Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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SEMBLANZAS BILBAINAS

Montxo Urraburu, periodista y realizador radiofónico
El “Tximbo loco”: la radio desde el cielo

Jose Mari Amantes

Para mucha gente de mi generación la radio ha sido una agradable compañía diaria, que lo mismo nos ha endulzado la vida que nos ha socorrido en situaciones complicadas de nuestra historia, como las inundaciones de 1983 sin ir más lejos. Dentro de nuestro entorno, los programas locales, tanto informativos como de entretenimiento, han sido especialmente valorados por su contenido cercano. No son pocas las voces inolvidables que, a través de sus programas radiofónicos, dejaron huella en nosotros. Uno de esos locutores de referencia ha sido Montxo Urraburu, inventor de una original fórmula de hacer radio como fue “El Tximbo Loco”, un programa dominical emitido desde una avioneta.

Inicios radiofónicos

La carrera periodística de Montxo Urraburu -ejercida fundamentalmente como realizador y locutor radiofónico- se ha desarrollado en dos medios de comunicación: Radio Popular y Radio Bilbao. En la primera emisora ingresó iniciada la década de los años 70, cuando uno de sus compañeros del Grupo Akelarre, al que pertenecía, le animó a que hiciera las pruebas para la plaza que convocaban. Realizado el examen pertinente, se incorporó a la “emisora de los curas”, como era popularmente conocida, donde coincidió con muchos de los mejores periodistas de entonces.

Finalizando los años 70, la empresa decide prescindir de buena parte de la plantilla para hacer una reestructuración de su programación y darle otro enfoque. Coincidiendo con el despido recibió una llamada del entonces director de Radio Bilbao, D. Eduardo Ruiz de Velasco, toda una leyenda de las ondas bilbaínas. Se citaron en la Cafetería Lepanto, próxima a la emisora, y cuando le propuso incorporarse a la Cadena SER no dudó en aceptar, y así comenzó otra década -la de los 80- en Radio Bilbao. Allí entró al tiempo de su buen amigo y compañero Carlos Bacigalupe haciendo, fundamentalmente, informaciones y entrevistas relacionadas con el día al día del Botxo. Guarda muy gratos recuerdos de aquella trayectoria profesional, en la que llegó a compartir una periódica colaboración con el programa estrella de Iñaki Gabilondo, conectando desde Bilbao para informar sobre asuntos locales. Tampoco olvida sus desplazamientos a la Argentina, a donde estuvo yendo, durante 7 años, a enviarnos sus crónicas sobre el desarrollo de las distintas Semanas Vascas organizadas por el Gobierno Vasco. Una bonita experiencia profesional pero muy laboriosa, dada las diferencias horarias entre Argentina y España.

Pero las noticias no siempre fueron alegres. En octubre de 1980 le tocó cubrir un doloroso acontecimiento: la terrible explosión de gas en un colegio público de Ortuella en el que fallecieron dos profesores, una cocinera y cincuenta criaturas, de entre 5 y 6 años. También impactante fue otro accidente, en este caso de avión, sucedido en febrero de 1985 cuando el vuelo regular de Madrid a Bilbao golpeó una antena de ETB, al parecer por volar por debajo de la altitud mínima de seguridad. Transitar por las laderas del monte Oiz para llegar al lugar del impacto y relatar la noticia se convirtió en toda una aventura. Pero quizá ninguna experiencia dramática fue tan intensa como la vivida durante las inundaciones que asolaron nuestro territorio en agosto de 1983. Ya se ha relatado en repetidas ocasiones lo sucedido entonces y las consecuencias que produjeron aquellas riadas: negocios arruinados, gran cantidad de trabajadores condenados al paro, barro, desolación y, lo peor de todo, 34 fallecidos y 5 desaparecidos. Los medios de comunicación fueron fundamentales para orientarnos e informarnos en tan complicados momentos, y Radio Bilbao tenía los suficientes medios y profesionales para cumplir exitosamente esa misión. Por cierto que la única buena noticia de aquella tragedia, por poner algún contrapunto positivo, fueron los 7.000 millones de pesetas del gordo de la lotería de navidad que tocaron en Bilbao.

El Tximbo Loco

Precisamente, a raíz de los momentos vividos en aquellas inundaciones, y ante la impotencia de no poder informar a sus oyentes de lo que estaba ocurriendo desde los lugares más afectados -como era el caso de Bermeo, a donde se las ingenió para acudir en un pesquero de la localidad que partía desde Laredo, dada la imposibilidad de desplazarse vía terrestre, ni por la Ría, que no era navegable por los peligros que entrañaba-, llegó a la conclusión de que había que poner remedio a situaciones parecidas, al menos informativamente hablando. Y fue entonces cuando se le ocurrió la idea de poder emitir un programa de radio desde una avioneta, lo que salvaría muchos de los obstáculos que se planteaban en parecidas circunstancias.

Tras ponerse en contacto con el entonces presidente del Real Aeroclub de Vizcaya, Pedro Díaz Cano –que le dio toda clase de facilidades- y contar con el beneplácito de Ruiz de Velasco –que inicialmente mostraba algunas reticencias- empezó a gestarse la idea del “Tximbo Loco”. El nombre tenía su aquel: tximbo, por ser nuestro pájarillo genuinamente botxero, y loco, por la propia locura del proyecto que se planteaba. El programa empezó a emitirse el verano siguiente a las comentadas inundaciones, en Junio de 1984, y permaneció en antena durante 17 años. Tras los controles de rigor, la avioneta partía del antiguo aeropuerto de Sondika y hacía el vuelo todos los domingos (de Junio a Septiembre) entre las 12 y las 13 horas. Mientras charlaba con los invitados que volaron con él (entre los que se encontraban el lendakari, alcaldes, actores y actrices “de postín” y hasta el flamante entrenador del Athletic, Javier Clemente) ofrecían información del tiempo, el discurrir del tráfico veraniego o la situación de las playas. Para ello contaba con la colaboración de la Ertzaintza –que todavía no disponía de helicópteros-, la Cruz Roja o la Federación Vizcaina de Salvamento y Socorrismo. Ya con la nueva terminal de Loiu y el intenso tráfico aéreo, incrementado por el turismo y otros fenómenos, llegaron a la conclusión de que técnicamente no era posible continuar.

Durante todo ese tiempo sucedieron muchas cosas. Quizá la más entrañable fue el vuelo que organizaron en el 50 aniversario del bombardeo de Gernika, en el cual participaron diversos Aeroclubs de España. En ese trayecto sobrevolaron la ciudad arrojando miles de flores donde en su día la Legión Cóndor lanzaba sus bombas. Por lo demás, sólo un destacado personaje se negó en redondo a volar con él: el alcalde Iñaki Azkuna. Cada vez que se encontraban y Montxo se lo volvía a pedir, el alcalde le respondía, con su sorna habitual, “Montxo, tú estás loco si piensas que me voy a montar en ese trasto”. Solo una vez tuvieron un serio percance y fue cuando la avioneta utilizada en uno de los programas, tras dejar en tierra a los componentes del “Tximbo loco”, se estrelló en una campa cercana al aeropuerto de Sondika. Aunque quedó destrozada, los ocupantes resultaron ilesos. Actualmente Montxo ocupa su tiempo en actividades radiofónicas además de su dedicación a la Asociación y Colegio Vasco de Periodistas.