Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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Otra dictadura política: la educación

Por José Manuel Alonso

“Estamos en un momento inquietante, de indecisión e intromisión de los políticos en todo lo que afecta al género humano, lo que nos parece gravísimo” (Julián Marías, en 1997) // “La política es el arte de servirse de los hombres y mujeres haciéndoles creer que se les sirve a ellos” (Louis Dumur, escritor y periodista suizo) // “Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo” (Abraham Lincoln) // El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué no ocurrió lo que el predijo” (Winston Churchill)

            En este artículo he preferido recoger para iniciarlo unas opiniones que no son de actualidad sino de antiguos y famosos expertos, y hacerlo para no ilustrarnos de antemano y solamente con los políticos que hoy nos gobiernan, porque en ese caso tendría que recordarles lo que nos anuncia el Banco de España, que nada tiene que ver con lo que ellos dicen: menos crecimiento y más inflación. O la educación, que la quieren convertir en “no educar”, y otras muchas irregularidades que poco o nada democráticas… Y es que hay días en los que uno se pregunta si vivimos o no en una democracia, es decir, en un “sistema político que defiende la soberanía del pueblo, y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes”, porque tampoco nos fiamos ya de la pureza de unas elecciones y mucho menos de nuestra soberanía, la del pueblo… Parece que lo único que funciona hoy día es la imposición de los partidos, partidos que no tienen el menor interés ni siquiera con sus propios electores, salvo con los que están enchufados…

            Y si en eso puede haber o no dudas, de lo que no hay ninguna es en leyes que se aplican sin el menor respeto hacia el pueblo que las sufre, y una de ellas es, desde hace décadas, las leyes de Educación. La última que se pretende imponer desde el próximo mes de septiembre, probablemente sea la más demencial de todas… Una ley que luego, a la hora de aplicarse a las Comunidades Autónomas vienen otras nuevas imposiciones y materias distintas, según sea el partido que gobierne…

            La enorme crisis humana, social y económica ya establecida

            A nivel internacional, todos los días se aprecia un intento de adoctrinamiento ideológico, impuesto incluso desde el dictado de organizaciones ajenas a una región o un país. Ya no se trata ni siquiera de la derecha o de la izquierda, sino de algo ajeno a la política más tradicional e impositiva, con algunos nombres de dirigentes o sociedades más económicos que propiamente políticos, dictadores que nos pueden llevar a la ruina económica, intelectual, humana, social, educativa y cultural, e incluso a una nueva guerra…

            Pero hablemos de lo nuestro, del estado español, que es lo primero y lo que más nos incumbe, por ejemplo, de la situación económica, con huelgas y manifestaciones a diario de trabajadores… Hablemos, por ejemplo, del hecho que tratan de silenciar, el de la deuda pública que se ha duplicado en la última década, y nos viene una crisis económica galopante, con unos datos que se agravan cada día…. Otro dato evidente: la factura del sector público que gobierna y que ahoga al sector privado, y se calcula que hay millones de españoles en régimen de máxima pobreza, así como la mitad de la juventud en paro… Y, sin embargo, salvo muy concretas y contadas excepciones, los políticos además de crearse asesores, gastan y reparten dinero de todos a quienes menos lo necesitan… Ejemplo claro: doscientas mil nuevas plazas de empleo público concedidas por el disparatado gobierno en el poder, la mayoría a dedo o con supuestos exámenes “bien” controlados… Otro ejemplo brutal: la protección del aborto y el ataque a la nueva vida humana que nace o la que está expuesta a la eutanasia… Y otro ejemplo más: la creación de sociedades públicas que no sirven para nada…

            Y hay otro aspecto lamentable: el engaño o la mentira y las promesas incumplidas en buena parte de los políticos. Y el político que ha superado a todos ha sido el actual presidente del gobierno: Pedro Sánchez, con mentira tras mentira, promesa tras promesa incumplida; además de otro aspecto que nos parece gravísimo, y es el haberse apropiado de otro poder en democracia además del político, el judicial, incluso confesando que es el gobierno político de estado quien manda y controla la judicatura… Eso sin citar la última hazaña: el acuerdo personal con Marruecos por el Sáhara Occidental, que en 1958 se convirtió en provincia española, y conceder ahora una autonomía de Marruecos para ese territorio, reavivando un problema y hacerlo sin apoyo del Parlamento…

