Asociación Vasca de periodistas - Colegio Vasco de periodistas

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El empleo público y el cargo público. Un legado personal.

Por Koldobike Uriarte Ruiz de Eguino.

¡¡¡ Quién no ha comentado alguna vez lo bien que viven los funcionarios y funcionarias… poco trabajo, poco esfuerzo, empleo fijo y bien pagados, para lo que hacen…!!!

Ese desprestigio siempre me ha dolido, y ahora, que me acabo de jubilar, me revuelve el alma todo lo que no he llegado a conseguir.

En 39 años de ejercicio profesional en el Gobierno Vasco, he experimentado la ilusión y también el desaliento. Sirva este escrito únicamente como reflexión constructiva con el único interés de apelar a quienes todavía tengan capacidad de influir en la gestión pública, en la generación de valor público, esto es, en las personas que ejercen la función pública y en los cargos públicos, y por qué no, en la ciudadanía activa. En él enlazo a algunos artículos que he publicado en Kazetariak , la revista online de la Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea (AVP-EKE) y del Colegio Vasco de Periodistas-Kazetarien Euskal Elkargoa (CVP-KEE), por si resultan de inspiración.

Empecé como técnica de juventud en el año 1985, cuando se comenzó a profesionalizar el ámbito del “tiempo libre”, y desde el voluntariado se empezaron a crear las empresas de animación sociocultural y los perfiles profesionalizados para su actividad, a través de las escuelas de animación sociocultural.

 Durante 20 años he sido responsable de innovación en materia de empleo y recursos humanos, en los tiempos en los que alcanzábamos más del 30% en la tasa de paro, y cuando había que hacer muchos méritos para traer dinero de Europa, del Fondo Social Europeo, mediante iniciativas innovadoras para hacer frente a esa cruda realidad. Y así, entre otras cosas, lanzamos iniciativas como el empleo con apoyos, los talleres especiales de empleo … para los colectivos con diversidad funcional que requieren de adaptaciones específicas para trabajar. Reconozco que aquí se ha avanzado mucho, gracias a entidades como EHLABE (Euskal Herriko Lan Babestuaren Elkartea), de la que forman parte catorce entidades de los tres territorios históricos de Euskadi, con más de 100 centros de trabajo en el conjunto del territorio. Las entidades de EHLABE buscan la generación de oportunidades de empleo para las personas con discapacidad, como medio de integración social y desarrollo personal y profesional, considerando el trabajo como instrumento de participación socio-laboral. Sin ellos, nada de ello hubiera sido posible. Y concebimos y conseguimos regular las empresas de inserción, para las personas con dificultades de integración social. Hoy existen más de 40 empresas de inserción en el País Vasco y Gizatea asocia a 20 de ellas.

De estas dos etapas me queda un buen recuerdo, y veo hechos consolidados.

Después decidí en el año 2006 incorporarme como responsable de proyectos de innovación pública, en la Oficina para la Modernización Administrativa, entonces dependiente de la Vicelehendakaritza. Todo un reto, contribuir a lo que me asignaran gestionar en el marco del Informe CORAME elaborado en 1994 por la Comisión de Racionalización y Mejora, y que se titulaba «Una nueva organización para una nueva etapa del Gobierno Vasco. 47 medidas para renovar la estructura organizativa del Gobierno y la Administración del País Vasco».

Mis compañeros de la oficina de proyectos me encandilaron diciéndome que era el intento más serio de reformar nuestra administración, que estaba impulsado por personas tan relevantes como dos Vicelehendakaris, dos Consejeros y un Grupo de Trabajo constituido por personas con puestos de gran responsabilidad en la Administración pública vasca. Es verdad que se creó la Oficina para la Modernización Administrativa, prevista en la medida 47 del Informe de la CORAME, pero nunca se le dotó de las competencias ni de los recursos necesarios para abordar la puesta en marcha de las 46 medidas restantes propuestas en el Informe, seguramente porque tampoco fue asumido ese objetivo por el Gobierno, ni por ninguno de los posteriores. Para profundizar en ello, resulta de gran interés el artículo de Ernesto Unzurrunzaga, escrito en el año 2012, Estrategias de reforma en la Administración pública – Dialnet,

en el que realiza un balance de su proceso de implantación y extrae algunas enseñanzas de cara a futuros intentos de reforma.

Posteriormente, se han producido avances importantes a través del PEAGe- Plan Estratégico de Administración y Gobierno Electrónicos 2008-2010, del Plan de Innovación Pública (PIP 2011-2013), del PEGIP 2020 (Plan estratégico de gobernanza e innovación pública), y del actual ARDATZ 2030. Si bien es cierto que los avances, en materia de administración digital, de atención a la ciudadanía mediante su centralización en Zuzenean y de gobierno abierto, han sido muy importantes, quedan muchos desafíos por acometer para contar con una administración moderna, eficiente y a la altura del Siglo XXI, y ¡no será por no haber insistido e insistido legislatura tras legislatura desde el equipo de innovación pública!

Tuve la responsabilidad de implantar en el año 2007, desde el punto de vista organizativo y de recursos humanos el proyecto de Zuzenean, del que me siento muy orgullosa y muy agradecida a todo el equipo que trabaja en las oficinas de atención directa a la ciudadanía, y de su responsable, que contribuyeron a ello. Los canales presenciales, telefónicos y on line están implantados y, con las necesidades siempre de mejoras, sobre todo en el canal telefónico, obtienen buenos datos de calidad de servicio.

