Los periodistas tenemos la misión de formar, informar y entretener pero, sobre todo, tenemos el deber de trabajar, con humildad, desde el compromiso, honestidad y valentía; contar con pelos y señales todos los matices de una realidad que dadas las circunstancias no sabemos dónde nos puede llevar.
Aunque incomode, debería importarnos más la verdad, lo que se esconde y define una realidad que obstinadamente el ser humano a lo largo de la historia trata de esconder, manipular y reducir a la mínima expresión de un pensamiento único, o un blanco o negro….
Pero las cosas son mucho más complejas y ahí es donde entra en juego el periodismo, entendido no es solo como una acumulación de datos, cifras, estadísticas… El buen periodismo tiene una dimensión social, pedagógica para esclarecer y difundir una verdad que necesitamos para gestionar nuestra vida, para respirar y reconocernos seres humanos pensantes y dueños de nuestro devenir.
Una sociedad avanzada que se precie como tal ha de agradecer la labor de los profesionales de los Medios de Comunicación porque por formación y vocación somos sello de calidad ante el caos, la mentira y la desinformación.
El periodismo es un arma cargada de verdades y esperanza para conocer y desde ese conocimiento, mejorar un mundo echado a perder en guerras que nos atraviesan el alma y la vida.
Nuestra principal y altísima responsabilidad es trabajar para que haya una Opinión Pública formada, a prueba de engaños, ligerezas, mentiras …Una ciudadanía con criterio que no se quede en la mera recepción de información.
Somos uno de los oficios más importantes, de riesgo, pero de los más importantes, somos argamasa para el encuentro, para transformar y mejorar una realidad dura, cruda, injusta, imposible para una gran parte de la Humanidad.
A pesar de las incertidumbres que nos acechan, ahora el periodismo, los periodistas y los medios somos más necesarios que nunca para aportar luz en ese peregrinaje hacia la libertad, la democracia y un horizonte donde primen los derechos humanos, no para unos pocos, sino para todo el mundo
Tenemos que recuperar el respeto y prestigio social por lo mucho que significamos. Con humildad, haciendo bien nuestro trabajo, sin soberbia, desarrollando un periodismo ejemplar, de miradas y detalles en los que recojamos el pálpito de la vida. Narrar lo que vemos, verificamos, sentimos y vivimos y en muchos casos no se ve o se trata de tapar.
Nuestro deber es informar no fomentando el odio sino de manera que eso ayude a la sociedad y a la opinión publica que debe entender que la libertad de expresión, información y prensa son fundamento de la dignidad humana, valiosos derechos que constituyen la base de todas las demás libertades.
Los periodistas tenemos el deber ético de convencer a la ciudadanía de que necesita saber, informarse correctamente para después opinar y actuar con conocimiento de causa.
Todo esto , que es sabida y pura teoría, hay que implementarlo, hay que hacerlo en red, trenzando alianzas con el resto de nuestra sociedad.
En esas estamos en la Asociación y el Colegio Vasco de Periodistas con la mano tendida y la mejor de las voluntades. Queremos participar en la búsqueda de soluciones y en todos los proyectos que construyen ya afectan a nuestro país, que aportan oportunidades de vida, equilibrio, bienestar y justicia a nuestra sociedad.
En consonancia con estos objetivos un par de apuntes:
A las instituciones, autoridades y partidos políticos:
Que apoyen, que defiendan con determinación a los medios y garanticen el ejercicio de nuestra trabajo porque, que esto funcione de verdad y con calidad, define una sociedad avanzada de otras que no lo son.
Deben ser los primeros en prestigiar, impulsar y potenciar el periodismo de calidad. Los primeros en entender que somos parte esencial de la sociedad y actuar y tratarnos en consecuencia. Tenemos que sentir su aliento, su apoyo y su respeto.