La nueva Ley de Educación: intento de adoctrinamiento político

            Hoy, sin embargo, vamos a centrarnos en otro hecho reciente y preocupante: el de la Educación futura, con una octava ley desde la democracia que ya es una realidad en el ordenamiento jurídico español, incorporando novedades a la “demencial” ley propuesta hace meses por la entonces Ministra de Educación, Isabel Celaá, aquella que nos advirtió de que los hijos ya no son de los padres, y que hoy, incomprensiblemente, es la embajadora de España en el Vaticano, presentando hace unos días sus credenciales en una visita a la que acudió con su marido, sus dos hijas y algunos familiares, así como al personal diplomático de la embajada. El Papa Francisco bromeó con la nueva embajadora dándole “¡muchas gracias por venir con la peineta!” (…)

            Cuando se dio a conocer esta nueva Ley, recogíamos alguna frase significativa. Una, de hace unos años de Francisco Rodríguez Adrados (1922-2020), el filólogo que fue miembro de la Real Academia Española y que decía: “Desde que la educación, base fundamental de una sociedad, ha sido invadida por la política, todo ha sido desastroso” (…). O aquella conclusión a la que llegaron en unas jornadas en la Universidad parisina de la Sorbona: “en un mundo globalizado, economicista y tecnológico, los políticos tienen poco campo de juego” (…) Y la conclusión fue muy clara: “hay decisiones sociales y humanas en la vida en las que no tiene que haber políticos sino expertos y sobre todo en la política educativa” (…)

            Hoy hemos titulado este apartado como intento de adoctrinamiento político, esta vez de la izquierda, aunque más bien deberíamos titularlo como “imposición u obligación”. Con una ley que han propuesto políticos, en este caso ministras, siendo la última Pilar Alegría, una ministra en una materia tan importante y tan amplia, con solamente un título académico: diplomada en Magisterio. Una ministra socialista que, como se ha dicho, tiene a los “suyos” estudiando en centros de pago, como ocurría con la anterior…, y como ocurre con la mayoría de los políticos socialistas y comunistas. Tan listos o listas, que nos gobiernan en su propio beneficio y contradiciendo lo que pregonan…

            En esta nueva ley, dividida en la ESO y el Bachillerato, y que pretende aplicarse para septiembre, habrá nuevas modalidades y nuevas asignaturas, alguna de ellas con clara tendencia política de izquierdas. Se reducirá la asignatura de Matemáticas y la de Historia, un desbarajuste total. No será histórico-cronológica, lo que es sustancial a la asignatura, sino que se eliminará gran parte de ella, centrándose solamente en la que acontece a partir de 1812. Y quien elija, por ejemplo, la asignatura de religión, en la que se estudiarán distintas creencias, no contabilizará para nota, que es lo que ocurría en época franquista con la materia del Espíritu Nacional… En cuanto a resultados, se podrá pasar de un curso a otro con suspensos y se podrá obtener el título con algún que otro descalabro.

Otra barbaridad: pretenden reducir la filosofía a mínimos

            Hace unos pocos días, el filósofo, ensayista y pedagogo español José Antonio Marina, declaraba en una cadena de televisión: “Se ha cambiado el concepto de asignaturas, que eran longitudinales, al de competencias que son trasversales”. Tan trasversales y de contenidos mínimos, digo yo, con una filosofía, es decir, una enseñanza o disciplina que debe estudiar e intentar responder a algunas cuestiones fundamentales para los seres humanos: cuál es el sentido de la existencia, la búsqueda de la verdad, la moral, la ética, la belleza, el lenguaje y la mente, entre muchas otras…

