Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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«Vivir con las Heridas», poemario de Mª Isabel Luque

Por Mª Isabel Luque, poeta.

Este poemario, Vivir con las Heridas, arranca de las fricciones que la autora mantiene con la realidad desde su más tierna infancia. La vida es difícil y deja una impronta personal en cada ser humano que la experimenta. El contacto con el sufrimiento y la lucha por el sustento: la comida, la ropa, un techo donde cobijarse, la escuela, la superación y supervivencia… son temas recurrentes en la poesía de esta mujer que empezó a publicar, según ella, demasiado tarde.

Con un lenguaje sencillo, casi transparente, aborda las necesidades humanas más perentorias, que insistentemente, se les niega a una gran mayoría de la población mundial.

Su dolor por ello trasciende las páginas del libro con un mensaje reparador a través de la reivindicación personal de erradicación de las guerras, la pobreza, la dejadez pusilánime que nos asiste, para dejar paso a los derechos que deben amparar a todos los mortales abandonados a su suerte. Así apela a la comprensión, el amor, el cuidado, el respeto y la convivencia. Pero también a la rabia, a la lucha y la concienciación sobre las injusticias que nos rodean.

Un poemario quizá algo triste, pero vital y corresponsable con un mundo mejor y más empático con los desheredados.

HABLAR DE TECHO ABRE UN RESORTE HONDO,
la imagen de una casa nos asalta,
se congela en el recuerdo aquella
que habitamos
por primera vez en nuestra infancia.
Hasta el nacer es una cuestión de suerte.
De ello depende nuestra existencia
–no es lo mismo venir a la vida
en una vieja Europa
que hacerlo en el corazón de África–.
Tampoco el baladí nacer de frente
amparada en un hogar próspero y culto,
protegidas ante heridas de falacias
sin nombre. Incluso todo sobra
–Aunque a veces la abundancia
nubla la mente,
la trastorna,
y sientes que te pertenece
como una herencia sin fisuras–.
Mas todos aquellos que nacieron
de cara a la intemperie,
–como única forma de estar en el mundo—
o bajo un techo débil que se hunde
con la lluvia o con el viento,
no saben qué es vivir a cubierto
de pobreza y tempestades.
Una casa es un refugio contra todo.