En este sentido, hay dos temas que arrastramos desde hace tiempo, cada vez que se plantean siempre hay buenas palabras pero nunca se remata, nunca se llevan a cabo
A nivel estatal, pedimos a los partidos políticos que conforman el Congreso de los Diputados, que, al margen de presiones de lobbys que han tenido hasta ahora el monopolio de la representación, cumplan la ley y creen el Consejo General de Colegios Profesionales de Periodistas. Somos 11 los colegios de periodistas creados por leyes autonómicas en nuestros respectivos parlamentos.
Once, a partir de dos, la ley faculta la creación de ese Consejo General que representa la interlocución oficial de cualquier profesión…de todas menos la nuestra…eso tiene que cambiar.
A nivel de Euskadi pedimos que se cuente con nosotros, que el Colegio Vasco de Periodistas este en órganos consultivos, empezando por el Consejo de Administración de Eitb, donde esta todo el mundo menos los periodistas
A los editores y responsables de medios:
Que vivan estos momentos de incertidumbre y crisis como una oportunidad para hacer las cosas bien, con energía innovadora, con ánimo e imaginación y siempre apuntando al interés general; un interés general que han de hacer compatible con la línea editorial y la búsqueda de beneficios.
Hay que dejar de copiar y hacer lo que hacen todos, abandonar fórmulas caducas, muchas meras replicas que son más de lo mismo y que no convencen a nadie.
Tienen que apostar por la calidad, por el capital humano y su formación permanente. Por mucho que nos apoyemos en la Inteligencia Artificial, las máquinas y algoritmos no van a ser suficientes para que jóvenes y no tan novenes podamos afrontar los retos y dificultades.
Es necesaria la hondura, la profesionalidad, la mirada y sensibilidad de nuestra profesión para entender y manejarse en el mundo.
Y la calidad en la información pasa por salarios y condiciones dignas de trabajo. Pasa por dejar a un lado el edadismo, no desperdiciar el talento y la experiencia senior. A partir de los 45-50 años hay profesiones que te dan por amortizado….es un desperdicio imperdonable.
El camino hacia el futuro tenemos que recorrerlo juntos, mano a mano jóvenes, con su fuerza e ímpetu, y los mayores con nuestra experiencia .
A la Universidad
Hay que inyectar en vena al alumnado, insistir desde primer curso y hasta el último día de universidad, la necesidad de vocación, pasión, que entiendan que han de entender su trabajo como un servicio público y que eso les exige destrezas en nuevas herramientas pero sobre todo les exige curiosidad, compromiso, rigor, hambre de saber y conocer, cercanía con todo lo que se hace y bulle en su entorno. Y a eso, lo llamamos vocación.
Tienen que asumir que deben organizarse, que deben colegiarse para salvarse individual y defender el periodismo.
A los periodistas
A pesar de los pesares hay que empeñarse en mantener encendida la llama de la pasión y confianza en la importante función social de nuestra profesión…y tenemos que crear músculo y comunidad.
Las investigaciones llevadas a cabo en Europa para saber la razón por la que gozamos de escasa credibilidad y prestigio subrayan que de debe a que todo es demasiado previsible, estamos demasiado alineados, atados y subordinados a la línea editorial de nuestro medio. El periodismo que necesitamos a de ser libre y valiente o no es periodismo.
Somos periodistas hasta el final de nuestros días. Más allá del lucimiento y éxito personal deberíamos implicarnos en la defensa y devenir de nuestra profesión. Tenemos que Colegiarnos, asociarnos, ser más gregarios, activistas, defensores y custodios del prestigio, respeto y consideración que se nos debe.
Tenemos que organizarnos, no permitir ni pasar por alto ningún ataque a la libertad de información y los hay, vaya que los hay, y muy graves.
Ataques que no respetan la naturaleza y nuestra necesaria libertad de movimientos para verificar y diversificar las fuentes informativas.
