En cualquier país democrático, todo delincuente es presunto hasta que no se demuestre lo contrario. Si se te olvida declarar a Hacienda una donación que recibiste, no es porque intentaras cometer un fraude fiscal, sino porque eres un presunto ignorante que desconoce las leyes.
Y aunque la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, si que te sirve como excusa para no haberla acatado.
Si extrapolamos este caso a otros, acabaríamos eximiendo de culpa al ladrón que espera con el motor del coche encendido, mientras sus compinches atracan un comercio “ pensé que estaban comprando” podía ser la respuesta al policía al verse descubierto por la autoridad, o también “ desconocía su existencia “ otra que serviría de disculpa al que le descubren un alijo de drogas en el maletero del coche, al cargo público que recibe regalos como contraprestación a la adjudicación de contratos públicos “ no afectaron a mi objetividad en el cargo” o a quien denuncia falsamente al cónyuge para obtener la custodia de los hijos “ yo creía que era cierto”.
Si no queremos que este país sea un circo, seamos serios y llamemos a las cosas por su nombre, y si alguien es de verdad tan tonto como para desconocer hasta las normas más elementales, habrá que aplicarle la legislación vigente . Y no miro a nadie
M.Urraburu .