Por José Manuel Alonso
La Ley de Amnistía de 1977 fue uno de los pilares del edificio construido para que, a la muerte de Franco, el poder político siguiera adelante y no hubiera posibilidad de pedir responsabilidades a quienes habían mantenido o permitido la dictadura… Con la amnistía se cumplió y, por tanto, “se perdonaron los delitos del pasado, extinguiendo la responsabilidad de sus autores” (…I Y para ello contó con el apoyo del 94,7 % de los españoles…
Aunque este periodista, en los años 70 del siglo pasado, escribió en numerosas ocasiones a favor la Ley de Amnistía, recogiendo el clamor popular, hoy va a ser muy breve para explicar la que trata de conceder Pedro Sánchez, amnistía que necesita para seguir gobernando después de cinco años de mucho desgobierno, y de afirmar repetidamente, junto a compañeros de mando y de partido, que nunca la concedería… Y esto lo hago brevemente porque el lector de Kazetariak no necesita de muchas explicaciones de lo que está pasando…
Lo que sí vamos a recordar es aquella otra amnistía trabajada y conquistada, aquella que nada tiene que ver con la de ahora, para la que ya se ha manifestado en contra el Consejo General del Poder Judicial, con 12 votos a favor y tan solo 3 en contra, “tumbando –como dicen los periódicos– el informe que exculpaba a Puigdemont, aunque parece que la última palabra la tiene, después de tantas vueltas y revueltas, tan solo una persona: la “número dos” de la carrera fiscal, María Ángeles Fernández Conde, de adscripción socialista…
Dos años y un mes después de la muerte de Franco…
Aquella Ley de Amnistía fue promulgada el 15 de octubre de 1977, dos años y un mes después de la muerte de Franco… Se trataba de una norma jurídica con rango de ley que entró en vigor ese día de su publicación en el Boletín Oficial de Estado el 19 de octubre (…) La ley, reclamada, como hemos indicado, por el 94,7% de todos los españoles con su voto favorable, establecía la amnistía para todos los actos de intencionalidad política, actos considerados entonces delitos por la legislación, y ejecutados hasta el 15 de junio de 1977, fecha de la celebración de las primeras elecciones democráticas tras cuarenta años de dictadura (…) Pero más allá de la votación y de las implicaciones para el futuro democrático de España, una de las novedades de referéndum fue la participación de los medios informativos para difundir la campaña a favor del “si”… Y el presidente Adolfo Suárez, que había dirigido RTVE entre 1969 y 1976, fue muy consciente de la petición unánime de la sociedad española…
“¡Que nos den la amnistía! ¡Qué nos indulten del tiempo!”
Detentar ese poder de conceder clemencia a través de la amnistía ha sido, generalmente, un instrumento eficaz para conseguir la paz, el entendimiento y la convivencia entre las personas y los pueblos… Como lo fue aquella tras la muerte de Franco y con él su dictadura… Y lo fue gracias al levantamiento popular de casi todo el estado español y la participación de grupos concretos, incluidos los cantantes e intelectuales. Por ejemplo, Fernando Savater titulaba uno de sus artículos más famosos: “¡Que nos den la amnistía! ¡Que nos indulten del tiempo!” (…) Y los medios de información de mayor éxito en aquellos tiempos, como “Cambio 16”, destacaba: “Una nueva etapa histórica no puede iniciarse sino se hace tabla rasa del pasado. El rencor, de un lado y otro, el recordar los caídos y los compañeros muertos, solo sirve para mantener abierta una brecha que hay que cerrar si queremos recomponer por aquí la nueva y difícil libertad española… Otros medios informativos repetían una frase muy clara: “Hay que liquidar una larga etapa anterior y normalizar el paso a la democracia” (…)
Cuando la amnistía era un clamor en la calle
Durante toda la campaña a favor de la amnistía hubo varios lemas como “Tu voz es tu voto”, “Si quieres la democracia, vota”, “Infórmate bien y vota” (…), pero el que más éxito tuvo y fue también uno de los himnos de la Transición: “Habla, pueblo habla” (…) Y hubo anuncios en radio y televisión que iban acompañados por esa conocida canción popularizada por el grupo “Vino Tinto”. A esa canción se unieron otras como “Libertad sin ira”, del grupo Jarcha…
Se identificaba la amnistía con cambio político: la democracia
