Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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Nazareth Olivera: «Los vientres de alquiler son una nueva forma de esclavitud»

Por Nekane Lauzirika vía DEIA

Cada vez más mujeres y familias se acompañan, cambiando el paradigma del embarazo, parto, posparto y crianza. «Como decía Rainer María Rilke, la verdadera patria del ser humano es la infancia. Por eso criar con amor nunca puede ser un error», recuerda Nazareth Olivera Belart, quien en ‘Ser mamá’ explica los procesos de embarazo, parto y postparto de manera concisa y amena

En este manual para las futuras madres, Nazareth Olivera habla de los nueve meses de embarazo, del parto y el posparto, desde la evidencia científica, y a la vez, con una perspectiva absolutamente respetuosa con el bebé y la mamá, escuchando sus necesidades, resolviendo dudas y abarcando todas las opciones sin tendencias, para dar tranquilidad, serenidad y confianza. Cada mujer debe escoger qué es lo mejor para ella y su bebé. Esta matrona explica los procesos de manera concisa pero amena, desde el desarrollo del bebé semana a semana y los cambios que van a producirse en el cuerpo de la mujer, hasta las diferentes emociones que podría experimentar, incluyendo recomendaciones básicas nutricionales por los cambios del embarazo, molestias y posibles remedios. También habla de actividad física y ejerciciosexualidad, el papel de la pareja si la hay, el inicio de la lactancia, y las pruebas médicas fundamentales que se realizan durante el seguimiento.

PERSONAL

Edad: 42 años.

Familia: Es madre de tres hijos.

Trayectoria: Desde 2017 trabaja en uno de los paritorios con mejores resultados obstétricos de Madrid, además de ejercer su profesión con verdadero entusiasmo.

Divulgación: La realiza a través de su web www.comadronaenlaola.com y en el perfil @comadronaenlaola. Imparte formación, cursos y talleres para mujeres y parejas, y hace colaboraciones de docencia para otros profesionales (en especial, preparación al parto y posparto, lactancia materna, diabetes gestacional y biomecánica para el embarazo y el parto. Acaba de publicar su primer libro, Ser mamá. Guía del embarazo, parto, postparto con evidencia y emoción (Ed. Grijalbo).

Pregunta: Con el descenso de natalidad, ¿hay mucho trabajo para las matronas?

Respuesta: Sí, porque hay pocas profesionales en el sistema de salud. A pesar del descenso drástico de la natalidad, las matronas estamos desbordadas de trabajo. Por otro lado, esto va por épocas. En la primavera y el verano suele haber muchos partos, estamos sobrecargadas de trabajo.

P: ¿Por qué hay tan pocas matronas en Sanidad?

R: Por un lado, porque el Ministerio de Sanidad saca pocas plazas de esta especialidad y, por otro, porque se están jubilando muchas matronas. En España durante diez años no salieron a concurso plazas. Por eso, hay una vacío de matronas y no hay reemplazo. En muchos centros de salud no hay matronas, hay enfermeras y médicos que están haciendo nuestro trabajo y en los paritorios hay una sobrecarga de trabajo tremenda. Hay matronas que llevan tres partos a la vez. Este verano será una época complicada porque por la pandemia las residentes que tenían que terminar en mayo no lo harán hasta septiembre y faltarán profesionales.

P: ¿Para ser matrona tiene que estudiar antes enfermería?

R: Sí. Es un grado de enfermería de cuatro años, luego necesitas un año para estudiar el examen, que es como el MIR de los médicos, y después debes de hacer dos años de especialidad; al final son siete años de formación.

P: ¿La figura de la comadrona está valorada?

R: No. Es una profesión que durante mucho tiempo ha estado relegada, solo se visibilizaba a los médicos y enfermeras. Y no es así, es una especialidad autónoma y, de hecho, durante muchísimo tiempo era una profesión independiente, ni siquiera estaba ligada a la enfermería, pero a partir del 72 se decidió que iba a ser una especialidad de enfermería.

P: ¿Ahora están siendo más visibles gracias a las redes sociales?

R: Sí, porque la Federación de Asociaciones de Matronas de España trabaja mucho por visibilizarnos, por luchar por nuestras competencias. La figura de las matronas es importante, hay que ponerla en valor. Legalmente en el BOE está reconocida como la especialista que acompaña en los procesos reproductivos de las mujeres. No solo en el acompañamiento y seguimiento del parto, sino también en el climaterio, la menstruación, la anticoncepción, sexualidad… Estamos trabajando para que se conozca nuestro trabajo.