Nos zarandean, insultan, agreden, encarcelan y matan. Pretenden decirnos a quien podemos y no podemos entrevistar, nos convierten en sospechosos de espionaje por estar en determinados lugares o nos reclaman fianzas elevadísimas por considerarnos responsables subsidiarios de lo que manifiesten nuestros entrevistados. No podemos permitir tal retroceso, no debemos consentir un paso atrás.
Acabó con un rotundo y sin matices NO A LAS GUERRA, hago mía la frase de un querido amigo y gran político, de Julio Anguila “Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”.
Ojalá surja algún líder a nivel mundial con carisma y fuerza que insufle cordura y pare este genocidio que pasará a la historia como otra de las grandes vergüenzas de la humanidad..
Bitartean, Gora Euskal Herriko Kazetaritza, hora Euskal Kazetariak !!!!
Amaia Goikoetxea
Decana del Colegio Vasco de Periodistas
Presidenta del Colegio Vasco de Periodistas
ASKATASUNARI BELDURRIK GABE
Kazetariok trebatu, informatu eta entretenitu egin behar dugu, baina, batez ere, apaltasunez, konpromisotik, zintzotasunetik eta ausardiatik lan egin behar dugu; egoerak eraginda nora eraman gaitzakeen ez dakigun errealitatearen ñabardura guztiak ilez eta seinalez kontatu behar ditugu.
Deseroso egon arren, egia gehiago inporta beharko litzaiguke, historian zehar gizakiak setati ezkutatzen, manipulatzen eta pentsamendu bakar baten, edo zuri edo beltz baten adierazpen minimora murrizten saiatzen den errealitatea ezkutatzen eta definitzen duena…
Baina gauzak askoz konplexuagoak dira, eta hor sartzen da jokoan kazetaritza, ulertuta ez dela datu, zifra, estatistika eta abarren pilaketa bat bakarrik. Kazetaritza onak dimentsio sozial eta pedagogiko bat du, gure bizitza kudeatzeko, arnasa hartzeko eta gure bilakaeraren jabe diren gizaki pentsatzaileak eta gure burua aitortzeko behar dugun egia bat argitzeko eta zabaltzeko.
Gizarte aurreratu batek, bere burua halakotzat hartzen duenak, komunikabideetako profesionalen lana eskertu behar du, prestakuntza eta bokazioz kalitate-zigilu garelako kaosaren, gezurraren eta desinformazioaren aurrean.
Egia eta itxaropenez betetako arma da kazetaritza, arima eta bizitza zeharkatzen dizkiguten gerretan galdutako mundua ezagutzeko eta ezagutzeko.
Gure erantzukizun nagusia eta oso handia da Iritzi Publiko osatu bat egon dadin lan egitea, engainuen, arinkerien, gezurren eta abarren aurka. Informazioa jasotze hutsean geratzen ez den irizpidea duen herritar bat.
Lanbide garrantzitsuenetako bat gara, arriskutsua, baina garrantzitsuenetako bat, topaketarako argamasa gara, gizateriaren zati handi batentzat ezinezkoa den errealitate gogor, gordin, bidegabe bat eraldatzeko eta hobetzeko.
Gure ziurgabetasunak gorabehera, orain kazetaritza, kazetariak eta hedabideak inoiz baino beharrezkoagoak gara askatasunerako, demokraziarako eta giza eskubideak gailentzen diren horizonterako erromesaldian argia emateko, ez gutxi batzuentzat, mundu guztiarentzat baizik.
Errespetua eta prestigio soziala berreskuratu behar ditugu, asko esan nahi dugulako. Apaltasunez, gure lana ondo eginez, harrokeriarik gabe, bizitzaren zurbiltasuna jasoko dugun begirada eta xehetasunez betetako kazetaritza eredugarria garatuz. Ikusi, egiaztatu, sentitu eta bizi duguna kontatzea, eta kasu askotan ez da ikusten edo estali egin behar da.
