Por Julio Flor–Entrevista inédita realizada en Madrid en 2015
Con más de sesenta años de periodismo en su mirada, Antonio Álvarez-Solís se posicionó siempre con l@s inmigrantes, dijeran lo que dijeran los Medios de Comunicación.
“HAY QUE TOMAR PARTIDO POR LA INMIGRACIÓN”
Esta intensa conversación, grabada para un documental que atesora la opinión de diversos periodistas, nos lleva a otros territorios de la mano de quienes abandonan raíces y cultura propia, arriesgando su vida, pensando en horizontes de prosperidad.
Al periodista Antonio Álvarez-Solís le hacía daño la España que embiste más que piensa, y, precisamente porque él se negaba a dejar de pensar, le venía dando a su vida “un sentido revolucionario”, que no es otro a su entender- que desear sinceramente una vida digna y próspera a la Humanidad.
“LOS INMIGRANTES PISAN EL MAR SOBRE SUS MUERTOS PARA ALCANZAR LA ORILLA”
.- ¿Hemos de ser “neutrales” los periodistas con las informaciones sobre la Inmigración?
No. Hay que tomar partido por la inmigración. En este momento el capitalismo financiero es de tipo bancario y fascista. Los periodistas debieran tener en cuenta que pertenecen a la clase trabajadora. Lo malo es el color de muchos titulares y cómo gritan los periódicos, cual si fueran hooligans. Muchos titulares de la prensa son una alambrada más contra las personas migrantes que buscan una oportunidad vital en Europa.
.- El mundo tenía que estar abierto, pero no dejan de construirse muros con alambres de espina y concertinas. Han dejado pequeño el derribado muro de Berlín
Estoy de acuerdo. El mundo tenía que estar abierto y lo están cerrando cada vez más en pequeños núcleos. Países como España, Grecia e Italia son ya colonias de las grandes potencias, aunque no lo quieran ver así. El Periodismo más poderoso se ha aliado con esas colonias.
.- Dicen que la prensa española está en manos de la Banca y los políticos que están en el poder
Lo dice el New York Times. Y, aunque sea verdad, es un cinismo que lo diga precisamente el NYT. Pero es verdad. Hay libros de los años 60 en los que el Sistema había extendido una humareda diciendo que entrábamos en el gobierno de los ejecutivos. Hay datos de entonces donde se puede ver que los ejecutivos trasladan las órdenes de las ciento cincuenta familias norteamericanas que controlan el mundo. Eso ya era así hace más de cincuenta años. Y ha ido en aumento.
.- Noam Chomsky asegura que “el propósito de los Medios es dar forma a la opinión pública de acuerdo con el poder dominante”. Si tuvieras que dirigirte a la ciudadanía, qué le dirías para que no se dejen enredar por los Medios de Comunicación
Es un asunto muy grave. ¿Sabes que a medida que me voy haciendo más viejo me voy haciendo más violento contra los “sabios” del Sistema que ha quitado la Filosofía y la Historia del programa Educativo? El problema no es que quieran enredarnos con sus titulares. El problema es que quieren que dejemos de pensar. Me niego a dejar de pensar. Hay que hacérselo ver. Hay que salir a la calle y enfrentarnos al Sistema.
.- Hablas como los viejos revolucionarios que lucharon en la calle por un mundo mejor.
El verdadero revolucionario no es el que quiere vivir mejor. Es el que quiere que toda la Humanidad viva mejor. Antes se decía aquello de “tenemos que buscar un destino para nuestros hijos”, y ahora ha dejado de decirse. Cada cual mira para sí. Yo digo que tenemos que volver a la calle pensando en el resto de la gente. El que trabaja tiene que estar más cerca en la calle del que no trabaja. Hay que tener calidad humana.
Los que llegan a mi edad, y se van a morir, y siguen hablando mal de los antisistema, o de los inmigrantes, esos no han aprendido nada de la vida, son ignorantes. Toda una vida para nada. A mi edad uno ha de tener un diálogo interior, porque cuando hablas contigo mismo no te puedes mentir.
.- Puedes contar milongas a otros, pero cuando te quedas solo…
Puedes mentir y contar milongas a otros, pero cuando te quedas solo y te desdoblas en el yo y en el tú, cuando te mientes ocurre que esa mentira se va disolviendo en el fondo del alma, cual si estuviera metida en un líquido corrosivo. En esos diálogos internos no puedes decirte que estás haciendo el bien, si en realidad estás haciendo el mal. Salta el chip, la alarma. Es el “Diesi rae”, aquella canción medieval del “Día de la Ira”, cuando uno muere y comparece ante Dios y, al parecer, es juzgado. Pero no es así. Y lo dice un cristiano como yo. Es uno el que se juzga y tienes que decirte lo que has hecho bien y lo que has hecho mal.
.- Quieres decir que tú no te dejas enredar ni por tus propias mentiras…
Bueno, a mí ya no me va a engañar nadie a estas alturas. Por ejemplo, sé que la luz no puede ser de propiedad privada, ni el sol, ni el viento, ni el agua. Ya hay quien se ha apoderado incluso de Dios. Volviendo a los inmigrantes, yo siempre voy a estar con ellos y ellas. El inmigrante siempre tiene razón. Uno quiere vivir con su pueblo y estar con sus raíces, pero se ven obligados a cruzar fronteras entre policías y alambradas. Ese que cruza la frontera tiene razón.
.- Sin embargo, la inmigración pareciera la culpable de los males del mundo occidental.
Hay que hacer frente a la manipulación y la mentira de los Medios. Tenemos que luchar por la verdad, tenemos que decir la verdad. Se trata de una manera de defender la vida, de una forma de existir, de una manera de estar con los demás.
.- ¿Tú te has sentido inmigrante alguna vez?
Siempre. Tengo una abuela alemana y otra inglesa. No quiero pertenecer a España, un país que perdió un siglo de existencia para la cultura, el siglo XVIII de la Ilustración, que es el derecho a pensar y hablar. En España sólo hay dos pueblos que aceptaron la modernidad: el catalán y el vasco y algo los gallegos. Sólo ellos tienen la cultura europea.
.- No te has sentido español “ni cinco minutos”, como dijo el cineasta Fernando Trueba.
No seré nunca español. Lo digo con serenidad. A mí me gustaría ser inmigrante para librarme de este país donde la gente embiste y golpea. Y no piensa. Si fuera más joven me iría a trabajar a un pueblo de África, donde me gustaría reencontrarme con aquella raíz nuestra, aquella mujer negra que parió a la Humanidad entera. Lo terrible no es que me enreden o me engañen. Lo terrible es que me hacen vivir en la mentira. Ya no me engañan con soldaditos de plomo. Es una manera de sentirse libre: saber que ya no me engañarán más.
.- No dejarse engañar es volver a citar a Orwell cuando decía “el lenguaje de los poderosos está diseñado para que las mentiras parezcan verdades, el asesinato una acción respetable, o para dar al viento apariencia de solidez”.
No está la salvación en la Banca, Julio, ni tan siquiera en las universidades europeas, o en las universidades americanas, no. La salvación está en los que saltan de la patera africana a la costa europea. Ellos son el futuro. Y están aquí. Van pisando sobre sus propios muertos para alcanzar la otra orilla. Y la alcanzan. Algún día salvarán Europa.
