Por Naiara Larrea, Directora del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes, vía Web OPRA
El protagonista de la decoración navideña en los hogares es el Árbol de Navidad. Tengamos en cuenta estos consejos a la hora de poner el árbol para evitar sustos, y si ya lo hemos colocado, revisemos que todo está en orden.
Podemos distinguir entre 2 tipos de árboles que habitualmente colocamos en las casas:
Árboles naturales
- El árbol ha de ser estable: tiene que estar bien sujeto por su base; tiene que estar bien plantado en la tierra del tiesto o con peso en su base para evitar que se caiga.
- Los árboles de Navidad, pinos o abetos, deben ser colocados en sitios amplios y espaciosos, o en esquinas o rincones, asegurándose de que no supongan un obstáculo, que no estorben ni obstaculicen el paso para que no se caigan ni se puedan tirar fácilmente al pasar.
- Tienen que estar lejos de fuentes de calor (chimeneas, estufas -ya sean eléctricas o de butano-, etc.). El calor seca las hojas o acículas de los árboles de Navidad. Un pino seco puede arder fácilmente. Asegúrate de que no se quede seco.
- Los pinos y abetos naturales pueden producir resinas que son material muy inflamable.
Árboles sintéticos
- Las precauciones que hay que mantener con los árboles sintéticos en cuanto a su estabilidad y ubicación son las mismas que con los árboles naturales. Pero, además hay que extremar el cuidado con los abetos de material sintético ya que por lo general son de materiales combustibles: de papel o de plástico y arden fácilmente. Si es artificial, deberá ser ignífugo.
Iluminación del árbol
- Las luces de navidad que instalemos en el árbol deben estar certificadas, en buen estado y funcionar correctamente.
- Hay que asegurarse que la instalación esté bien realizada y sea lo más fija posible: sin sobrecargar enchufes ni regletas (utilizar regletas en lugar de ladrones), sin empalmes caseros y que no haya cables aplastados o pisados.
- La iluminación debe apagarse cuando no estemos en casa y cuando estemos durmiendo (se pueden utilizar programadores).
- Que no haya cables por el medio que puedan provocar caídas.
Los árboles y los niños
Los árboles de Navidad, con las luces y las bolas son un imán para los niños. Hay que asegurarse de que estén muy bien estabilizados para que no puedan caerse.
Una buena medida de protección contra incendios es colocar un detector de incendios en la habitación donde hemos puesto el árbol de Navidad.
En próximos consejos de prevención trataremos otros riesgos que nos podemos encontrar en estas fiestas como los juguetes, los atragantamientos e intoxicaciones, los cotillones y la pirotecnia.