Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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LA ESTAFA

EL día dos de agosto de 2024 será recordado en Cataluña como el día de la infamia (¿Se acuerdan de la frase?). Punto, juego y match, para España. La primera parte del proceso de independencia ha acabado. Pero…solo la primera.
Lo ha conseguido el socialismo español, aunque no por méritos propios. Ha sido necesario el concurso y defección de un partido que de forma declarativa, decía ser independentista.
Como he mencionado a la bicha, el independentismo, quiero hacer algunas precisiones sobre el mismo. La independencia es un bien supremo que no apela a las categorías políticas de izquierdas o derechas, sino a la libertad de un pueblo. El gran triunfo español ha sido obtenido precisamente porque muchos independentistas no han entendido algo tan evidente. O eso, o sencillamente no eran independentistas más allá de una pose estética y de sus preferencias y antipatías personales. El independentismo es, por su naturaleza, revolucionario, ya que rompe el status quo. En cambio, jugar a alianzas pretendidamente progresistas como consideración primera, asienta dicho status quo, es involutivo y se basa en la palabrería, el miedo, la impotencia y la mentira. Con políticas como las de E.R.C., Colombia, Argentina o Cuba, pongamos por caso, continuarían siendo colonias españolas.
E.R.C. ya hace mucho que ha comprado la idea de que la solución para Cataluña es una hipotética III República Federal Española. Aun no lo han verbalizado, pero lo acabaran haciendo. EL P.S.O.E. les abrirá el camino. Sánchez ya ha pronunciado la palabra mágica: federalismo. Y que conste que un Estado Federal en España sería más difícil construirlo que aceptar unas posibles independencias de Catalunya o Euskadi-Nafarroa.
De entrada, las únicas fuerzas socialistas con una cierta tradición de pensamiento político federal son las de la propia Catalunya, País Valencià y Mallorca. EL resto del socialismo español, por llamarlo de alguna manera, es ferozmente jacobino y aspira ad aeternum a distribuir la riqueza de los otros sin tener ningún plan para crear riqueza propia. Madrid es y ha sido siempre su única preocupación.
¿Cómo sería un Estado Federal en España?¿Pasaríamos de 17 autonomías a 17 Estados Federales? ¿El déficit fiscal o solidaridad por huevos , se acotaría al 4% y se reconocería en una Constitución Federal?¿Se respetarían de una vez las diferentes lenguas nacionales sin más maniobras de genocidio cultural?¿Soluciono la II república Española el problema catalán? Por lo menos esta última pregunta si que tiene respuesta: encarcelaron al Presidente de la Generalitat, Lluís Companys, por intentar una maniobra política, precisamente, federalista.
Las diferencias económicas, productivas y de exportación entre el arco mediterráneo y el resto de territorios no se han corregido a lo largo de los últimos 40 años. Tres autonomías aportan a cuenta del déficit fiscal y 12 son subsidiadas por esas tres. Ningún federalismo se puede construir con esos números. Y la aportación de las que pagan es tan inútil que las más pobres hace 40 años, continúan siéndolo en el presente. Dineros europeos aparte. Cataluña, ubre de todos los ordeños, ha recibido como agradecimiento insultos, desprecio y una guerra sin cuartel contra su lengua y su cultura. Esta dinámica es igual e invariable desde el nacimiento del catalanismo político en el siglo XIX. Curiosamente el afán de dicho catalanismo fue en todo momento quedarse en España sin perder las bragas en el empeño. Los ejemplos de Prat de la Riba, Cambó o incluso Companys son esclarecedores.
En cambio, en Madrid, sí que han inventado algo parecido al federalismo: el federalismo extractivo. Madrid vive del resto de España de una forma impúdica. Sus aportaciones fiscales regresan siempre con beneficios debido a ese concepto tan gracioso que es la capitalidad. Pero el trilerismo político-económico de la capital necesita de un déficit fiscal enorme en Cataluña que en estos momentos pasa del 9%. Piensen ustedes que hay un cierto consenso en los sistemas federales en que el déficit por balanza fiscal no debe exceder del 4% y además se ha de conservar la ordinalidad.
Al final, el catalanismo político tradicionalmente moderado, delante de la evidencia de que el invento español estaba cuajado y no había posibilidad de conducirlo por sendas racionales, ha optado por lo único posible: el independentismo. ES más fácil y menos lesivo que cualquier intento federal.
Por lo tanto, tendremos que concluir, que lo que ha hecho E.R.C. obedece a su incuria intelectual o a la simple venganza por haber perdido la estúpida guerra civil entre partidos independentistas. Saben perfectamente que lo que han pactado con los socialistas es humo. España no puede permitir que Cataluña se quede con unos impuestos que necesita. De lo contrario ¿De dónde sacaría el dinero para subvencionar a la mayoría del territorio nacional? ¿De Madrid? Interesante posibilidad ¿Verdad? Pero para E.R.C. la solución ha sido otra. Ha consistido en entregar la Generalitat a Ferraz y poner al frente de Cataluña a un presidente que voto el 155 y al que todos recordamos manifestándose con la extrema derecha más reaccionaria contra la libertad de su propio pueblo. ¡Felicidades!
