Por Mikel Etxebarria Dobaran.
Partiendo de una anécdota familiar (lógicamente desconocida por el lector) voy a relatar , más o menos como seguramente sucedió, un encuentro (posiblemente no tan conocido por el gran público) entre tres jóvenes que llegarían a ser con el tiempo personajes emblemáticos e históricos de Bilbao. Y el encuentro, pudo ser y tal vez lo fue, una auténtica encrucijada, que supuso que su desenlace marcase, presuntamente, el devenir de la vida de cada uno de ellos y por la importancia e influencia de sus protagonistas se extendiese a toda la sociedad y a las siguientes generaciones.
Entre finales de los años cuarenta y mediados de los cincuenta del siglo pasado, mi ama, una chavalita entonces, era ,en denominación actual, “empleada de hogar” de una casa de postín del Bilbao de aquellos años; vamos, para entendernos, de una familia pionera en la iniciación de la actividad industrial en Vizcaya , propietaria de media ciudad y afamados comercios y residente en uno de sus edificios del Campo Volantín, donde a su trasera (en el lugar que hoy se asienta un hotel de tres estrellas con 350 habitaciones) tenía la fundición familiar (Sagardui) desde el año 1,846.
Tuvo como tantas personas , sigo hablando de mi ama, que “dejar” siendo casi niña, la casa familiar en Sondika para ganarse la vida en la ciudad (Bilbao) y poderse además pagar clases de costura. Lo de “Edurne, modistilla bilbaína” , casualmente ( ¿existen las casualidades? diría Paul Auster) uno de los títulos primerizos del cine vasco, le iba como anillo al dedo. La verdad es que tuvo muchísima suerte ( o tal vez se la ganó ¡¡¡¡¡), el caso es que le trataron, me refiero a la familia de postín, casi como a una hija y el mismo trato familiar tendría su novio y luego marido (mi aita) y posteriormente (no tengo que ir muy lejos para dar fe) sus hijos.
Cuenta mi ama que en aquellos años conoció a un sacerdote ya muy mayor que era inquilino de una de las viviendas del Campo Volantín. Como los dos eran euskaldunes , entre el anciano sacerdote y la entonces chavalita (mi ama) , se fraguo una buena amistad siendo su dialogo en euskera. Mi ama dice que el euskera del cura era muy culto y refinado. El caso es que , por desgracia, aquella relación no pudo durar mucho ya que el pobre hombre murió a resultas (al de unos días) de haber caído en la cercana ría (a la altura del Teatro Arriaga), dicen que cuando al parecer ( la verdad es que hay varias versiones sobre el particular) fue (acuciado)…. a hacer aguas menores. Tenía ochenta y siete años.
Este hombre tenía y ….. sigue teniendo una historia. Puede que alguien diga , como todos los hombres. Pues sí , pero cada uno tiene la suya, propia e intransferible. Y la de este hombre es digna de mención. Hijo de poetas. De Lekeitio. Estudió Náutica, Filosofía y Teología. Y sobre todo ha pasado a la historia de nuestro pueblo por su ingente labor de campo para recoger el euskera hablado y cantado de cada rincón del país y establecer las bases de unificación del idioma. Además fue uno de los fundadores de Euskaltzaindia y su presidente desde la constitución de la misma hasta su desgraciado y relatado fallecimiento. Incluso sería académico de la RAE (Real Academia Española de la Lengua).
Hablando de la RAE, relataba, no hace mucho, un académico actual de la misma, Arturo Pérez Reverte, (tal vez exagerando un poco) como se cruzaban por el barrio de las letras de Madrid, hace varios siglos, Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Góngora o Cervantes, cuando iban por la mañana a comprar el pan , …. o , como decía él , lo que se comprase entonces.
Pues bien. Este tipo de encuentros o similares , siempre han ocurrido, y es justo lo que vamos a contar. Por cierto, no he presentado a nuestro sacerdote, aunque seguramente habrán adivinado quién es: Azkue, Resurrección María de Azkue y Aberasturi (Lekeitio 1.864-Bilbo 1.951).
Azkue, como todos los mayores, también fue joven. En el año 1.888, en agosto, cumpliría veinticuatro años . Aquel año se inauguraba la línea de ferrocarril Bilbao-Portugalete y el padre jesuita y futuro beato Garate iniciaría su labor de “portero” de la Universidad de Deusto. En ese año nacen Ramón de Basterra y Orixe, que luego colaboraría con el propio Azkue. Bilbao estaba creciendo rápidamente sobrepasando los …… cincuenta mil habitantes. Y aún el Athletic (algunos creíamos que no databa) no había nacido, lo haría diez años después.
Ese año 1.888 la Diputación de Vizcaya (presidida por un donostiarra, Alzola) convocó ( de hecho la idea surgió el año anterior ) una plaza de catedrático de euskera para el Instituto de Bilbao. Azkue , aunque estaba estudiando en Salamanca y a punto de ordenarse sacerdote, decidió presentarse. Y aquí , en pretender la plaza, se produciría un cruce, un encuentro (que en este caso además , sostengo, originaría una auténtica encrucijada) con otras dos personas (de hecho se presentaron más), bilbaínos ambos, de similar edad a la suya, que con su vida y su obra marcarían y siguen marcando a futuras generaciones.
Azkue , que presentó su solicitud junto a materiales didácticos ya elaborados , se llevaría la plaza (sin haber cumplido aún los veinticuatro años, aunque en su solicitud -de marzo- decía que ya los tenía ¿???), que la ocuparía hasta cuando desapareció la cátedra por la guerra civil, con once votos del tribunal calificador. Ahora bien , sus oponentes no eran cualquier cosa.