            Por tanto, enseñarnos a pensar y a humanizarnos, además de aprender a desarrollar el pensamiento crítico, con solo 35 horas, es ridículo ya que se contabilizan más de 35 importantes filósofos en la historia, desde Platón, Aristóteles o Sócrates a Karl Marx, Friedrich Nietzsche, René Descartes, Tales de Mileto, Immanuel Kant, Heráclito, Anaxímenes, Pitágoras, Parménides, Demócrito, San Agustín, Averroes, Tomás de Aquino, Sartre, Simone de Beauvoir, Habermas, sin olvidar a los más modernos e incluso actuales cuya lista sería interminable… y entre los que están numerosos vascos, desde Unamuno a Xavier Zubiri, desde José María Lasa a Ortiz Osés, desde Juan Zaragüeta a José Luis López Aranguren, desde José María Lasa a Jacques Maritain, desde Huarte de San Juan a Venancio Minteguiaga, etc, etc., y me olvidaré de algunos…

    Hay otro aspecto que nos parece muy grave de cara al futuro educativo y es el hecho de dejar en manos de cada autonomía, a sus políticos gran parte de la enseñanza de los primeros años, cuando vivimos una época en que hay un buen porcentaje de políticos que no tienen un mínimo de aprendizaje y mucho menos los conocimientos precisos, y ni siquiera los hay en el actual gobierno del Estado, muchos de ellos con estudios mínimos. Como se ha dicho, los primeros políticos tras la dictadura franquista estaban mucho mejor preparados que los de ahora…

            Y otra barbaridad de cara al futuro inmediato es la nueva asignatura de la Historia, en la que parte de ella desaparece o si aparece lo hace con mezcla de distintas épocas. Es decir, un desbarajuste total. La historia hay que conocerla cronológicamente, tal y como ha sido, y no tiene ningún sentido mezclarla y menos aún comenzarla en 1812. Y otra barbaridad más es la nueva forma de evaluar, pasando de un curso a otro con suspensos, lo que reduce la preparación de los que más saben, más estudian y mejor aprenden, que se ven obligados a seguir el ritmo de los que no tienen ni idea de casi nada.

            En fin, las críticas han llovido e incluso se ha afirmado que la gran mayoría de esos políticos que van a controlar la nueva educación, suelen, por mayoría casi absoluta, enviar a sus hijos a centros privados y países donde no se cumple nada de cuanto quieren rebajar e incluso anular para todos los demás…

Las “cuestiones malditas” de Rusia, con el dolor de Ucrania

            Ahora que Rusia está salvajemente destruyendo a un país vecino: Ucrania, así como a sus habitantes, recuerdo una expresión de tradición rusa que nos expuso una mujer guía e interprete en uno de los viajes que este periodista ha realizado a ese país: las “cuestiones malditas”… Curiosamente, a la vuelta de Rusia me sorprendió que esa misma expresión la utiliza el escritor catalán Rafael Argullol, incluso tiene algunas publicaciones y es famoso por un libro dedicado a “Las pasiones”… Son las suyas y la de los rusos reflexiones e interrogantes que afectan al dominio de lo fundamental en la vida social: el sentido de la existencia, las fronteras entre el bien y el mal, el ser moral y humano, la trascendencia de la vida, etc. Y la filosofía, como veremos en el próximo artículo de Kazetariak, ha sido tradicionalmente el ámbito del saber en el que se ha planteado esas y otras cuestiones, independientemente de que, en los tiempos modernos y en los actuales, haya sufrido y siga sufriendo una y mil veces su matanza o desaparición.

            Y no lo decimos nosotros, sino que ya lo decía hace unos años Julián Marías (1914-2005): “La filosofía, en casi todo el mundo, ha ido siendo «desalojada» en nombre de muy diversas cosas. Hay un motivo que ayuda a explicarlo: la «invasión de las cosas», característica del mundo actual, que está lleno de ellas, en un grado nunca conocido. Y lo más grave es que esa invasión no es sólo física, sino sobre todo mental: el hombre actual «no piensa más que en cosas». De todo ello seguiremos ocupándonos en algún próximo artículo, a no ser que haya otras “cuestiones malditas” que sean más graves…