Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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Manu Brabo: “El final de esto yo solo lo veo cuando Ucrania recupere su soberanía”

Por Sergio Martínez.

En el marco de las Jornadas «Periodismo a pie de calle» 2022 celebradas en el palacio Europa de Vitoria-Gasteiz del 29 de agosto al 2 de septiembre, el fotoperiodista Manu Brabo (Gijón, 1981), premio Pulitzer 2013 en la categoría ‘Breaking News Photography’, presentó la exposición “Black butterflies” (mariposas negras, nombre que los soldados dan a las cenizas que quedan suspendidas en el aire durante los combates) en la que se muestran imágenes tomadas durante la invasión rusa en Ucrania. Además explicar las imágenes a un grupo reducido durante la primera jornada, en la segunda Brabo se extendió mostrando más imágenes durante una conferencia en la que también respondió a las preguntas de los asistentes.

“Black butterflies” refleja tu trabajo en los últimos meses en Ucrania pero también es el desarrollo de la última fase de este conflicto.

Sí, son los dos primeros viajes realizados en febrero-marzo y abril-mayo, y lo que cuenta es básicamente la invasión rusa en Ucrania, que para mí es la última fase de un conflicto que empezó en 2014.

Y en el que llevas trabajando desde entonces.

Sí, es un conflicto que llevo cubriendo desde el principio, con afán de entenderlo y con afán de explicarlo, y por inquietud personal. Me gusta, si puedo, trabajar, no como paracaidista, sino estando en los sitios y seguir las historias porque es la forma en la que yo me encuentro más cómodo también a la hora de contar.

¿Has visto una evolución o más problemas a la hora de trabajar en este tiempo?

¿Problemas de qué tipo?

Que hayas podido tener más impedimentos, por ejemplo.

Antes podía acceder al otro lado a contar lo que pasaba y ahora, obviamente, pues no. También es cierto que el día que decidieron invadir yo decidí que yo no iba a arriesgar mi vida por contar el lado del invasor. Mas problemas no… o sí, pero son derivados de una situación mucho más problemática con la que tienen que andar con mucho más cuidado. Por ejemplo, en el frente cuando entras, las fotos no pueden mostrar determinadas estructuras para que no sean geolocalizadas, porque les pueden caer un “pepino”… Ellos andan con mucho más cuidado, el acceso es, en muchas ocasiones, mucho más costoso y restringido, pero entiendo que tener un periodista ahí, sobre todo si no es experimentado y comprometido, te puede suponer una desventaja.

Manu Brabo atiende a mujeres ucranianas que asistieron a la visita guiada de la exposición para darle las gracias por su trabajo.

¿Los periodistas y fotoperiodistas que informáis in situ sobre la guerra de Ucrania tenéis vetado, per se, el paso a Rusia?

Yo no lo he preguntado, pero entiendo que sí. Yo no es que lo tenga vetado, es que aunque me lo den soy perfectamente consciente de que van a dirigir mis pasos, y creo que eso sería participar de la propaganda y no participar de la información. Dicho esto, me da la sensación de que mi nombre tiene que estar bien grande en algunos sitios y no creo que me dieran la visa. Podría probar, pero es que es algo a lo que he renunciado yo porque no voy a meter mi talento, mi tiempo y poner mi vida en riesgo para contar algo que me parece horrible del lado del agresor.

“No voy a meter mi talento, mi tiempo y poner mi vida en riesgo para contar algo que me parece horrible del lado del agresor”

¿Os pasa lo mismo en Crimea y el Dombás?

Sí, sí, ahora todo eso es Rusia, básicamente.

¿Has visto diferencias con otros conflictos que hayas cubierto a la hora de informar?

Incluso en este mismo conflicto de 2014 a 2022 se ven diferencias. La situación es distinta y, obviamente, cómo lo manejan allí es distinto. Cuesta mucho más el acceso, cuesta mucho más llegar a determinadas zonas calientes… Se puede, pero cuesta mucho más. Y con respecto a otros conflictos, pues por ejemplo en Libia te subías en un todo terreno de los rebeldes y te ibas hasta donde te salía de los cojones; en Siria al principio era así y luego a los meses ya no éramos tan bienvenidos… Y esto no quiere decir que la situación de ahora sea esta y dentro de dos años o dos meses vaya a ser otra distinta. Pero bueno, si todo fuera fácil, supongo que todo el mundo haría este trabajo también.

Como has dicho en tu presentación en la charla, eres colaborador habitual en el Wall Street Journal y has estado trabajando este tiempo con el periodista ucraniano Yaroslav Trofimov. ¿Cómo es trabajar con él y cómo esta siendo para él el hecho de estar informando de una guerra en su país?

No voy a responder por él, pero te puedes imaginar cómo es informar de una invasión en tu propio país. Para mí está siendo un lujo porque es un profesional como la copa de un pino, con muchos años de experiencia, es un tío que escribe muy bien, habla el idioma… Es un lujo cuando trabajas con un buen periodista. Como has visto, ha venido aquí, nos hemos vuelto muy buenos colegas y siempre es mucho más agradable ir con un buen profesional y un buen colega que con un profesional mediocre que además es gilipollas.

