Por Gabriel García Márquez
A cuántos hombres he escuchado decir que desean a una mujer inteligente en sus vidas!..
Yo los animaría a que lo pensaran bien.
Las mujeres inteligentes
toman decisiones por si mismas, tienen deseos propios y ponen límites.
Tú nunca serás el centro de su vida porque ésta gira en torno a ella misma.
Una mujer inteligente no va a dejarse manipular ni chantajear, ella no se traga culpas, asume responsabilidades.
Las mujeres inteligentes
cuestionan, analizan, discuten,
no se conforman, avanzan.
Esas mujeres tuvieron vida antes de ti y saben que la seguirán teniendo una vez que tu te hayas ido.
Ella está para avisar, no para pedir permiso.
Esas mujeres no buscan en la pareja a un líder a quien seguir,
a un papá que les resuelva la vida, ni un hijo a quien rescatar.
Ellas no quieren seguirte ni marcarle el camino a nadie,
quieren caminar a tu lado.
Ella sabe que la vida libre de violencia es un derecho,
no un lujo ni un privilegio.
Ellas expresan enojo, tristeza,
alegría y miedo por igual,
porque saben que el miedo
no las vuelve débiles de la misma forma en que el enojo no las vuelve “masculinas”.
Esas dos emociones y las demás, todas en conjunto, la vuelven humana Y ya!
Una mujer inteligente es libre porque ha peleado por su libertad.
Pero no es víctima, es sobreviviente.
No trates de encadenarla
porque ella sabrá como escapar.
Recuerda que ya lo ha hecho antes.
La mujer inteligente sabe que su valor no radica en la apariencia de su cuerpo
ni en lo que haga con él.
Piénsalo dos veces antes de juzgarla por su edad, estatura, volumen o conducta sexual,
porque esto es violencia emocional y ella lo sabe.
Así que… antes de abrir la boca para decir que deseas
a una mujer “inteligente” en tu vida, pregúntate si tú realmente estás hecho para encajar en la suya.