Por Koldo Saratxaga
Creo vivir en un momento muy especial de mi vida al acercarme a comprenderla en términos de conciencia, tras muchos años en ella sin ser consciente. Mis amigos colibríes sienten que debemos compartir lo que nos sucede, lo que sentimos en términos de luz, de claridad, de fueguitos que diría Galeano, en referencia al momento crítico que vive la humanidad, que pide a gritos un nuevo resurgir.
Sentimos que la fuerte conmoción a nivel global, como nunca antes en la historia por algo tan “natural” y real en nuestra vida como son los virus que forman parte de nuestro organismo, ha conseguido meter al mundo entero en una encrucijada difícil de escapar ante el desconocimiento total de la realidad que genera miedo e impotencia, para acabar en dependencia y servilismo al poder más oscuro jamás conocido.
¿Cómo puede ser que hayamos sido encarcelados, sin juicio y sin conocimiento del daño causado y, por tanto, sin posibilidad de rectificación? Debemos entender, además, que quizás haya sido un suceso necesario para que los humanos nos replanteemos un abandono de las formas actuales, un cambio de mirada desde lo exterior a lo interior, y comenzar la orientación hacia un Ser más espiritual, más integral e integrado del que hoy desconocemos casi todo.
Un buen amigo consejero me recomendó, entre otros, el libro Un mundo nuevo, de Eckhart Tolle, uno de los mejores maestros de la literatura espiritual de nuestros días. Mi amigo dice que leer este libro supone haber iniciado el camino de la conciencia. Sé que quizá no hubiera llegado al final del mismo si hubiera caído en mis manos hace una década. Por ello, pretendo hacer un pequeño resumen sobre algo que tiene que ver con lo que nos ocurre a diario y que, a menudo, nos crea sinsabores.
La vida me ha enseñado que es muy compleja; sin embargo, también estoy percibiendo que nuestras lentes y nuestros sistemas instalados, creencias y culturas, no nos permiten ser conscientes de lo sencillo de ella. Tengo claro que hemos venido para vivirla en positivo, caminando y aprendiendo en cada vivencia, sea del tipo que sea.
Según Tolle, “La rutina natural de una persona que vive hacia afuera, es una vida usurpada por el ego que la dirige. Si la conciencia crece el ego va perdiendo su jerarquía, el manejo de nuestra vida. A medida que emerge la nueva conciencia en la vida del planeta, la dimensión espiritual crece y viene la calma, el Ser y la disolución de la forma”. Esta forma de vida hacia afuera, según indicaba el filósofo Epicteto, es por la creencia de que los daños y beneficios proceden de ahí. Sin embargo, indica que su renuncia es la forma de lograr “la serenidad, la libertad y la calma”.
“Solo una evolución en nuestro estado de conciencia creará un nuevo mundo. La conciencia ya es consciencia. La conciencia es la inteligencia, el principio organizador que hay detrás de la aparición de la forma. Todo indica que estamos en un proceso de acontecimiento trascendental en la evolución de la conciencia humana”. Venimos con un propósito a esta vida. Debemos armonizar el propósito exterior con el interior. Despertar y mantenerte despierto. No es que haces, sino cómo haces lo que determina si estás cumpliendo tu destino. Y cómo haces lo que haces está determinado por tu estado de conciencia.
Hay tres maneras en que la conciencia pueda fluir en lo que haces y, a través de ti, en este mundo; tres modalidades de sintonizar tu vida con el poder creativo del universo. Estas modalidades de acción despierta son la aceptación, el disfrute y el entusiasmo. En resumen, cómo disfrutar lo que haces, cómo la conciencia fluye y cómo tener el poder creativo. (E. Tolle). Si no estás en uno de estos tres grados de aceptación, disfrute o entusiasmo, mira a tu alrededor y descubrirás que estás creando sufrimiento para ti y para otros.
