Por Patxi Pérez– Presidente de la Asociación de Periodistas de Navarra y vicedecano del Colegio Navarro de Periodistas/Nafarroako Kazetarien Elkargoa
Estamos en un momento en el que las noticias son aniquiladas por las malas noticias, por la comunicación mal intencionada o simplemente, intencionada. Alguien podría decir, ¿cuándo las noticias no han sido intencionadas? y no le faltaría razón, llevamos un tiempo en el que a todo buscamos el por qué, incluso a la noticia. Las noticias son analizadas, registradas, archivadas e incluso inventadas. Y entonces, ellas son sujeto de interpretación y estudio sociológico. Los observatorios se están llenando de ellas. Y ya como añadido a algunas noticias las hemos calificado como algo incalificable “fakenews”. Y es que una noticia, es simplemente noticia, y una “fake “si es “fake” ya no es noticia. Pero, ahora este vocablo anglosajón está de moda.
Estamos, también, en un tiempo en el que la mayoría de las personas sufre algún momento de angustia, de hastío o simplemente de airada protesta y generalmente, de malestar; el periodista no se escapa a esto. Y este estar lo expresamos en formas de crítica y en el peor caso, a veces, en acciones que deberíamos olvidar pronto. Parece que la pandemia nos ha erosionado la corteza neuronal para actuar como lo estamos haciendo. Preocupan las reacciones enfurecidas, las formas violentas, y debido a qué, al estrés, otra palabra que también está de moda.
Estamos para que los filósofos, intelectuales, expertos, ideólogos nos digan que estos signos no son los adecuados, que estos momentos colisionan con el mejor momento en el que vivimos de la historia, momento en el que más reivindicaciones sociales vemos. Ha llegado ya la hora de reflexionar sobre los indeseables resultados de nuestras acciones. Por ello estoy de acuerdo con el bilbaíno Javier Gomá, quien se expresaba hace poco en Pamplona de esta manera, en una de sus charlas. Efectivamente, “estamos, en la mejor época de la historia humana”, alguien lo duda, y no me digan que las guerras, la inflación, el desempleo, las injusticias, etc., empañan este pensamiento porque anteriormente fueron compañeros de viaje. Piensen solo en el año qué les gustaría vivir del pasado.
Y también estamos los periodistas para echar una mirada atrás para ver en cuestión de minutos el paso de los años en la profesión y ver cómo han cambiado las formas de contar las noticias. De ver las diversas plataformas que han vehiculizado las noticias y su constante avance tecnológico. Del poderío de los consejos de administración de las empresas multimedia y la guerra de las audiencias, y ahora, estamos en la era de las denominadas redes sociales.
Estamos para no cometer errores con las redes sociales al subestimar el enorme poder que tienen para ayudarnos a generar oportunidades, tanto a nivel de relaciones como a nivel profesional. En nuestro caso, el periodista suele criticar las formas de crear o hacer periodismo por este medio pero esto será otro día para escribir.
Las redes sociales han cambiado la forma de encontrar trabajo y lo bueno es que también sirve para el periodista. Y esto se debe a que las empresas no solo ofrecen vacantes, ofrecen marca y constancia a través de equipos que trabajan para ello en las redes sociales. Lo dicen expertos en comunicación estratégica: “Factorial HR”.
Hoy Twitter, Linkedin, Tick Tock se usan de manera profesional y son el signo inequívoco de que quién los utiliza están preparados y son candidatos potenciales y proactivos. Las Plataformas y Medios no son ajenos a estas ventajas de los futuros periodistas para darles trabajo.
El periodista de este milenio tiene que tener una gran capacidad de adaptación a los cambios, una constante curiosidad con la innovación tecnológica y por supuesto, tener una estrategia para buscar empleo que puede basarse resumidamente en tres apartados. El primero, crearse una red de contactos útiles, para que vean qué haces, qué tienen en común contigo, los que te lean. El segundo, crear un buen perfil y trabajado para que vean qué eres capaz de aportar, mostrar tus habilidades, y añadir la trayectoria laboral pero resaltando tus gustos y objetivos. Y tercero, crear contenidos valiosos, cercanos y humanos de uno mismo para que sepan que existes, que estás activo.