P: Ha escrito el libro Ser mamá. Guía del embarazo, parto y posparto con evidencia y emoción. ¿En qué se diferencia el suyo de los cientos que hay sobre el tema?

R: Es verdad que hay muchísimas publicaciones, si empiezas a buscar y te salen millones. En mis tres embarazos he devorado estos libros tanto de divulgación familiar como los profesionales. Creo que algunos se han quedado bastante anticuados y muchos de ellos, escritos en Estados Unidos, están ya desfasados. Además, todos tienen un enfoque medicalizado cuando estamos en una tendencia, como así lo demuestra la ciencia y el avance, en la que debemos enforcarnos en la salud, en la fisiología y no en la enfermedad. Faltan libros escritos por matronas porque somos las que asistimos el parto normal, los de bajo riesgo. Los atendemos nosotras solas: yo ingreso a la paciente, la acompaño en el proceso de dilatación, asisto el parto y le doy de alta a la planta sin necesidad de que esté el ginecólogo. 

P: ¿Es importante que haya libros desde la voz de las matronas?

R: Sí, porque después de cinco años en redes sociales ves constantemente las mismas dudas, los mismos miedos, las mismas inquietudes en las mujeres que no terminan de encontrar respuestas englobadas de una manera amena, actualizada. Mi idea era escribir un libro que recogiese la mayoría de dudas que tienen. Creo que hay que cambiar de una vez por todas la asistencia al parto y al embarazo.

P: ¿Qué cambios asistenciales?

R: Por ejemplo el manejo de la diabetes gestacional, o reconocer que el feto mal colocado hace que el parto, a veces, sea tan largo, tan duro. He intentado hacer un libro muy localizado, muy ameno, fácil de entender y realizado desde la perspectiva de la matrona, con herramientas y enfoques que son todavía difíciles de encontrar en la mayoría de las publicaciones.

P: Trabaja en un paritorio con buenos resultados obstétricos. ¿Se refiere a que realizan menos cesáreas?

R: Sí. Hay hospitales que tienen un 12 o 13% de cesáreas que se ajustan a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros, con la misma complejidad hospitalaria, que tienen desde un 20 a un 24% de cesáreas porque la manera de asistir no es la adecuada. Esto lo recalco en el libro porque la manera en que asistimos los partos de las mujeres repercute en los resultados obstétricos. Cuanto mejor asistes mejor son los resultados.

P: ¿Se siguen haciendo excesivas cesáreas?

R: Sí. Se recomienda que se realicen en torno al 15%. Hay hospitales de alta complejidad que pueden tener una tasa mayor llegando al 19% y en la mayoría de los hospitales privados rondan el 30%. Esto es por mala práctica clínica, no se trata de que no se hagan cesáreas, porque son necesarias, y cuando hay que hacerlas salvan la vida de la madre y el bebé. El tema es que asistiendo de determinada manera, lo que estamos provocando es que se hagan demasiadas intervenciones de este tipo que no se precisan. 

P: ¿Hay que actualizar los protocolos para la realización de cesáreas?

R: Sí. En mi hospital se hacen un 12% de cesáreas y nuestros ginecólogos no se arriesgan ni se juegan nada. Simplemente tenemos una manera de asistir, unos protocolos muy estudiados y estandarizados que nos dicen cuándo tenemos que hacer una cesárea y cuándo podemos continuar con el parto. Estamos muchísimo más tiempo con las pacientes que el resto de hospitales, pero avalados por la evidencia. En la mayoría de los hospitales los tiempos son ridículos. En los hospitales privados, sin generalizar, es cierto que, en global, la tasa de cesáreas está disparada. La cuestión es que los profesionales no disponen de tiempo. Ingresan a una mujer y si a las tres horas no ha dilatado le hacen la cesárea y si es por a noche, ocurre algo similar. Esto es una mala praxis, y o es que lo digamos las matronas, lo reconocen también los compañeros ginecólogos. Se hacen cesáreas sin indicación y la manera de trabajar no es la correcta. Si se hicieran auditorías y se llevaran los protocolos a otros hospitales bajarían las tasas de cesáreas.

P: ¿La falta de personal también influye?