He decidido compartir con la familia colibrí y contigo, amigo o amiga lectora, estas ideas desarrolladas por Tolle porque han sido relevantes en el fluir del hilo, la urdimbre que ha entrelazado mi vida desde que a los siete años entendí, quizás comprendí, que la libertad me acercaría a todo lo posible en el recorrido de la vida a la que he venido a cumplir un propósito. Veamos cómo podemos torear con el ego sin necesidad de estar enfrentados a él, pero a la vez no permitiéndole que en todo dirija nuestras vidas. No debemos perder de vista que nosotros somos el cielo y que los muchos miles de nubes que cruzan nuestra mente cada día, recordándonos el pasado o queriendo enredarnos el futuro, son consecuencia del ego.
La aceptación: cuando no puedes disfrutar haciendo una cosa, al menos puedes aceptar que eso es lo que tienes que hacer. Aceptar significa: por ahora, esto es la situación, en este momento, exige que yo haga, y lo haré de buena gana. Esto significa que estarás en paz mientras lo realizas. En caso contrario lo mejor es dejar de hacerlo, ya que no estás asumiendo la responsabilidad de la única cosa que puedes ser realmente responsable; tu estado de conciencia.
Disfrute: la paz que llega con la acción entregada se convierte en una sensación de vitalidad cuando en realidad disfrutas con lo que estás haciendo. En el nuevo mundo el disfrute sustituirá al deseo como fuerza motivadora de las acciones humanas. El deseo surge de la ilusión del ego. Mediante el disfrute, te conectas con el poder creativo del universo. Cuando el punto focal de tu vida es el momento presente y no el pasado o el futuro, tu capacidad de disfrutar con la calidad de tu vida aumenta espectacularmente.
El gozo es el aspecto dinámico del ser. Cuando el poder creativo del universo se hace consciente de sí mismo, se manifiesta como gozo. No tienes que esperar a que ocurra algo externo para empezar a vivir en conciencia. No hay que pedirle permiso a la mente para disfrutar en el aquí y ahora. El gozo no procede de lo que hacemos, sino que fluye en lo que hacemos desde el fondo de nosotros mismos. Disfrutarás de toda actividad en la que estés plenamente presente, de toda actividad que no sea solo un medio para lograr un fin.
Ser consciente en lo que haces todavía no se ha convertido en tu principal misión. El gozo de Ser es la alegría de ser consciente.
Entusiasmo: significa que disfrutas a fondo con lo que haces, más el elemento añadido de un propósito por el que lo realizas. Cuando añades un objetivo al disfrute de lo que haces, el campo de energía o frecuencia vibratoria cambia. En la cumbre de la actividad creativa, alimentada por el entusiasmo, habrá una intensidad y una energía enorme en lo que hagas. Aunque visto de fuera pueda parecer, la intensidad del entusiasmo nada tiene que ver con el estrés.
Cuando solo quieres llegar a tu objetivo, no hacer lo que estás haciendo, sufres estrés. Ahí están la fuerza y la tensión de los deseos del ego, y por eso tienes que luchar y trabajar para conseguirlo. El estrés siempre disminuye la calidad y eficacia de lo que hacemos bajo su influencia. A diferencia del estrés, el entusiasmo tiene una frecuencia de energía alta. R.W Emerson dijo: “Nunca se ha conseguido nada grande sin entusiasmo”. La palabra entusiasmo viene del griego antiguo: “en” y “theos”, significa Dios”. E. Tolle.
Esto es lo que en toda mi vida personal y profesional he sentido: un gran entusiasmo en todos los importantes acontecimientos. En base a la coherencia con mi criterio de libertad y responsabilidad necesaria, me he permitido en varias ocasiones salir de aquellos lugares donde no estaba siendo posible disfrutar; tocaba partir de nuevo con una hoja en blanco.
Desde K2K Emocionando hemos mantenido una premisa muy repetida y acordada: que en los procesos de cambio organizacional donde las relaciones duran años estas han de ser felices, de lo contrario nosotros/as, K2K Emocionando, seremos los que decidamos “se acabó”, al igual que lo pueden decir las personas y la propiedad. Una base de relación y permanencia es ¡Vivir emocionados/as y entusiasmados/as!