Gure eginbeharra da informazioa ematea, ez gorrotoa sustatuz, baizik eta gizarteari eta iritzi publikoari laguntzeko, ulertu behar baitu adierazpen-askatasuna, informazioa eta prentsa giza duintasunaren oinarri direla, gainerako askatasun guztien oinarri diren eskubide baliotsuak.
Kazetariok betebehar etikoa dugu herritarrak konbentzitzeko jakin behar duela, behar bezala informatu behar duela, ondoren iritzia emateko eta jakinaren gainean jarduteko.
Hori guztia, jakina eta teoria hutsa dena, inplementatu egin behar da, sarean egin behar da, gure gainerako gizartearekin aliantzak txirikordatuz.
Horietan, Kazetarien Euskal Elkartean eta Elkargoan gaude, eskua luzatuta eta borondaterik onenarekin. Irtenbideak bilatzen parte hartu nahi dugu, bai eta gure herriari eragiten dioten eta gure gizarteari bizitza-, oreka-, ongizate- eta justizia-aukerak ematen dizkioten proiektu guztietan ere.
Helburu horiekin bat etorriz, ohar pare bat:
Erakunde, agintari eta alderdi politikoei:
Laguntza eman dezatela, erabakitasunez defenda ditzatela bitartekoak eta berma dezatela gure lana gauzatuko dela; izan ere, horrek benetan eta kalitatez funtziona dezan, gizarte aurreratu bat definitzen du, ez diren beste batzuez osatua.
Kalitatezko kazetaritza prestigiatzen, bultzatzen eta indartzen lehenak izan behar dute. Lehenak gizartearen funtsezko parte garela ulertzen, eta horren arabera jokatzen eta tratatzen. Haren arnasa, babesa eta errespetua sentitu behar ditugu.
Alde horretatik, aspalditik arrastaka eramaten ditugun bi gai daude, planteatzen diren bakoitzean beti daude hitz onak, baina ez da inoiz amaitzen, ez dira inoiz gauzatzen.
Estatu mailan, Diputatuen Kongresua osatzen duten alderdi politikoei eskatzen diegu, orain arte ordezkaritzaren monopolioa izan duten lobby-presioak alde batera utzita, legea bete dezatela eta Kazetarien Elkargo Profesionalen Kontseilu Nagusia sor dezatela. Lege autonomikoen bidez sortutako 11 kazetari-elkargo gara gure parlamentuetan.
Hamaika, bitik aurrera, legeak ahalmena ematen du Kontseilu Nagusi hori sortzeko, edozein lanbideren elkarrizketa ofiziala ordezkatzen duena, gurea izan ezik. Horrek aldatu egin behar du.
Euskadi mailan, gurekin egoteko eskatzen dugu, Kazetarien Euskal Elkargoa kontsulta-organoetan egoteko, EiTBren Administrazio Kontseilutik hasita, non mundu guztia dagoen, kazetariak izan ezik.
Editoreei eta hedabideen arduradunei:
Ziurgabetasun- eta krisi-une hauek gauzak ondo egiteko aukera gisa bizi ditzatela, energia berritzailearekin, animoz eta irudimenez, eta beti interes orokorra azpimarratuz; interes orokor hori argitalpen-ildoarekin eta etekinen bilaketarekin bateragarri egin behar dute.
Denek egiten dutena kopiatzeari eta egiteari utzi behar zaio, formula zaharkituak utzi behar dira, gauza bera baino gehiago diren eta inor konbentzitzen ez duten erreplika huts asko.
Kalitatearen, giza kapitalaren eta etengabeko prestakuntzaren aldeko apustua egin behar dute. Adimen artifizialean oinarritzen bagara ere, makinak eta algoritmoak ez dira nahikoa izango gazteek eta ez hain gazteek erronkei eta zailtasunei aurre egin ahal izateko.
Beharrezkoa da gure lanbidearen sakontasuna, profesionaltasuna, begirada eta sentsibilitatea munduan ulertu eta maneiatzeko.
