Una vez mas se impide la necesaria libertad y buenas condiciones en el ejercicio de nuestra profesión.
La detención de nuestro colega Pablo González, mientras trabajaba en la cobertura de la guerra de Ucrania, es un insulto imperdonable a la Democracia y un atropello a toda la profesión, un ataque directo e inadmisible a la Libertad de Prensa y al derecho a la información.
Nuestro rigor y profesionalidad son necesarios para acercar la realidad poliédrica de los hechos a la Opinión Pública.
Quienes nos detienen o asesinan tratan de imponer un silencio y oscuridad que se sitúa fuera de toda lógica y cultura democráticas. El Buen Periodismo es necesario y los periodistas imprescindibles.
Desde la Asociación y el Colegio Vasco de Periodistas exigimos, por ello, la inmediata puesta en libertad de nuestro colega Pablo González y trasladamos nuestro afecto, aliento y apoyo a su familia.