R: Claramente tanto en los centros públicos como privados. Los ginecólogos se ven solos y muchos, con buen criterio, dicen que no se pueden arriesgar cuando no tienen un compañero de guardia. En estas situaciones suben las cesáreas y esto ocurre en todos los centros.

P: ¿Apuesta por un parto más cercano y respetuoso?

R: Sí, y no solo con el trato. Como profesionales de salud estamos obligados a trabajar con las últimas recomendaciones de la ciencia. Hay que seguir las indicaciones actualizadas.

P: ¿Hay una tendencia a los partos naturales? ¿A parir con dolor? Para muchas mujeres esto es un retroceso en las reivindicaciones de las mujeres.  

R: No creo que haya un retroceso. La lucha no creo que sea por el parto con epidural, sino por el parto respetado. Los partos naturales tienen que ver con los protocolos adecuados. Después, es la mujer la que tiene que elegir desde la libertad si quiere la epidural o no; es una decisión solo de la mujer. Pero para muchas mujeres el parir sin epidural no es un sufrimiento; no tienen la idea de que parir con dolor sea un retroceso fisiológico y lo quieren vivir así. No se puede enfocar como si fuera un retroceso. Las mujeres son libres para parir con o sin epidural y siendo acompañadas y respetadas en su decisión de la manera más profesional y adecuada en ambas situaciones. Hay que dejar de burlarse de las mujeres que quieren parir con dolor porque es una decisión tan legítima como ponerse una epidural, que también tiene sus efectos secundarios. Hay que respetar todas las decisiones sin ningún tipo de sesgo.

P: Y la tendencia a parir en los domicilios, ¿no conlleva un riesgo?

R: Es una cosa bastante normal en Reino Unido y en los países nórdicos, y su asistencia sanitaria y sus resultados perinatales están entre los mejores del mundo. Es una opción respaldada por la evidencia científica que incluye en estos países la Seguridad Social. Los resultados perinatales de los estudios realizados con miles y miles de partos domiciliarios son excelentes. No hay mayor riesgo de mortalidad, y lo que sí hay es menos morbilidad y menos intervenciones innecesarias, tanto en las madres como en los bebés. Esto es una opción que hay que respetar, porque además, quienes dan a luz en casa están acompañadas por profesionales. Lo que ocurre es que tenemos una idea del parto domiciliario desde una visión muy médica que nos dice que es peligrosísimo.

P: ¿Y no es así?

R: La realidad es que son partos normales asistidos por profesionales que saben cuándo tienen que tomar la decisión de trasladarles al hospital porque no es adecuado continuar en el domicilio. Y los resultados de esta opción son buenos, no es algo que nos inventemos. Hay estudios científicos que nos dicen que no hay mayor mortalidad perinatal ni materna. 

P: ¿A la sociedad le cuesta entender esto?

R: Lo ve como peligroso, pero como digo, no se puede afirmar que sea así. La gente piensa en sus abuelas que daban a luz en casa, pero ellas no tenían matronas que les hacían un seguimiento del embarazo con ecografías, analíticas… ni había la higiene que hay ahora. En España hay mujeres que quieren dar a luz en casa y no pueden porque actualmente aquí es un servicio privado, la Seguridad Social no lo contempla, mientras que en los países nórdicos, por ejemplo, sí.

P: ¿Qué opinión le merecen la maternidad subrogada?

R: Personalmente estoy totalmente en contra de los vientres de alquiler; me parece una explotación del cuerpo de la mujer, una nueva esclavitud. Poner en venta a un ser humano no puede estar bien de ninguna de las maneras, porque estamos vendiendo a un ser humano. Además, creo que no contemplamos las necesidades biológicas del bebé que se gesta. Para mucha gente decir esto es políticamente incorrecto, pero el bebé al nacer espera a su madre, porque se dan unos procesos hormonales y químicos que son muy importantes y que hay que tener en cuenta. Otra cosa son los bebés que son dados en adopción o en acogida por distintas circunstancias. La adopción de estos bebés por familias, padres y madres es maravillosa porque lo que necesitan es amor. Pero el hecho de comprar un bebé a la carta es tremendo. Además, la mayoría de las mujeres que tienen hijos para otras personas son de países pobres, explotadas, encarceladas durante la gestación. Es un maltrato humano, una explotación más de mujeres. Estoy totalmente en contra, porque es otra esclavitud del siglo XXI.