El siguiente, que obtuvo tres votos, era, a pesar de sus , también, aún veintitrés años, ya doctor en Filosofía y Letras. En aquel momento, era un profundo interesado en el euskera y en todo lo euskaldun, como quedo reflejado en el tema de su tesis doctoral. A lo largo de su vida , con una personalidad compleja – todo carácter y pasión, en permanente crisis por su sentimiento trágico de la vida- tuvo sus vaivenes no sólo en este tema sino en todos, ….en política, en religión,….. Hablamos, cómo no, de Unamuno, Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbo 1.864- Salamanca 1.936).
También se presentó – y aunque había escrito un estudio sobre la ortografía del euskera vizcaíno, e incluso renunciaba al sueldo, no obtendría ningún voto-, el más joven de los tres (aunque también con veintitrés años), que acababa de quedar huérfano y abandonar sus estudios universitarios. Hablamos de Arana, Sabino de Arana y Goiri (Bilbo 1.865- Sukarrieta 1.903).
Objetivamente Unamuno tenía una formación más sólida, con titulación superior y conocimientos académicos de euskera (hoy en día diríamos que era euskaldunberri) , pero Azkue , con menor titulación (bachiller en Teología) y posiblemente sin tantos conocimientos teóricos de euskera , tenía a su favor que mamó el euskera oral desde la cuna (hoy en día diríamos que era euskaldunzaharra). Creo que esto último pudo influir decisivamente en la decisión tomada. Sin embargo hay quién también apunta (JJ Granja Pascual), deduciéndolo de notas del propio Azkue y cartas de Arana , que los buenos oficios de un diputado lekeitarra pudieron lograr que la decisión se inclinara a favor de Azkue. Al parecer la motivación del diputado (para más inri , amigo del padre de Arana) no era por motivos políticos , ideológicos o de convicción sino exclusivamente por querer ayudar a un coterráneo que tenía que sostener a su ama y hermana.
No obstante la vida no tiene marcha atrás y la decisión fue la que fue. Pero, ¿qué hubiera pasado si el resultado hubiera sido otro? .
Azkue, que vino de Salamanca a Bilbao (de dónde ya no se movería) y Unamuno, que haría , tras fallarle también el puesto de archivero y cronista del Señorío, curiosamente el viaje inverso, ¿ habrían tenido las trayectorias vitales que tuvieron?. ¿ Se hubiera dedicado Arana en exclusiva a la actividad política, si hubiese ganado la cátedra?
¿Hubiesen llegado a ser un genial lingüista, un brillante intelectual y un sagaz político, respectivamente?
Seguramente la historia ,…… de la lengua, de la literatura, de la política…..pudo haberse desarrollado y por tanto escrito de otra manera y seguramente el resultado de aquella cátedra marcó el devenir de la vida de los tres ilustres bilbaínos. Y es curioso que un hecho acontecido hace casi ciento veinticinco años haya podido influir en que los acontecimientos posteriores , de entonces a aquí, hayan sido de una manera y no de otra.
¿ Se hubiera dedicado Azkue a la lingüística en exclusiva , en vez de ser presbítero de algún poblacho, como temían sus hermanas? ¿ Seguiría vivo el euskera si figuras señeras ,como él, no lo hubieran mantenido vivo incluso en los tiempos más tenebrosos del franquismo?. ¿ Existiría el euskera batua , ya que él fue su precursor con el llamado gipuzkera osatua ? ¿Cómo se llamaría “Neguri”?
¿ Se hubiese hablado de la llamada generación del 98, sin el concurso de Unamuno?
¿Hubiese tenido la ocasión de decirle a la cara , en vivo y en directo, jugándosela, al general legionario y golpista Millán Astray , aquello de “venceréis pero no convenceréis”? ¿ Se habría manifestado de la misma manera todo ese espíritu inquieto, rebelde, contestatario, versátil, ….?
¿ Cómo hubiese sido el devenir de este país si Arana no se centra en la política?
¿Habría pronunciado el famoso discurso de Larrazabal? ¿ Existiría el PNV? ¿Hubiese podido aportar su simbología (el concepto Euzkadi, la ikurriña, JEL -Jaungoikoa eta Legizaharrak- , .…) ? ¿Podría llamarse Mikel el que suscribe?
La verdad es que la historia-ficción podría ser infinita y ….. hasta entretenida. Lo que esta claro es que mi ama, unos sesenta años después de aquel encuentro en torno a la cátedra de euskera, sólo podía encontrarse-dialogar con el que lo hizo, Azkue. Ya que Arana fallecería muchos años antes de su nacimiento y con Unamuno sólo hubiese podido coincidir hasta sus cuatro años de edad y por tanto no hubiese sido , de haberse producido, un encuentro muy consciente , amén de que en aquella época (1.932-36) le teníamos a D. Miguel , en la última fase de su movida y excitante vida, pre-ocupado y ocupado en otras cuestiones y lejos de su querida Bilbao. También estoy convencido de que mi ama (buena es ella¡¡¡) de haber conocido en su día las peculiaridades del asunto de la cátedra, seguro que le hubiera preguntado a Azkue, lo del “error” en la edad y lo de los “presuntos” buenos (para él) oficios del diputado lekeitarra apellidado…. Larrazábal, como el nombre del Txakolí por el que se conoce al famoso discurso de Arana (casualidad ¿?? volvería a decir Auster).
Ramiro Pinilla me dijo en una ocasión que las historias (“mentiras” humildemente les llamó) que cuenta , bien podían haber sido tal y cómo las cuenta. En este relatado encuentro ocurre al revés. Que, somos hijos y herederos de unos hechos que, aunque podían haber sido de otra manera, fueron, por azar, por destino o por carácter ( la vida es una misteriosa trama de las tres cuestiones, diría Dilthey) , como fueron . Más o menos como los hemos contado.
Publicado en Deia el 4 de noviembre de 2012.