarla mejor sobre el potencial de la justicia restaurativa para la comunidad, es necesario disponer de herramientas informativas adecuadas para los diferentes contextos (colegios, asociaciones de voluntarios, centros penitenciarios, barrios, etc.), para los diferentes grupos de edad, los diferentes grupos sociales y culturales, para las diferentes partes involucradas ( víctimas, ofensores, familias etc.). Si realmente entienden la relevancia de la justicia restaurativa, los individuos se involucran. Las ventajas de aprender a solucionar juntos los conflictos que puedan surgir en el contexto de las relaciones sociales siempre se deberían recalcar durante los debates participativos.
Formar a profesionales restaurativos
Los profesionales deben ser capaces de facilitar la involucración y participación de todos los sectores de la comunidad: los ciudadanos, servicios sociales, las fuerzas de seguridad, la administración local, las escuelas, los centros penitenciarios etc.; construir redes sociales es esencial para una ciudad restaurativa. Los profesionales deberían formarse en universidades o centros que tengan una experiencia demostrable tanto en prácticas como en formación de justicia restaurativa. Es esencial que la formación sea teórica (fundamentos de justicia restaurativa, valores y principios, programas), práctica (ejercicios en las aulas que permitan la involucración de los participantes) y experimentales (observación y contacto con las prácticas de justicia restaurativa en comunidad, guiadas y supervisadas por instructores expertos en justicia restaurativa y, concretamente, en comunidades restaurativas).
Lidiar con vulnerabilidades
Los niños, las minorías, los elementos no humanos constituyen grupos a los que es importante acercarse: una comunidad restaurativa cuida de todos sus miembros, especialmente de aquellos más desatendidos, ignorados, marginados o maltratados. Para acercarse a ellos, es necesaria una presencia generalizada en la comunidad, los colegios, las comunidades de acogida, los barrios e incluso en las calles. El trabajo en la comunidad es un recurso valioso: reuniones, sensibilización, oportunidades para reunirse con los ciudadanos, facilitadas en la medida de lo posible por las administraciones y asociaciones locales (humanitarias, religiosas etc.) que comparten el valor de la inclusión.
Identificar los riesgos y los desafío
Quizás el principal desafío al que nos enfrentamos en la creación de una ciudad restaurativa es aceptar que la transformación no es visible inmediatamente. El proceso de cambio en una comunidad social lleva mucho tiempo y se mueve dentro de redes muy extendidas. Para no perder la esperanza y mantener activa la participación de los grupos y los individuos, es necesario difundir gradualmente los resultados que se van obteniendo. La comunicación a nivel comunitario es esencial. Con este objetivo en mente, parece útil mantener activos los contactos con la prensa local y con las diversas agencias de comunicación, organizar eventos para compartir el trabajo que se está llevando a cabo y fomentar el compromiso de todas las partes para mejorar el bienestar en la vida de la comunidad. Algunos riesgos están relacionados con la creencia de que la justicia restaurativa sustituye a la justicia penal, y que la justicia restaurativa es una respuesta poco contundente a los conflictos y delitos que no tiene en cuenta las consecuencias de los comportamientos nocivos. Centrarse en sus valores y principios es necesario para garantizar que se tenga en cuenta la complejidad de la misión de una ciudad restaurativa y no se sustituya el sistema de bienestar social
Recursos
- The International Journal of Restorative Justice (issue 2, 2019): https://www.elevenjournals.com/tijdschrift/IJRJ/2019/2
- Working Group on Restorative Cities (2019-2020): https://www.euforumrj.org/en/working-group[1]restorative-cities
- Patrizi, P. (Ed.) (2019). La giustizia riparativa. Psicologia e diritto per il benessere di persone e comunità. Roma: Carocci.
- Pali, B. & Aertsen, I. (Eds.) (2018). Restoring Justice and Security in Intercultural Europe. New York: Routledge and Frontiers in Criminal Justice.
- FP7 project ALTERNATIVE – Developing alternative understandings of security and justice through restorative justice approaches in intercultural settings within democratic societies (2012-2016): https://www.euforumrj.org/en/alternative-2012-2016. KU Leuven, Bélgica
Autora: Patrizia Patrizi, European Forum for Restorative Justice, Profesora en la Universidad de Sassari – Italia
Referencia: European Forum for Restorative Justice (2020). Informe sobre Justicia Restaurativa y Ciudades Restaurativas. Leuven, Bélgica.
