Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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PERIODISMO SIN PAPEL

Por Antton BasteroTitiritero, actor y periodista, es creador en redes sociales del grupo ETXEKOA COCINA VASCA CASERA.

Cuando hace algo más de diez años inicié mi intensa relación con las redes sociales no podía imaginarme que me atraparían, ni mucho menos que me convencerían de sus grandes bondades como medios comunicativos. Pensaba entonces lo que aún piensan muchos advenedizos, es decir, «que no serían otra cosa que una gran pérdida de tiempo». Creía yo entonces a pie juntillas lo que defendí en la asignatura de tecnología durante mis estudios de periodismo, a saber, que «las nuevas tecnologías no podrían sustituir a los medios impresos». Mi argumento para esta entusiasta y equivocada defensa era por aquel entonces (década de los ochenta) que la gente seguiría necesitando tener algo entre las manos como un periódico impreso o una pequeña radio. Evidentemente ni imaginaba de joven el poder alcanzado hoy en día por Internet a través del uso de la telefonía móvil, ni el éxito de los móviles, algo limitado entonces a personas con un inmenso poder adquisitivo.

Educado universitariamente en el valor del periodismo de calle, filtrado posteriormente por los jefes de redacción obedientes, a su vez, a la línea editorial de cada medio mi salto a las redes sociales ha sido precisamente sin red. De hecho en mis primeras incursiones, pletórico por esa sensación de ansiada libertad de las redes, ya hubo quien me hizo ver que había entrado a Internet «como un elefante en una cacharrería». De casi nada me sirvieron en las redes sociales mis años de carrera universitaria ni mis más de diez años como periodista «freelance» en periódicos como Deia o El Correo. Todo era diferente, el lenguaje, la imagen, los tiempos, los públicos… Y es que las redes sociales son como un papel en blanco donde está en tu mano la noticia, su proyección y su desarrollo. Así que tras unos primeros batacazos decidí seguir mi propia «línea editorial». Mientras una gran parte de los internautas se dedicaban a sacar fotografías de sus gatitos en diversas posturas en Instagram, felicitar en el día de su cumpleaños a desconocidos a través de Facebook, lanzar improperios por Twitter o bailar en TikTok, yo establecí mi propio código de actuación. Realicé una lista de las cosas que no quería hacer y otra con las que deseaba desarrollarme a través de las redes sociales. Lo primero y más importante fue contactar con aquellas personas que sintonizaran con mi forma de sentir y disfrutar de la vida. Mi trabajo no está en las redes sociales sino en el teatro así que decidí dividir lo más claro posible estas dos actividades. Creo que todo ello ha sido un gran acierto. Mientras otras personas inundan las redes, y aburren al personal, con sus trabajos y empresas, mi intención ha sido en todo momento compartir y disfrutar con mis coetáneos en redes mis grandes aficiones, es decir la naturaleza, la cocina, la amistad, Euskal Herria, el euskara, el mar, las marionetas y la fiesta. Y en ello ando, descubriendo que hay mucha gente como yo en este pequeño y bello país lleno de contrastes.