Eta informazioaren kalitatea soldata eta lan-baldintza duinetan oinarritzen da. Edadismoa alde batera utzi behar da, talentua eta senior mailako esperientzia alferrik galdu gabe. 45-50 urtetik aurrera, badira amortizatutzat jotzen zaituzten lanbideak… ezin barkatuzko zaborra da.
Etorkizunerako bidea elkarrekin egin behar dugu, eskuz gazte, beren indar eta kemenarekin, eta helduok gure esperientziarekin.
Unibertsitateari
Ikasleei zainetan txertatu behar zaie, lehenengo mailatik unibertsitateko azken egunera arte, bokazioaren eta pasioaren beharra azpimarratu behar zaie, beren lana zerbitzu publiko gisa ulertu behar dutela uler dezaten, eta horrek tresna berrietan trebetasunak eskatzen dizkiela, baina, batez ere, jakin-mina, konpromisoa, zorroztasuna, jakiteko eta ezagutzeko gosea, egiten den guztiarekiko hurbiltasuna eta beren ingurunean errabiatzea eskatzen die. Eta horri bokazioa esaten diogu.
Beren burua antolatu behar dutela onartu behar dute, elkargoko kide egin behar dutela beren burua salbatzeko eta kazetaritza defendatzeko.
Kazetariei
Atsekabeak gorabehera, gure lanbidearen funtzio sozial garrantzitsuan grinaren eta konfiantzaren sugarra piztuta mantendu behar dugu… eta giharra eta komunitatea sortu behar ditugu.
Sinesgarritasun eta ospe txikia izatearen arrazoia zein den jakiteko Europan egin diren ikerketek azpimarratzen dutenez, dena aurreikustekoegia da, eta, beraz, lerrokatuegiak, lotuegiak eta gure hedabidearen ildo editorialari lotuegiak gaude. Aske eta ausart izateko behar dugun kazetaritza edo ez da kazetaritza.
Kazetariak gara gaur egun arte. Argitasun eta arrakasta pertsonaletik haratago, gure lanbidearen defentsan eta bilakaeran inplikatu beharko ginateke. Elkargoko kide egin behar dugu, elkartu, grekoagoak, aktibistagoak, defendatzaileagoak eta zor zaigun ospe, errespetu eta begirunearen defendatzaileagoak izan.
Antolatu egin behar dugu, informazio-askatasunaren aurkako erasorik ez dugu alde batera utzi behar, eta badira, bai, eta oso larriak.
Eraso horiek ez dute natura eta gure mugimendu-askatasuna errespetatzen, informazio-iturriak egiaztatzeko eta dibertsifikatzeko.
Itsasoratu, iraindu, eraso, espetxeratu eta hil egiten gaituzte. Elkarrizketatu ahal dugunari eta ezin dugunari esan nahi digute espioitza-susmagarri bihurtzen gaituztela leku jakin batzuetan egoteagatik, edo fidantza oso handiak eskatzen dizkigutela, gure elkarrizketatuek adierazten dutenaren erantzule subsidiariotzat hartzen gaituztelako. Ezin dugu horrelako atzerapausorik onartu, ez dugu atzerapausorik onartu behar.
EZ GERRARI, nire egiten dut Julio Anguilaren lagun maite eta politikari handi baten esaldia, «Malditas izan zaitezte gerrak eta horiek egiten dituzten zitalak».
Mundu mailako liderren bat sortuko ahal da karisma eta indarrarekin, genozidio hau piztu eta gelditzeko, gizateriaren beste lotsa handienetako bat bezala historiara pasako dena.
Bitartean, Gora Euskal Herriko Kazetaritza, hora Euskal Kazetariak !!!!
Amaia Goikoetxea
Kazetarien Euskal Elkargoko dekanoa
Euskal Kazetarien Elkarteko presidentea