Sr. Marta Rovira, ¿Para eso marcho Ud. al exilio? ¿Para esto ha vuelto? ¿Quién le pagara las 29 monedas de plata? Digo 29 porque pagaron 30 a Judas, por traicionar a Jesús y su traición no vale tanto. Tampoco tiene Ud.-todo sea dicho- la categoría de Judas que, al final, en un momento de lucidez, actuó con la valentía que Ud. nunca tendrá. En cuanto a las juventudes republicanas se han comportado, más bien, como senectudes. Me avergüenza profundamente haber votado siempre a su partido hasta el año 2012. Apúntese a estas valoraciones, con idénticas calificaciones, individuos como Oriol Junqueras, Gabriel Rufián o Joan Tardà. Sr. Junqueras: Ya declaro en su juicio, naturalmente en castellano, que amaba a España y a su lengua. Lo que no sabíamos era hasta qué punto.
Pero bueno…pelillos a la mar. En política nada es absolutamente virtuoso o absolutamente condenable. Por lo menos en sus efectos. El panorama del independentismo se clarifica. Solamente queda un gran referente, JUNTS, y dos pequeñas fuerzas que ya se verá que papel tendrán en un futuro inmediato que continuará siendo de represión y saqueo de Cataluña. Harían bien el sr. Puigdemont y su partido en bascular hacia posiciones menos conservadoras en algunos temas a fin de proporcionar un nuevo hogar político a los miles y miles de votantes republicanos que, cuando se les pasen los vómitos, se encontraran en la orfandad política.
Hablábamos en el parágrafo precedente de represión y saqueo. Empecemos por el segundo. Es evidente, siguiendo criterios de lógica elemental, que la función del P.S.C. y del sr. Illa como ejecutor, será mantener el actual déficit fiscal de Cataluña o, si es posible, incrementarlo. Delo contrario, el Gobierno Central tendrá que financiar muchas comunidades autónomas con billetes del monopoly. Luego presentara unas cuentas favorables a Cataluña. Los números, convenientemente torturados, dicen cualquier cosa.
Sobre le represión no hace falta especular a futuro. Ya ha empezado. E.R.C. y su conseller d’interior sr. Ignasi Elena, al que Dios confunda, han querido hacer un regalo al sr. Illa para su fiesta de investidura: entregarle esposado a Puigdemont. Para ello el conseller monto una operación como para cazar al terrorista número uno. Pero, por lo que sea-no es tan relevante-
no ha salido bien. Lo que sí es preocupante es que, a tenor de las malas intenciones, existe una posibilidad cierta de que la represión del independentismo pase a ser planificada y ejecutada en gran medida desde la propia Cataluña. La colaboración en este sentido de E.R.C. será muy valiosa. Y lo harán. El partido que en otros tiempos fue independentista, no le queda más que profundizar en la ignominia. La España Federal en la que creen, necesita como conditio sine quanon, el exterminio del independentismo o su reducción a proporciones testimoniales. Si así fuera, al final Oriol Junqueras podría ver realizado su sueño de ser declarado español del año.
En fin, pasemos a temas más festivos. Decíamos al principio del artículo que habrá una fase dos del proceso de independencia. Y precisamente se ha inaugurado con el sorpresivo viaje del Presidente Puigdemont. Ha aplicado a la política una táctica de guerrilla: aparecer, golpear y desaparecer. Se aplica en la ciencia militar para contrarrestar a un enemigo inmensamente superior. Roma conoció sus efectos y Napoleón también.
Ha fastidiado el espectáculo a muchos españoles de bien, que a fuerza de anticatalanismo, viven cómodamente instalados bajo gobiernos del PP. y Vox u otros similares como el del sr. Page. Lo han sacrificado todo por una sola imagen: Puigdemont esposado bajando de un furgón en Madrid y conducido a la augusta presencia del juez Llarena que le recibiría aureolado y con la toga de lujo. Los mismos españoles que gritaban ¡A por ellos! Continúan sin aprender nada. Guarden las palomitas para otra ocasión. En cambio en las comarcas de Gerona en las que vivo, ha resonado una carcajada homérica.
Dejemos los divertimientos y vayamos a los efectos. Obviando las acostumbradas valoraciones nacionales de insultos y epítetos más o menos escatológicos y propios de un bareto de barrio más que de un medio informativo, hay que constatar lo siguiente: Toda la prensa internacional se ha hecho eco y de forma muy diferente a la española. Sobriamente han dado la noticia de la vuelta del exilio (con esta palabra). También se fijan en que un diputado electo no ha podido ejercer sus derechos políticos en representación de más de 600.000 electores catalanes. Le dan a la noticia un contexto: Un país donde algunos jueces han decidido no aplicar, o aplicar de forma torticera, una ley emanada del poder legislativo. No hace falta hablar tanto rato de Maduro y Venezuela,
Sr. Sánchez: Tiene Ud. un problema, pero es el que Ud. ha querido tener.
Bordils a 8 de agosto de 2024


Tono Álvarez-Solís