Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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PENSANDO EL 8M

Por Araba Abolizionista

Últimamente parece que lo único importante en el 8M es la supuesta división que existe dentro del feminismo en torno a ciertas cuestiones. Se habla de la Ley del Solo sí es sí, de la Ley trans, de la prostitución… Pero… ¿Qué es realmente el 8M?

Es el Día Internacional de la Mujer, anteriormente denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora y conmemora cada 8 de marzo la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.

En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin propuso y se aprobó la celebración del

«Día de la Mujer Trabajadora», que se comenzó a celebrar al año siguiente. En diferentes informes publicados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en términos globales, en todo el mundo las mujeres están por debajo de los varones en todos los indicadores de desarrollo sostenible.

Las desigualdades de género se observan en que las mujeres conforman casi dos tercios de los analfabetos del mundo. Se habla de feminización de la pobreza porque la mayoría de los pobres del mundo son mujeres. Las mujeres tienen menos acceso a los servicios sociales básicos que los varones.

Las mujeres tienen 11 puntos porcentuales más de probabilidad de no tener comida. La brecha salarial muestra que las mujeres ganan menos dinero que los varones por el mismo trabajo, y aun las que están más educadas que ellos consiguen trabajos de menor jerarquía.

Existen 39 naciones en las que los hijos varones tienen derechos de herencia que las hijas mujeres no, y solo el 2% de la tierra del planeta pertenecen a mujeres mientras que el 98% son de varones, aunque las mujeres son las responsables de recolectar el agua en el 80 % de las casas sin agua corriente. En 30 países se continúa realizando la mutilación genital femenina y hay por lo menos 200 millones de mujeres sometidas a esta práctica. Dos tercios de las víctimas de trata de personas son mujeres. Las mujeres representan la gran mayoría de las víctimas detectadas que fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, entorno al 94 % de las víctimas de trata

para explotación sexual son mujeres. Mujeres y niñas son víctimas de secuestro con fines violentos y sexuales en vez de por petición de dinero. En muchos casos las mujeres son quienes comen las últimas en la familia.

Muchas mujeres aún no pueden elegir esposo y cada 2 segundos una niña es forzada a matrimonio infantil en el planeta. En muchos países todavía existen códigos legales que obligan a la mujer a obedecer a su esposo. En líneas generales, el hecho de nacer mujer supone un grave peligro en cualquier lugar del mundo debido a la denominada violencia machista.

Entonces… ¿de qué deberíamos hablar? He aquí unas propuestas: Hablemos de que desde 2010 han sido asesinadas 1374 mujeres a manos de hombres.

Hablemos de que el pasado año acabó con 99 mujeres asesinadas a manos de hombres, 19 de ellas en el mes de diciembre. Hablemos de que, en lo que llevamos de año, entrando apenas en el tercer mes del año, ya son 15 las mujeres asesinadas.

Y estas cifras son solamente las de nuestro país. Si contáramos a las mujeres asesinadas de todo el planeta nos escandalizaríamos de tal manera que quizás hasta podríamos calificar a estos asesinatos de pandemia, una pandemia contra las mujeres.

Hablemos también de las niñas que, en muchos países como Afganistán, tienen prohibido ir a la escuela. Hablemos de esas niñas a las que obligan a casarse, hecho que ocurre incluso en España, este país que se hace llamar democrático y que presume de los estándares de igualdad alcanzados hasta la fecha. Hablemos de las niñas a las que se les sigue practicando la mutilación genital femenina, incluso en familias que residen en este país. Hablemos de las niñas iraníes que están siendo envenenadas en las escuelas. Hablemos también de los abusos sexuales que sufren las y los menores, en la mayoría de las ocasiones, perpetrados por un familiar. Hablemos del riesgo de exponer a nuestra infancia a la violenta pornografía, que enseña a las niñas a normalizar esa violencia y que enseña a los niños que sus compañeras no son sus iguales, sino que son cuerpos diseñados para su satisfacción sexual. Hablemos de los hijos y las hijas de las mujeres maltratadas, las víctimas de violencia vicaria.

De los/las que sobreviven a esta violencia y de los/las que no. Hablemos de la violencia obstétrica que sufren las mujeres durante sus embarazos, durante sus partos. Hablemos de la invisibilización de las mujeres en los libros de historia, filosofía, ciencia, literatura, arte… Hablemos de la carencia de referentes de las niñas. Hablemos de la imposición de estereotipos tremendamente dañinos, tanto para niñas como para niños, ya que a nadie benefician. Hablemos de la violencia a la que están sometidas las mujeres en situación de prostitución. Hablemos de todas las mujeres a las que les resulta imposible conciliar la vida laboral con la familiar. Hablemos de las madres monomarentales. Hablemos de la invisibilización de las mujeres lesbianas. Hablemos de por qué las mujeres no llegan a puestos de poder en las empresas, del techo de cristal. Hablemos de las que apenas pueden despegarse del suelo pegajoso. Hablemos de las mujeres con discapacidad. Hablemos de que deje de cuestionarse el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, del derecho al aborto libre y gratuito. Hablemos del miedo que sienten las mujeres de caminar solas por la calle, por cualquier calle, de cualquier ciudad o pueblo del mundo. Hablemos de que existen mujeres y niñas que tienen miedo solamente de existir dependiendo del país en el que vivan. Hablemos de las mujeres y niñas que son condicionadas a vestir y verse de determinada manera para no salirse de la norma establecida. Hablemos de las mujeres y niñas que son utilizadas, forzadas, violadas y filmadas por una industria mundial para satisfacer los deseos depravados de algunos hombres. Hablemos de por qué las mujeres llevamos tantos años oprimidas. Hablemos de por qué la pobreza tiene rostro de mujer. Hablemos de por qué la violencia contra las mujeres está normalizada. Hablemos de por qué nacer mujer se convierte en un riesgo para la vida.

Si queremos un mundo igualitario entre mujeres y hombres, tenemos que hablar de todo esto. Pongamos el foco de nuevo en todas estas cuestiones. El 8M no es una fiesta, hablemos de todo esto, hablemos de todo lo que queda por hacer, y nos daremos cuenta de que no hay nada que celebrar, que de hecho tenemos razón al estar enfadadas y reclamar justicia. Porque la indignación es la semilla que provoca el cuestionamiento ético de los sistemas sociales, la indignación conduce a la acción, a ser capaces de enunciar lo que pedimos, con aplomo, seguridad y vehemencia. Pongamos la dignidad como bandera y como meta, y que esa dignidad sea la que nos conduzca a un mundo más justo e igualitario.