Ya en diciembre de 1974, el Sínodo de los Obispos españoles, por su parte, afirmaba: “Requerimos que las naciones y grupos en conflicto procuren la reconciliación suspendiendo la persecución de otros y concediendo la amnistía, signada por la benevolencia y la equidad a los prisioneros políticos y exiliados” (…) Y si recogemos alguno de los muchos ejemplos de la intelectualidad y la política española de entonces, podemos destacar a Enrique Linde que, para entonces era ya miembro de la UGT y del PSOE, y que publicó “Amnistía e indulto en España”… En una larga entrevista, nos declaraba :“Es esta la primera vez en nuestra historia que la amnistía se transforma en estandarte popular, en que se identifica amnistía con cambio político, en que se entiende que la concesión de una amnistía total es el requisito indispensable para que comience en España una nueva etapa, etapa en que la era de Franco sea tan solo un inevitable antecedente” (…) Y fue entonces cuando se hizo una reforma jurídica, reforma que dio pasado a una transformación de la sociedad española en una sociedad moderna, libre y democrática… que posibilitó una evolución prácticamente sin tensiones ni represiones…, salvo la ocasionada por grupos terroristas…
En todos aquellos meses, este periodista se llenó de hechos y declaraciones de expertos e intelectuales, y, además de dar alguna charla, escribió un libro conmemorativo, titulado “Amnistía conquistada”, aunque en alguna parte de aquel texto subrayaba que, “al menos en el País Vasco, fuera “Amnistía arrancada”, y lo fue por el número de protestas y peticiones extendidas por todos los pueblos… Y ya avanzado el año 1977, esa amnistía, la amnistía en España para presos y exiliados, se consiguió, como ya hemos indicado, con el advenimiento de la democracia y gracias al estandarte popular… Fue un reclamo generalizado y manifestado de la opinión pública… Y eso hizo despertar y obligar al poder político de todo el estado a concederla; y al pueblo en general: a celebrarla…
Ese cambio político, de la dictadura a la democracia, fue haciéndose realidad en el estado español, y la conclusión estuvo, principalmente, en la aprobación de la amnistía. Incluso se escribía unos años antes, en 1974, lo siguiente: “La concesión de una amnistía total es el requisito indispensable para que comience una nueva etapa en que la era de Franco sea tan solo un inevitable antecedente después de una guerra” (…) Y se añadía: “solo con la amnistía, el rencor, el recelo y el recuerdo de los familiares y compañeros muertos, de un lado y de otro, cerraría la herida o la brecha abierta… La decisión única por y en la amnistía sería recomponer una nueva y próspera libertad” (…) Y se concluía: “Ese fue el nuevo valor, el perdón, la amnistía, para todos” (…)
Queda claro que la amnistía post franquista, en beneficio de todo el estado español, nada tiene que ver con la que se pretende en el momento actual, tan solo en beneficio, fundamentalmente, de unos partidos o de unos políticos, que han cometido graves delitos o que pretenden acabar con el estado del que forman parte, y que, hablando claro en el caso catalán, se benefician respecto a otras muchas regiones claramente discriminadas y perjudicadas… En fin, una amnistía destinada a unos pocos, la mayoría catalanes, y a la voluntad de Pedro Sánchez y los suyos, sobre todo para seguir gobernando y hacerlo no sólo con el apoyo de buena parte de los socialistas, no de todos…
La situación actual nos hace recordar que, el pasado 30 de enero, Junts per Catalunya decidió cumplir sus amenazas al presidente Sánchez y votó en contra de la nueva ley sobre la Amnistía… Ahora, se abre un plazo de alrededor de un mes, un mes para que el partido de Carles Puigdemont y el PSOE renegocien los cambios que Junts exige, y lo hace para dar su sí a la amnistía, cambios que, básicamente, tienen como objetivo ampliar el ámbito de aplicación de la medida de gracia a todos los presuntos delitos, algunos de puro terrorismo, y de traición al estado, delitos cometidos durante el procés y en los años siguientes…
Esa decisión de torpedear el envío de la ley de amnistía al Senado fue adoptada por 179 diputados: los de PP, Vox, UPN y Junts..,. Eso no significaba que la proposición de ley se tumbara de manera definitiva. Y eso implica que el redactado que se debatió y votó en el Congreso tendrá que renegociarse. La formación de Puigdemont insiste en que no transigirá con nada que no sea aceptar sus enmiendas, mientras el PSOE se plantó y, a través de un comunicado, espetó que «la ley es sólida y no puede someterse a cambios con cada nueva noticia que se conoce»…. Sin embargo, en los últimos días están estudiando nuevos cambios…. Y la única y última realidad es que nadie sabe cómo va a terminar esto y digo esto porque prefiero no calificarlo…
Termino recordando hoy antes que nada lo más elemental en una democracia: la separación de poderes, y la justicia es el primero o el tercero, pero es un poder libre y ajeno a los otros dos. ¿Queda claro?…
José Manuel Alonso
Nota.- Hay otro aspecto relacionado con Carles Puigdemont y su partido: la posible relación que ha tenido con Rusia. La Eurocámara, con una mayoría abrumadora, ha pedido investigar las injerencias rusas en Cataluña y sus lazos con Puigdemont… Por tanto, esto no acaba…