“No se necesita manipular, enjuiciar, presionar o forzar a nadie para conseguir logros espectaculares. Conocer de cerca que las persona están disfrutando con los compromisos que adquieren y con los logros que consiguen. Cuando el entusiasmo encuentra obstáculos en forma de situaciones adversas o de personas no cooperativas, no generosas, nunca las ataca, sino que las rodea, y rindiéndose a ellas o aceptándolas en la realidad de su evolución personal convierte la energía adversa en ayuda.” E.Tolle.
Esta es una manera de descubrir la diferencia entre líderes y gestores. El líder incorpora la motivación y la consciencia en su ser, tiene una relación cercana con las personas, conoce y siente el estado evolutivo de cada una de ellas. A veces, una escucha y un cambio de relación en esas personas es suficiente para que logren la motivación y, por tanto, el disfrute. El líder no tiene objetivos personales como máximas a lograr. El gestor, en su mayoría, utiliza todos los “recursos” y formas necesarias para lograr sus objetivos.
Hay maneras sencillas y efectivas de lograr que las personas estén en el disfrute o el entusiasmo, que voluntariamente acepten el lugar en el que están y a lo que se comprometen, así como a conocer y participar en aquello que incide en lo que realizan. De esta manera el logro y disfrute están garantizados, así como un mayor nivel de calidad relacional y material.
El entusiasmo y el ego no pueden coexistir.
El entusiasmo sabe a dónde va, pero al mismo tiempo está en plena comunión con el momento presente, la fuente de su vitalidad, su alegría y su poder. El entusiasmo no reclama nada porque no le falta nada. Es como la vida. Por medio del entusiasmo entras en plena armonía con el principio creativo del universo, pero sin ego. “Asegúrate de que tu objetivo no es una imagen de ti mismo, y el fondo sea querer tener más y más. Asegúrate de que tus objetivos son dinámicos, apuntan a una actividad a la que estás dedicado y mediante la cual te conectas con otros seres humanos y también con la totalidad. Siente cómo esta actividad enriquece y hace más profunda no solo tu vida sino la de otras muchas personas”. E. Tolle.
Esta manera de ser y de hacer es la base, la semilla del inicio y creación de un Nuevo Estilo de Relaciones (Ner Group). He tenido, y tengo, una vida de pasión y entusiasmo por lo que siempre he querido hacer. Sin imposiciones y sin pérdida del sentido de libertad que armoniza mi caminar. La capacidad de crear es, tanto a nivel personal como a nivel colectivo, debida a la energía que se acumula en el entorno y que es manifiesta y explosiva.
Este caminar no está basado en el esfuerzo, la presión y tensión de objetivos impuestos, sino en la suma de energía creativa de muchas personas en momentos diferentes de su vida. Entender que el ser humano es un ente integral con cuerpo, mente y espíritu formando parte de la energía global del universo, disminuiría sin duda la mayoría de los problemas que aquejan a las personas y a todo tipo de organizaciones.
La alegría de vivir y disfrutar.
“En este nuevo mundo que debe surgir ya, necesitamos personas con fuerza vital, creadores, realizadores, reformadores, con la función de afianzar la frecuencia de la nueva conciencia en este planeta. Personas que generen conciencia mediante las actividades de la vida diaria, mediante sus interacciones con otros y a base de “simplemente Ser”. E. Tolle.
Decía Epitecto: “renunciar a las recompensas que el mundo exterior puede ofrecernos para alcanzar la serenidad, libertad y calma”. Debemos traer la calma a este mundo estando absolutamente presentes en todo lo que se hace, hasta en las tareas más simples, para algunos importantes. El éxito está en los pequeños detalles.
Desde la evolución personal, llegamos a la evolución colectiva.
Tú eres la persona más importante de tu vida.
Desde tu autoconocimiento puedes saber y actuar para ayudar en este nuevo mundo que viene.
VIVVIR, GOZAR, DISFRUTAR DE ESTA TU VIDA es un requisito necesario para impulsar la conciencia colectiva.
Empecemos a comunicar desde lo humano al humanismo.
Vivir el aquí-ahora con motivación es un regalo posible.