He tenido también la responsabilidad técnica del diseño e impulso de proyectos de innovación pública en materia de gobierno abierto.

Sobre transparencia ya he escrito mucho y basta el título de este artículo que publiqué en Kazetariak https://kazetariak.eus/la-transparencia-ha-entrado-en-crisis/ para relatar lo que queda por avanzar en este campo. Información es poder, y el derecho de acceso a la información pública no puede ser silenciado, ni vapuleado para ocultar ineficiencias, o para desempoderar a la ciudadanía más activa. Somos la última Comunidad Autónoma en regular la transparencia y el momento requiere ya de una normativa autonómica comprometida y avanzada. Ello conllevaría la creación de un órgano vasco de garantía de la transparencia con plenas facultades para ello, tras la entrada en vigor de la ley básica de transparencia hace más de 10 años.

Sobre participación ciudadana, los avances resultan claramente insuficientes, y, sin apuesta política y habilidades para una ciudadanía activa de poco servirá para aunar energías para colaborar en pro del bien común, en un mundo cada vez más complejo e incierto. También esto requiere una regulación propia y comprometida con la cogeneración de valor público, entre ciudadanía e instituciones públicas. Algunas reflexiones he publicado a través de estos tres artículos sobre ello ( https://kazetariak.eus/ciudadania-participativa-educamos-para-participar/, https://kazetariak.eus/negociar-colaborativamente-siempre-es-ganar/ ; https://kazetariak.eus/la-democracia-deliberativa-representativa-aporta-en-que-consiste/ )

Sobre integridad pública, se ha avanzado muy poco. No basta con tener un código ético, o una oficina de denuncia con garantías de protección al denunciante a la que nos obliga una directiva europea. Las malas praxis han de combatirse con la cultura de la integridad, de la profesionalidad en la gestión pública, de la gestión del poder colaborativo y no confrontativo, del control de calidad de los servicios y de la evaluación sistemática de los resultados y de los impactos de las políticas públicas, acompañados de absoluta transparencia en la gestión de los recursos y presupuestos públicos. La rendición de cuentas va directamente unida a la madurez de los sistemas democráticos. Los sistemas de integridad pública no son la panacea contra la corrupción, y además compete y compromete a todos los agentes públicos y privados, pero en Euskadi deberíamos proponernos su implantación. (https://kazetariak.eus/integridad-la-panacea-contra-la-corrupcion/ )

En el ámbito de la administración digital no he trabajado directamente en desarrollo de proyectos innovadores tecnológicos, pero será de máxima importante servirnos de los avances tecnológicos y cuidarnos bien de los riesgos en su utilización, como relaté en este artículo sobre inteligencia artificial ( https://kazetariak.eus/gobernanza-inteligente-gestion-de-datos-sistemas-automatizados-e-inteligencia-artificial-en-la-gestion-publica/ ). Se abren grandes oportunidades que requieren también medidas para el control del uso indebido.

 Quiero por último referirme a la modernización de la administración en lo que se refiere a su organización y funcionamiento. Los principios han quedado plenamente establecidos en la reciente Ley 3/2022, de 12 de mayo, del Sector Público Vasco: racionalizar y redimensionar el sector público, aplanar estructuras, eliminando los niveles jerárquicos que no aportan valor e incrementan la burocracia, fomentar nuevos estilos de dirección más participativos y colaborativos y que rindan cuentas, optimizar los recursos humanos de la Administración, articular la organización territorial para ofrecer sistemas integrales de atención a la ciudadanía… Y tambien en la Ley 11/2022, de 1 de diciembre, de Empleo Público Vasco. Ahora falta llevarlos a efecto.

Nos falta ver cómo se operativiza la labor de la Comisión Interinstitucional para la Racionalización y Dimensionamiento del Sector Público, esto es, el estudio y propuestas para el tratamiento de las ineficiencias, solapamientos y duplicidades que se producen en nuestro sector público vasco, y para la coordinación efectiva entre administraciones.

Nos falta dejar de crecer en órganos de la administración institucional sin recomponer y reducir estructura en su matriz de origen, dejar de crecer en número de cargos públicos, en puestos de asesoramiento, en número de departamentos y en estructura…

Nos falta implantar la dirección pública profesional, las convocatorias regulares de empleo público y de carrera profesional, los planes de relevo del personal cualificado de la administración o mentoring para no perder el conocimiento generado tras su jubilación -en un contexto de gran nivel de envejecimiento de la plantilla-, la evaluación del desempeño de los empleados y empleadas públicas, los sistemas de gestión avanzada, las comunidades de práctica o los equipos de innovación que contribuyan a incorporar mejoras en la gestión pública y al trabajo colaborativo….

Falta tanto tanto tanto… que hasta me siento culpable de haberme jubilado, un poco antes de lo obligatorio, para recordar continuamente todo lo que nos falta, y más ahora que comienza una nueva legislatura. Pero también las energías de los empleados públicos se terminan agotando, y seguro que las nuevas generaciones vienen llenas de ideas y compromiso para revolucionar el sistema público. Ahora hace falta también que los cargos públicos se pongan las pilas. Nadie dijo que su labor sería fácil. Yo también lo fui durante 4 años, y prometo que muchas noches me costaba conciliar el sueño.