Javier Sábada, filósofo
Escriba E.Wilson que en emociones estamos como en el Paleolítico, en intuiciones como en el medioevo y en tecnología que remos ser dioses. En cierta ocasión que hice esta cita en público J L Arsuaga me corrigió diciendo que en emociones estamos como en Atapuerca. Si esto se acerca a la verdad los humanos somos seres disfuncionales incapaces de unir razón y emociones para, de esta manera generar sentimientos morales.
Los recientes avances de la robótica, la matemática, la física cuántica y las neuciencias nos muestran que está a nuestro alcance un superhombre que, de alguna manera, rompería nuestra especie.
Ante esta situación se puede reaccionar con ingenuo optimismo o,por el contrario, al igual que aquellos luditas que destrozaban las máquinas solo por ser máquinas.
Tal vez la mejor solución se encuentre en medio. Por un lado no negarse a los progresos de una ciencia que podría darnos grandes bienes y, por otro, reaccionar colectivamente para que tales bienes estén al alcance de todos. De este modo plantearíamos cara a un capitalismo que se dice transhumano y es inhumano y trataríamos de que nazca un moral de equilibrados sentimientos. Para ello más inteligencia en este mundo sin alienarnos en otro que va de la mano del dinero que lo encarna la Superinteligencia. Así empezaríamos a quitar la razón a Wilson. Y a ser más justos