Comienzo de la exposición “Black butterflies” en la Avenida Gasteiz de la capital alavesa.

O tener que contratar un fixer.

Bueno, los fixer los seguimos utilizando porque aunque él hable el idioma muchas veces necesitamos gente que está más en terreno y tiene más acceso. Pero sí que trabajamos menos con esa figura. Obviamente, esto tiene un punto negativo, y es que todas las entrevistas y comunicación para Ucrania no se traducen al inglés y yo muchas veces me entero de lo que ha pasado en la entrevista cuando la leo. Pero para mí es un lujo.

“Para mí, a día de hoy, Pablo es un compañero, es un periodista detenido sin razón en Polonia”

Pablo González lleva seis meses detenido ilegalmente o sin motivo en Polonia, y le han prorrogado tres meses más. Una situación bastante increíble en la Unión Europea.

Sí, ayer lo comentaba en la exposición guiada. Es un tema en el que lo mínimo que deberíamos saber todos, sobre todo su familia y sobre todo él mismo, es de qué se le acusa, que sea público y que su abogado y su familia puedan organizar una defensa. Esto es lo mínimo, saber por qué te han detenido. Yo desconozco cuáles son los motivos, desconozco cuáles son las pruebas. Para mí, a día de hoy, Pablo es un compañero, es un periodista detenido sin razón en Polonia.

Volviendo a las fotografías de “Black butterflies”, ¿es Vitoria el primer lugar donde expones?

Sí.

¿Y tienes previsto llevar esta colección de imágenes a algún otro lugar?

Pues de momento son cosas que me quedan grandes porque lo que preveo es volver allí y seguir contando. No creo que esté finalizado el relato y no le quiero poner ni punto y seguido. Se me pidió esta exposición para las jornadas de “Periodismo a Pie de Calle”, y me hubiera gustado que hubiese fotos del último viaje del que acabo de volver, pero los tiempos eran los que eran. Me parece que es suficiente, por lo menos, para que se vea cuál es la situación que hay ahora allí, en el terreno, y que la gente pueda ponerse un poco en el pellejo de todos estos ucranianos que se han visto de repente con una invasión encima.

¿Si lo voy a exponer más? Yo espero que sí, y que haya más conferencias, porque este es un modo mucho más directo de comunicar que las noticias en un periódico. Además, te da la oportunidad de que la gente te plantee preguntas, dudas o sus puntos de vista, que si considero que en un momento dado están equivocados, por lo menos les tengo allí, no tengo límite de palabra, tengo tiempo de explicar… Es decir, me parece una manera más pura de comunicar un hecho que necesita ser bien comunicado.

Manu Bravo durante la conferencia del día 30 de agosto en el Palacio Europa.

¿Hay posibilidad o te has planteado hacer un libro con todo el proceso desde 2014?

El planteamiento está, pero necesito el tiempo, la paciencia, las perras… hace falta pasta para hacer libros de fotos. Ya iremos poco a poco. Obviamente sí, creo que tengo un cuerpo de trabajo muy interesante y que, en un momento dado, se podrá contar la historia de un conflicto, no corto, en un libro de fotografías. Esto es una idea que pulula por la cabeza de cualquier fotógrafo que tiene un proyecto largo entre manos.

“Tendrán que solucionarlo entre ucranianos con el apoyo de la comunidad internacional para que sea un conflicto que no quede latente”

No te he querido hacer muchas preguntas sobre el conflicto en sí porque, como has dicho en la conferencia, no eres analista, pero no sé si ves una solución al conflicto, teniendo en cuenta la mayoría de pro rusos que quedaría en el Dombás y en Crimea incluso si el ejército abandonara Ucrania mañana mismo.

No lo sé, supongo que en el algún momento tendrán que sentarse a hablar. Mucha gente ha ido cambiando su punto de vista. Una cosa es que seas pro ruso y otra es que se tengan que solucionar las cosas a las bravas, lo que ha hecho cambiar la opinión de mucha gente. El final de esto yo solo lo veo cuando Ucrania recupere su soberanía y luego será algo que tendrán que solucionar entre ellos atendiendo a todas las sensibilidades y de la mejor manera posible. Y sobre todo, espero que sin checas ni presiones. Tendrán que solucionarlo entre ucranianos con el apoyo de la comunidad internacional para que sea un conflicto que no quede latente y que puedan aspirar a un mejor futuro todos los ucranianos, es la única idea.

Como ayude la comunidad internacional igual que en el conflicto entre Israel y Palestina…

Sí, bueno, es lo único que se me ocurre. Obviamente es un camino que va a estar lleno de baches, pero es un camino, no el puto hoyo en el que están ahora.

Pronto vuelves a Ucrania.

Sí, no sé cuándo, pero imagino que no muy tarde. Espero pasar un mes de vacaciones.

Muchas gracias, Manu.

Manu Brabo explica las imágenes de la exposición.

Texto y fotografías: Sergio Martínez