Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

No son “termitas humanas”: son personas

El periodista David González publicó el pasado domingo 8 de junio un artículo en El Correo (edición Araba) titulado “La ruta de la chatarra robada”. En él describía a personas que sustraen cableado o chatarra en fábricas abandonadas de Vitoria como “termitas humanas”. No es una metáfora inocente. Es una deshumanización. Y no es nuevo: quienes tienen menos recursos han sido a menudo retratadas como plagas o enjambres en relatos periodísticos de ciertos medios.

La expresión no solo animaliza. También refuerza el estigma sobre colectivos ya vulnerables, especialmente cuando —como en este caso— se insiste innecesariamente en su procedencia o nacionalidad, como si el origen geográfico determinara una conducta, como si delinquir fuera una característica genética y no el resultado de múltiples factores estructurales: pobreza, exclusión, abandono institucional.

Hablar de “termitas humanas” es hablar desde el desprecio. Pero también desde la comodidad de quien nunca ha tenido que buscar cobre o cables para venderlos por la cuantía irrisoria de 1’80€ el kilogramo, como explica el artículo. No se trata de justificar actos ilegales. Se trata de contextualizar, y sobre todo, de no fomentar un discurso de odio. La labor del periodismo no es agravar la fractura social, sino contribuir a comprenderla.

En tiempos en los que los discursos de la ultraderecha ganan terreno precisamente criminalizando a las personas migradas y refugiadas, urge recordar una obviedad: quienes recogen chatarra, quienes malviven en márgenes olvidados, no son termitas. Son personas. Vecinas. Ciudadanas. Y merecen ser tratadas como tales.

Mujeres de GORA GASTEIZ

Rosabel Argote, María Ávila, Ainhoa Garagalza, Zuriñe Martín, Esther Pérez, Montse Viloria y Ane Zelaia.