Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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HASTA CUANDO

Por Montxo Urraburu

Un año más, los servicios que en la Administración se encargan de los incendios forestales, han afirmado rotundamente, que muchos de los incendios forestales que sufrimos cada año son provocados.

Son auténticos actos criminales. Actos que son verdaderos delitos y que se hacen acreedores a que caiga sobre ellos todo el peso de la ley. Están costando vidas humanas. Están costando el deterioro, la devastación y la destrucción de una riqueza común en términos absolutamente incalculables y, están costando mucho dinero que sale, como siempre, de nuestros bolsillos.

Independientemente de las investigaciones y a parte de las penas que puedan aplicarse a los autores, es hora ya, lo es hace tiempo, de una revisión jurídica de estos hechos criminales. Es necesaria una tipificación más concreta para estos delitos y unas penas acordes con su gravedad. Cada día se descubre que un incendio ha sido provocado. Es la aparición de las primeras llamas en varios sitios distintos y al mismo tiempo. En otros, es el encuentro de pruebas físicas que no dejan lugar a dudas.

Ayuntamientos, diputaciones, organismos locales, regionales o provinciales, administración central o autonómica, ministerios o comisiones, se disputan jurisdicciones y pretenden eludir responsabilidades.¿ Existe colaboración entre las distintas administraciones?. ¿ Existen planes generales actualizados y coordinados?

¿ Quienes son los criminales? ¿Locos aislados? ¿Una organización concreta? ¿Cuáles son los fines de los incendiarios? ¿ Sembrar el pánico? ¿Matar la riqueza forestal del suelo? ¿Fines políticos?. Diríamos que lo de menos son los fines e incluso los autores aislados o no. El problema está en los funestos resultados de una criminal  acción. Es posible que el eje del principio de la solución sea la busca y captura sin tregua de estos criminales y un posterior castigo. Un duro castigo, proporcionado y justo a la gravedad social, económica y ética de un delito. El tema es muy grave. Desde los problemas de contaminación en las ciudades, hasta el deterioro de nuestras zonas naturales y rurales, paisajes, playas, zonas turísticas, bosques…Cada año, el azote de los incendios forestales, calcina nuestros montes. Cada fin de semana convierte en vertederos nuestros prados. El calor, el viento y otros factores, han adelantado las acciones de los pirómanos. ¿Conoceremos a sus autores?